La primera aparición de la Virgen de la Medalla Milagrosa tuvo lugar el domingo 18 de Julio de 1830 en Paris en la capilla de la casa cetral de las Hijas de la Caridad, a una religiosa llamada Catalina Laboure.
Estaba de pie sobre un globo terráqueo con vestido blanco y manto azul. En la parte superior estaba escrito en forma de semicírculo: ¡OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS!.
TENÍA EN SUS MANOS UNA ESPECIE DE DIAMANTES DE LOS CUALES SALÍAN RAYOS MUY RESPLANDECIENTES QUE CAÍAN SOBRE LA TIERRA.
Del reves se encontraba escrita la letra M, sobre la cual había una cruz descansando sobre una barra y debajo los corazones de Jesús y de María.
Durante la visión la religiosa escuchó que la Virgen le decía que era importante acuñar muchas medallas según el modelo que estaba viendo y que cuantos la llevaran puesta alcanzarían especial protección de la Madre de Dios.
Esta visión se repitió varias veces a la religiosa.
Los fieles comenzaron pronto a hablar de una Medalla Milagrosa. Poco después una conversión instantánea ocurría en 1842 en la Iglesia de San Andrés. Esto hizo que la devoción Mariana alcanzara un nivel mundial de difusión.