Primera Guerra Mundial
Características de la Primera Guerra Mundial.
La Gran Guerra al igual que la Segunda Guerra Mundial fueron en un principio conflictos Europeos que con la incorporación de actores extra europeos adquirieron el rasgo de conflicto mundial.
Los sentimientos patrióticos y nacionalistas sirvieron de eje articulador de todos los actores sociales, quienes vieron en ella, inicialmente, la oportunidad de cambiar el pasado o de fortalecer sus intereses a través de la derrota de sus enemigos.
Los países comprometidos reemplazaron sus actividades económicas tradicionales por las de una economía de guerra que necesitaba de todos los recursos para alcanzar el triunfo. Mujeres y niños ocuparon puestos de trabajo de los hombres que ingresaron al campo de batalla.
Las organizaciones políticas, sindicales y los partidos políticos que hasta entonces se oponían o manifestaban su desacuerdo frente a algunas políticas estatales cambiaron de actitud y apoyaron a aquellos en la defensa de los intereses nacionales.
Concepciones sobre la guerra.
Para los implicados en la primera guerra mundial, aquella era legítima y justa. Nunca se imaginaron que se iba a prolongar más allá de 1.914 porque todos confiaban en derrotar muy pronto a las fuerzas enemigas.
La guerra también fue definida como una confrontación que tenía entre sus objetivos defender y salvaguardar el territorio, lo que explica porque Alemania combatió simultáneamente a sus enemigos en el frente oriental y occidental, pues no podía ser invadida y destruida.
Al prolongarse en conflicto hasta 1.917, y experimentar pérdidas humanas y materiales, crisis económicas y escasos triunfos militares, la misma sociedad que había apoyado la guerra empezó a manifestar su rechazo y a exigir el cese de hostilidades. Pero acabar la guerra no era tarea fácil: para los austro-húngaros y los turcos-otomanos del éxito de aquella dependía de su unidad territorial y nacional; para los alemanes era imperativo derrotar a sus adversarios o ser invadida; para los franceses, ingleses, rusos y serbios, aquella era una condición para su supervivencia.
A pesar del avance de los ejércitos, las victorias y de la obtención de territorios, sobre todo por parte de Alemania, la guerra no se pudo resolver en el campo de batalla lo que llevó a pensar en otras alternativas para obtener la victoria. Los alemanes por ejemplo apoyaron las organizaciones nacionalistas de Finlandia, Irlanda y Polonia y promovieron alzamientos árabes dirigidos en contra de Francia y Rusia. Por su parte, rusos y serbios ofrecieron su apoyo para la liberación de checos y demás pueblos eslavos dominados por el imperio austro-húngaro.
Otras tácticas alemanas fueron el bloqueo económico sobre Inglaterra, a través de ataques submarinos a barcos mercantes ingleses, y la difusión de noticias falsas sobre lo acontecido en el frente de batalla, con el objeto de crear un sentimiento de derrota frente a los adversarios.
En 1.917, Rusia decidió salir del conflicto y Estados Unidos, que se había mantenido neutral, pero brindando apoyo económico a Inglaterra y Francia, declaró la guerra a Alemania. El hundimiento del Lusitania y el apoyo alemán a los revolucionarios mexicanos fueron sus argumentos para intervenir. Con esto, se transformó el panorama que hasta entonces Alemania demostraba su superioridad.
El final de la guerra.
Alemania que hasta 1.917 había obtenido importantes triunfos militares sobre Bélgica, Francia y Rusia, no pudo derrotar a sus enemigos y estos, con el apoyo de Estados Unidos, motivaron la retirada de los territorios que había ocupado. Con ello, se produjo el derrocamiento de la monarquía alemana de los Hohenzollern y la firma de un armisticio, en noviembre de 1.918, con el cual la guerra llegaba a su fin.
Los turcos derrotados por las fuerzas inglesas, capitularon en octubre del mismo año. Por su parte, la monarquía austro-húngara de los Habsburgo fue depuesta en el mismo mes. Como resultado de la guerra, Europa sufrió la pérdida de gran cantidad de vidas humanas y la destrucción de las ciudades. Los perdedores vieron como sus territorios fueron recortados, desintegrados o sirvieron para la conformación de nuevos estados. Por su parte, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, reafirmaron su liderazgo hegemónico mundial. (Video: El final de la Primera Guerra Mundial)
Los tratados de paz.
