Relieve de España
Localizar los principales accidentes del relieve español
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Andalucia Camas
España
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Adolf Hitler
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«Hitler» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Hitler (desambiguación).
Adolf Hitler
Adolf Hitler cropped restored.jpg
Retrato de Adolf Hitler
Standarte Adolf Hitlers.svg
Führer de Alemaniaa
2 de agosto de 1934-30 de abril de 1945
Gabinete Gabinete Hitler
Predecesor Paul von Hindenburg
(como presidente)
Sucesor Karl Dönitz
(como presidente)
Reichsadler Deutsches Reich (1935–1945).svg
Reichskanzler de Alemania
30 de enero de 1933-30 de abril de 1945
Presidente Paul von Hindenburg (1933-1934)
Él mismo (1934-1945)
Gabinete Gabinete Hitler
Predecesor Kurt von Schleicher
Sucesor Joseph Goebbels
NSDAP-Logo.svg
Líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán
29 de julio de 1921-30 de abril de 1945
Predecesor Anton Drexler
Sucesor Martin Bormann
SA-Logo.svg
Comandante de las Sturmabteilung
septiembre de 1930-5 de enero de 1931
Predecesor Franz Pfeffer von Salomon
Sucesor Ernst Röhm
Chef Generalstab Heer.svg
Alto mando del Oberkommando des Heeres
19 de diciembre de 1941-30 de abril de 1945
Predecesor Walther von Brauchitsch
Sucesor Ferdinand Schörner
Coat of arms of Prussia 1933.svg
Reichsstatthalter de Prusia
30 de enero de 1933-30 de enero de 1935
Sucesor Hermann Göring
Información personal
Apodo Böhmischer Gefreiter, Onkel Wolf y Wolf
Nacimiento 20 de abril de 1889
Braunau am Inn, Alta Austria, Imperio austrohúngaro
Fallecimiento 30 de abril de 1945 (56 años)
Berlín, Alemania nazi
Causa de muerte Suicidio por arma de fuego
Residencia Berghof, Führerbunker y Guarida del Lobo
Nacionalidad Austríaca
Alemana
Religión Véase Opiniones religiosas de Adolf Hitler
Lengua materna Alemán
Familia
Padres Alois Hitler
Klara Pölzl
Cónyuge Eva Braun (matr. 1945; fall. 1945)
Pareja
Maria Reiter
Geli Raubal
Eva Braun (desde valor desconocido, hasta 1945)
Educación
Educado en Escuela de Lambach
Realschule de Linz
Escuela Real de Steyr
Información profesional
Ocupación Pintor (1908-1913), Político
Años activo 1914-1945
Obras notables Mein Kampf
Lealtad Imperio alemán
Rama militar Ejército Imperial Alemán, Wehrmacht, Ejército de Baviera e infantería
Unidad militar Königlich Bayerisches 16. Reserve-Infanterie-Regiment (de)
Rango militar Cabo
Conflictos
Primera Guerra Mundial
Primera batalla de Ypres
Batalla del Somme
Batalla de Arrás
Tercera batalla de Ypres
Segunda Guerra Mundial
Partido político DAP y NSDAP
Miembro de Partido Nazi
Información criminal
Cargos criminales alta traición
Firma Hitler Signature2.svg
Adolf Hitler (pronunciado /ˈadɔlf ˈhɪtlɐ/ ( escuchar)), hispanizado Adolfo Hitler1 (Braunau am Inn, Alta Austria, Imperio austrohúngaro; 20 de abril de 1889-Berlín, Alemania nazi; 30 de abril de 1945), fue un político, militar y dictador alemán de origen austríaco. Canciller imperial desde 1933 y Führer —caudillo— de Alemania desde 1934 hasta su muerte en 1945, llevó al poder al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi,b estableciendo un régimen totalitario durante el período conocido como Tercer Reich o Alemania nazi.2 Inició la Segunda Guerra Mundial al invadir Polonia el 1 de septiembre de 1939 y fue una figura clave en la perpetración del Holocausto.3
Hitler fue el escritor de al menos dos libros; Mein Kampf y Zweites Buch, el primero es en parte su autobiografía y programa de gobierno, donde muestra sus bases ideológicas por las cual llegó a ser quien fue, y el segundo profundiza más respecto a sus ideas planteadas en el primer libro. Ambos libros son considerados de filosofía política, aunque comúnmente no se le da el título de filósofo a Hitler porque sus bases filosóficas fueron desarrolladas por otros filósofos y también porque se vio influenciado por la ariosofía.45
Hitler se afilió en 1919 al Partido Obrero Alemán, predecesor del NSDAP, asumiendo su liderazgo definitivo en 1921. En 1923, tras el pronunciamiento en la cervecería Bürgerbräukeller de Múnich, Hitler intentó tomar el poder mediante un golpe de Estado fallido, por el que fue condenado a cinco años de prisión.6 Durante su estancia en la cárcel, redactó la primera parte de su libro Mi lucha (en alemán, Mein Kampf), en el que expone su ideología junto con elementos autobiográficos. Liberado ocho meses después, en 1924, Hitler obtuvo creciente apoyo popular mediante la exaltación del pangermanismo, el antisemitismo y el anticomunismo, sirviéndose de su talento oratorio apoyado por la eficiente propaganda nazi y las concentraciones de masas cargadas de simbolismo.
