Violencia bipartidista
Desde sus inicios Colombia ha sido expuesta a la violencia, en el caso del bipartidismo generalmente es causada por la toma del poder sobre la nación. Colombia la mayor parte del tiempo ha sido liderada por dos partidos tradicionales, el liberal y el conservador. El liberal tenía un pensamiento de libertad ya que estaba en contra de la esclavitud, a favor de los divorcios, defendía mucho a la sociedad civil y sus derechos y era el partido de los comerciantes y artesanos, en cambio el conservador era muy tradicional conformado por los descendiente de criollos y sus ideas eran totalmente opuestas a las del liberal, esto conlleva a una lucha por la ideología que se desató en Colombia, entre sus consecuencias: muchos cambios en nuestra constitución, las guerras civiles que caracterizaron el siglo XIX y la muerte de Jorge Eliecer Gaitán. A partir de eso se dio el periodo llamada el frente nacional, de la inconformidad con ésta hegemonía liberal-conservadora en el poder se crearon otros partidos y guerrillas que en ese entonces si tenían ideales y fundamentos sólidos encaminados a la lucha por la igualdad y los derechos de los colombianos.
En el caso colombiano los partidos tradicionales se mataron por el poder con diferencias ideológicas, el liberalismo radical era ferozmente anticlerical, partidario del libre cambio y de la separación entre iglesia y estado, mientras el conservatismo manejaba una alianza férrea entre la curia (iglesia) y el poder, una tendencia a centralizar el poder, esta lucha ideológica descuidaba todo lo demás, dejando que este siglo transcurriera con una economía completamente agraria campesina y atrasada. Se tiene entonces que todo el siglo XIX transcurrió entre la ignorancia y la falta de economía, no hay industria en el siglo XIX pero si hay luchas ideológicas enormes en las que la lucha por el poder ha sido fanática y decidida, los funcionarios tienden a atender bien solo a sus copartidarios dejando de lado a quienes realmente los necesitaban pero eran de otro partido.
Con la formación de los partidos en 1846-48, vino la contienda por intereses socioeconómicos, cuando empezaba un tímido desarrollo del comercio mercantil y se abolía por ley la esclavitud. Luego se enfrentaron las fuerzas que pugnaban por la libertad de esclavos, artesanos, siervos del campo y los sectores intelectuales en defensa del comercio, el libre mercado, por una legislación de libertades públicas, en dura lid con el monstruo latifundista y el poder feudal de la Iglesia.
El partido conservador bajo la férula de la dominación eclesiástica y monárquica española, representó al poder terrateniente feudal y la dominación extranjera, frente al partido liberal con las ideas progresistas de la revolución francesa. Entre los fundadores había caudillos militares, que comandaron tropas en las guerras de independencia, premiados luego con haciendas terratenientes. Los partidos fundaban y dirigían los ejércitos. Y como en todo el mundo, usaron la jerga militar en la política como estrategia y táctica, vanguardias, avanzadas, frentes. La guerra entre los partidos marcó la segunda mitad del siglo XIX y cruzó al nuevo siglo con la guerra de los mil días.
Las leyes y las constituciones fueron el resultado de armisticios e imposiciones políticas y militares propias de los tiempos de guerra. Los decretos se hacían a la medida del bando ganador con postulados revanchistas y represivos que inauguraban nuevas contiendas, leyes para la guerra así como estatutos de seguridad aplicados desde entonces.
Posteriormente la destrucción del federalismo hace que la centralización del poder lleve a beneficios para la clase dirigente pero cabe anotar que en Colombia se logró evitar el populismo, el cual consiste en comprar la lealtad del pueblo, ser demagógico y manipular el poder.
Rafael Núñez, de enfermiza ambición por el poder, pese a haber sido el liberal que expuso tesis modernas del desarrollo económico nacional y de industrialización del país, confabuló con la ultraderecha conservadora de Miguel Antonio Caro confiándole el texto de la Constitución de 1886.
