Estos mapas que fueron parte del mundo medieval, hechos por San Isidoro de Sevilla, no sirven para guiarnos ni para crear un conocimiento científico, si no mas bien fue un mapa simbólico dentro de la religión católica.
Estos mapas se encuentran con una orientación hacia el oriente, por la supuesta ubicación del edén .
Cada continente aparece habitado por los descendientes de los hijos de Noé: Sem, Asia; Jafet, Europa y Cam, África. Jerusalén ocupa el centro del mapa, el ombligo del mundo.
La T hace referencia a la articulación del espacio interior a la vez que alude a la cruz. El eje vertical sería el mar Mediterráneo que separa Europa y África. El horizontal, perpendicular al anterior, se articula a partir del Nilo, continuando en el mar Negro y el río Don, separando Europa y Asia.