Una vez la guerra llegó a su final, se hizo necesario dictar nuevas reglas de juego que debían ser observadas por todos los países comprometidos en ella. Por medio de distintos tratados de paz, esta volvió a surgir, aunque no desaparecieron del todo los temores que habían servido de pretexto para iniciar la guerra.
El tratado de Versalles.
Por medio de este Alemania se comprometió a pagar los costos y las reparaciones de la guerra a los aliados, devolver los territorios de Alsacia y Lorena a Francia; permitir la ocupación de las fuerzas aliadas del territorio de Renania y el Sarre importantes por sus minas de carbón, fuera administrado por la Sociedad de las Naciones. Igualmente, parte de su territorio (Prusia oriental, Prusia occidental, la alta Silesia y Pomerania) pasó a constituir el nuevo estado polaco y sus posesiones coloniales fueron entregadas a Francia y Gran Bretaña o, como en el caso de sus territorios en China, cobijados por una nueva figura jurídica: el mandato.
Los tratados de paz con Austria- Hungría.
Por medio de estos acuerdos, el antiguo imperio quedó desarticulado y, en su lugar, nacieron los estados de Checoslovaquia, Austria, Hungría y el reino de los serbios, croatas y eslovenos. En ellos, se aplicó el principio de la libre determinación de los pueblos, se trazaron fronteras y se trataron de reorganizar las distintas nacionalidades que, quedaron sujetas a las decisiones políticas de las nuevas mayorías.
La paz con Turquía.
Una de las primeras decisiones tomadas en 1.920 con respecto a Turquía fue su separación de los territorios asiáticos del antiguo imperio turco-otomano. Desde antes de la culminación de la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña, manifestaron su interés sobre varios territorios que estaban en manos del imperio. En 1.916 por ejemplo, Francia y Gran Bretaña firmaron el tratado Sykes-Picot, por medio del cual reconocieron y ofrecieron apoyo y protección a los estados árabes, aunque en realidad estaban interesados en establecer protectorados en Siria e Irak. Al año siguiente, Gran Bretaña; por medio de la declaración de Balfour, ofreció apoya a los judíos para el establecimiento de una nación en Palestina.
La Gran Guerra al igual que la Segunda Guerra Mundial fueron en un principio conflictos Europeos que con la incorporación de actores extra europeos adquirieron el rasgo de conflicto mundial.
Los sentimientos patrióticos y nacionalistas sirvieron de eje articulador de todos los actores sociales, quienes vieron en ella, inicialmente, la oportunidad de cambiar el pasado o de fortalecer sus intereses a través de la derrota de sus enemigos.
Los países comprometidos reemplazaron sus actividades económicas tradicionales por las de una economía de guerra que necesitaba de todos los recursos para alcanzar el triunfo. Mujeres y niños ocuparon puestos de trabajo de los hombres que ingresaron al campo de batalla.
Las organizaciones políticas, sindicales y los partidos políticos que hasta entonces se oponían o manifestaban su desacuerdo frente a algunas políticas estatales cambiaron de actitud y apoyaron a aquellos en la defensa de los intereses nacionales.
Concepciones sobre la guerra.
Para los implicados en la primera guerra mundial, aquella era legítima y justa. Nunca se imaginaron que se iba a prolongar más allá de 1.914 porque todos confiaban en derrotar muy pronto a las fuerzas enemigas.
La guerra también fue definida como una confrontación que tenía entre sus objetivos defender y salvaguardar el territorio, lo que explica porque Alemania combatió simultáneamente a sus enemigos en el frente oriental y occidental, pues no podía ser invadida y destruida.
Al prolongarse en conflicto hasta 1.917, y experimentar pérdidas humanas y materiales, crisis económicas y escasos triunfos militares, la misma sociedad que había apoyado la guerra empezó a manifestar su rechazo y a exigir el cese de hostilidades. Pero acabar la guerra no era tarea fácil: para los austro-húngaros y los turcos-otomanos del éxito de aquella dependía de su unidad territorial y nacional; para los alemanes era imperativo derrotar a sus adversarios o ser invadida; para los franceses, ingleses, rusos y serbios, aquella era una condición para su supervivencia.