Núñez había impuesto su capricho quitándole a Panamá la condición de Departamento para ser regido directamente por el presidente, lo que llevó a la separación de Panamá y la toma de las obras del Canal por Teodoro Roosevelt. La Constitución fue trasmutada luego, "en comilonas" por los artículos transitorios y el Título III como la reforma de 1910 estragada en manos del caciquismo electoral. La reforma avanzada de 1936, fue luego cortada por la revancha terrateniente y eclesiástica en el gobierno de Eduardo Santos.
En el caso colombiano los partidos tradicionales se mataron por el poder con diferencias ideológicas, el liberalismo radical era ferozmente anticlerical, partidario del libre cambio y de la separación entre iglesia y estado, mientras el conservatismo manejaba una alianza férrea entre la curia (iglesia) y el poder, una tendencia a centralizar el poder, esta lucha ideológica descuidaba todo lo demás, dejando que este siglo transcurriera con una economía completamente agraria campesina y atrasada. Se tiene entonces que todo el siglo XIX transcurrió entre la ignorancia y la falta de economía, no hay industria en el siglo XIX pero si hay luchas ideológicas enormes en las que la lucha por el poder ha sido fanática y decidida, los funcionarios tienden a atender bien solo a sus copartidarios dejando de lado a quienes realmente los necesitaban pero eran de otro partido.
Con la formación de los partidos en 1846-48, vino la contienda por intereses socioeconómicos, cuando empezaba un tímido desarrollo del comercio mercantil y se abolía por ley la esclavitud. Luego se enfrentaron las fuerzas que pugnaban por la libertad de esclavos, artesanos, siervos del campo y los sectores intelectuales en defensa del comercio, el libre mercado, por una legislación de libertades públicas, en dura lid con el monstruo latifundista y el poder feudal de la Iglesia.
El partido conservador bajo la férula de la dominación eclesiástica y monárquica española, representó al poder terrateniente feudal y la dominación extranjera, frente al partido liberal con las ideas progresistas de la revolución francesa. Entre los fundadores había caudillos militares, que comandaron tropas en las guerras de independencia, premiados luego con haciendas terratenientes. Los partidos fundaban y dirigían los ejércitos. Y como en todo el mundo, usaron la jerga militar en la política como estrategia y táctica, vanguardias, avanzadas, frentes. La guerra entre los partidos marcó la segunda mitad del siglo XIX y cruzó al nuevo siglo con la guerra de los mil días.
Las leyes y las constituciones fueron el resultado de armisticios e imposiciones políticas y militares propias de los tiempos de guerra. Los decretos se hacían a la medida del bando ganador con postulados revanchistas y represivos que inauguraban nuevas contiendas, leyes para la guerra así como estatutos de seguridad aplicados desde entonces.
Posteriormente la destrucción del federalismo hace que la centralización del poder lleve a beneficios para la clase dirigente pero cabe anotar que en Colombia se logró evitar el populismo, el cual consiste en comprar la lealtad del pueblo, ser demagógico y manipular el poder.
Rafael Núñez, de enfermiza ambición por el poder, pese a haber sido el liberal que expuso tesis modernas del desarrollo económico nacional y de industrialización del país, confabuló con la ultraderecha conservadora de Miguel Antonio Caro confiándole el texto de la Constitución de 1886.
Núñez había impuesto su capricho quitándole a Panamá la condición de Departamento para ser regido directamente por el presidente, lo que llevó a la separación de Panamá y la toma de las obras del Canal por Teodoro Roosevelt. La Constitución fue trasmutada luego, "en comilonas" por los artículos transitorios y el Título III como la reforma de 1910 estragada en manos del caciquismo electoral. La reforma avanzada de 1936, fue luego cortada por la revancha terrateniente y eclesiástica en el gobierno de Eduardo Santos.
Edad recomendada: 14 años
Creada por
Eivar Sterling Sandoval
Colombia
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