Fue nombrado canciller imperial (Reichskanzler) en enero de 1933 y, un año después, a la muerte del presidente Paul von Hindenburg, se autoproclamó líder y canciller imperial (Führer und Reichskanzler), asumiendo así el mando supremo del Estado germano. Transformó la República de Weimar en el Tercer Reich y gobernó con un partido único basado en el totalitarismo y la autocracia de la ideología nazi.
El objetivo de Hitler era establecer un Nuevo Orden basado en la absoluta hegemonía de la Alemania nazi en el continente europeo. Su política exterior e interior tenía el objetivo de apoderarse de Lebensraum (‘espacio vital’) para los pueblos germánicos. Promovió el rearme de Alemania y tras la invasión de Polonia por la Wehrmacht el 1 de septiembre de 1939, se iniciaría la Segunda Guerra Mundial. Con estos actos, Hitler violó el Tratado de Versalles de 1919, que establecía las condiciones de la paz tras la Primera Guerra Mundial.7
Bajo la dirección de Hitler, las fuerzas alemanas y sus aliados ocuparon en 1941 la mayor parte de Europa y África del Norte. Esas conquistas territoriales decrecieron paulatinamente después de la batalla de Stalingrado, hasta 1945, cuando los ejércitos aliados derrotaron al ejército alemán. Por motivos raciales, Hitler causó la muerte de diecisiete millones de personas,8 incluyendo una cifra en torno a seis millones de judíos.9 Hitler fue partidario de una política ultranacionalista y racista, así como de una política de discriminación y exterminio que afectó a diversos grupos étnicos, políticos y sociales: poblaciones eslavas, gitanos, testigos de Jehová, homosexuales, opositores políticos, miembros de la masonería, prisioneros de guerra, discapacitados físicos y mentales y, especialmente, judíos. Segregados desde 1933 de la vida social y económica del país, los judíos fueron objeto de un plan de internamiento y exterminio conocido como la Solución final a partir de 1941, en lo que posteriormente se denominó «Holocausto».10
En los últimos días de la guerra, Hitler, desgastado por las derrotas y en condiciones físicas y psíquicas cada vez más precarias, se negó a entregar las armas y siguió resistiendo obstinadamente. Finalmente Berlín fue rodeada por el Ejército Rojo, haciendo que se suicidara junto a su pareja Eva Braun en su búnker el 30 de abril de 1945. Con ella se había casado el día anterior. Posteriormente, sus cadáveres fueron quemados y enterrados en el patio de la cancillería.11
Política
Ascendió al poder durante un período de crisis económica, social y política, acentuada por los efectos de la Gran Depresión de 1929 y el descontento y frustración popular en Alemania como consecuencia de la derrota en la Primera Guerra Mundial. A lo largo de su mandato político utilizó la propaganda estatal y su carismática oratoria para persuadir a las masas, enfatizando su oposición al Tratado de Versalles de 1919, al pueblo judío, al pacifismo y al comunismo internacional, particularmente el soviético-bolchevique. A la vez, resaltaba el nacionalismo alemán, el militarismo, el racismo, la llamada preservación de la raza aria, el pangermanismo y la anexión o recuperación armada de territorios europeos perdidos por el Imperio alemán después de la Primera Guerra Mundial. Después de reestructurar la industria y economía y frenar en poco tiempo la inflación y el desempleo, Hitler se ganó el apoyo popular. Rearmó y organizó las fuerzas armadas alemanas, estableciendo una dictadura totalitaria personal que transformó a la sociedad alemana y eliminó su sistema democrático. Su régimen se caracterizó por la discriminación racial, la supremacía aria y la persecución étnico-religiosa y política. Desde 1939, como consecuencia de la guerra, este modelo se extendió al resto de Europa. En el plano ideológico, Hitler asumió los planteamientos del fascismo italiano pero con matices propios basados en las características del nazismo y la sociedad alemana. En torno a su figura se desarrolló un intenso culto a la personalidad.