A pesar del avance de los ejércitos, las victorias y de la obtención de territorios, sobre todo por parte de Alemania, la guerra no se pudo resolver en el campo de batalla lo que llevó a pensar en otras alternativas para obtener la victoria. Los alemanes por ejemplo apoyaron las organizaciones nacionalistas de Finlandia, Irlanda y Polonia y promovieron alzamientos árabes dirigidos en contra de Francia y Rusia. Por su parte, rusos y serbios ofrecieron su apoyo para la liberación de checos y demás pueblos eslavos dominados por el imperio austro-húngaro.
Otras tácticas alemanas fueron el bloqueo económico sobre Inglaterra, a través de ataques submarinos a barcos mercantes ingleses, y la difusión de noticias falsas sobre lo acontecido en el frente de batalla, con el objeto de crear un sentimiento de derrota frente a los adversarios.
En 1.917, Rusia decidió salir del conflicto y Estados Unidos, que se había mantenido neutral, pero brindando apoyo económico a Inglaterra y Francia, declaró la guerra a Alemania. El hundimiento del Lusitania y el apoyo alemán a los revolucionarios mexicanos fueron sus argumentos para intervenir. Con esto, se transformó el panorama que hasta entonces Alemania demostraba su superioridad.
El final de la guerra.
Alemania que hasta 1.917 había obtenido importantes triunfos militares sobre Bélgica, Francia y Rusia, no pudo derrotar a sus enemigos y estos, con el apoyo de Estados Unidos, motivaron la retirada de los territorios que había ocupado. Con ello, se produjo el derrocamiento de la monarquía alemana de los Hohenzollern y la firma de un armisticio, en noviembre de 1.918, con el cual la guerra llegaba a su fin.
Los turcos derrotados por las fuerzas inglesas, capitularon en octubre del mismo año. Por su parte, la monarquía austro-húngara de los Habsburgo fue depuesta en el mismo mes. Como resultado de la guerra, Europa sufrió la pérdida de gran cantidad de vidas humanas y la destrucción de las ciudades. Los perdedores vieron como sus territorios fueron recortados, desintegrados o sirvieron para la conformación de nuevos estados. Por su parte, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, reafirmaron su liderazgo hegemónico mundial. (Video: El final de la Primera Guerra Mundial)
Los tratados de paz.
Una vez la guerra llegó a su final, se hizo necesario dictar nuevas reglas de juego que debían ser observadas por todos los países comprometidos en ella. Por medio de distintos tratados de paz, esta volvió a surgir, aunque no desaparecieron del todo los temores que habían servido de pretexto para iniciar la guerra.
El tratado de Versalles.
Por medio de este Alemania se comprometió a pagar los costos y las reparaciones de la guerra a los aliados, devolver los territorios de Alsacia y Lorena a Francia; permitir la ocupación de las fuerzas aliadas del territorio de Renania y el Sarre importantes por sus minas de carbón, fuera administrado por la Sociedad de las Naciones. Igualmente, parte de su territorio (Prusia oriental, Prusia occidental, la alta Silesia y Pomerania) pasó a constituir el nuevo estado polaco y sus posesiones coloniales fueron entregadas a Francia y Gran Bretaña o, como en el caso de sus territorios en China, cobijados por una nueva figura jurídica: el mandato.
Los tratados de paz con Austria- Hungría.
Por medio de estos acuerdos, el antiguo imperio quedó desarticulado y, en su lugar, nacieron los estados de Checoslovaquia, Austria, Hungría y el reino de los serbios, croatas y eslovenos. En ellos, se aplicó el principio de la libre determinación de los pueblos, se trazaron fronteras y se trataron de reorganizar las distintas nacionalidades que, quedaron sujetas a las decisiones políticas de las nuevas mayorías.
La paz con Turquía.
Una de las primeras decisiones tomadas en 1.920 con respecto a Turquía fue su separación de los territorios asiáticos del antiguo imperio turco-otomano. Desde antes de la culminación de la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña, manifestaron su interés sobre varios territorios que estaban en manos del imperio. En 1.916 por ejemplo, Francia y Gran Bretaña firmaron el tratado Sykes-Picot, por medio del cual reconocieron y ofrecieron apoyo y protección a los estados árabes, aunque en realidad estaban interesados en establecer protectorados en Siria e Irak. Al año siguiente, Gran Bretaña; por medio de la declaración de Balfour, ofreció apoya a los judíos para el establecimiento de una nación en Palestina.
Edad recomendada: 13 años
Creada por
Eivar Sterling Sandoval
Colombia
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