Perseguía una agresiva política exterior expansionista para ampliar el Lebensraum ('espacio vital') alemán al este de Europa, y combatir una presunta conspiración internacional entre el judaísmo, la masonería, el comunismo y el capitalismo por parte de los gobiernos estadounidense, inglés y soviético. Su política tenía como objetivo establecer un Nuevo Orden (Neuordnung) en el que Alemania y la raza aria tendrían un papel hegemónico mundial.
Responsable del inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa con la invasión de Polonia en septiembre de 1939, para 1941, período de su apogeo, sus tropas y aliados del Eje ocuparon la mayoría de Europa y partes de Asia y África, pero fueron derrotadas por las potencias Aliadas en 1945. Hacia el final de la guerra, las violentas políticas de conquista territorial y subyugación racial de Hitler habían causado la muerte de entre 55 y 60 millones de personas (alrededor del 2 % de la población mundial de la época) en su mayor parte civiles, así como un considerable grado de destrucción de ciudades europeas. El exterminio sistemático y masivo de enemigos políticos y personas consideradas racialmente «inferiores» o «subhumanas», mediante la detención en una red de campos de concentración y exterminio en Alemania y en los territorios conquistados, llevó a la muerte a poco más de seis millones de judíos en lo que posteriormente en el contexto histórico se denominó el Holocausto, como así también a homosexuales, gitanos, eslavos, discapacitados físicos, enfermos mentales, prisioneros de guerra soviéticos y opositores políticos a su régimen. Las estimaciones del número de personas que perdieron la vida como consecuencia de medidas raciales adoptadas por el gobierno de Hitler, sus aliados del Eje, estados satélite y colaboradores, según la mayoría de los historiadores serían aproximadamente once o doce millones de personas, de las cuales la mitad corresponderían al Holocausto.
Primeros años
Infancia
Véase también: Familia Hitler
Hitler de niño.
Alois Hitler, padre de Hitler (1837–1903).
Klara Pölzl Hitler, madre de Hitler (1860–1907).
Adolf Hitler nació en Braunau am Inn, una pequeña aldea cerca de Linz en la provincia de la Alta Austria, no muy lejos de la frontera alemana, en lo que entonces era el Imperio austrohúngaro. Nacido en una familia de clase media, su padre, Alois Hitler (1837-1903), fue un agente de aduanas. Su madre, Klara Pölzl (1860-1907), fue la tercera esposa de Alois. Hitler fue el cuarto hijo de la pareja,12 y bautizado en la iglesia de San Esteban de su localidad natal.13 Como los padres de Hitler eran primos, debieron obtener una dispensa papal para el matrimonio. De los seis hijos de Alois y Klara, solo Adolf y su hermana Paula llegaron a la edad adulta.14 El padre de Hitler también tuvo un hijo, Alois Jr., y una hija, Angela, con su segunda esposa.14
Árbol genealógico de Hitler.
Su padre, Alois Hitler, fue un hijo ilegítimo, por lo que durante los primeros treinta y nueve años de su vida llevó el apellido de su madre, Schicklgruber. En 1876, el padre de Alois, Johann Georg Hiedler, finalmente lo reconoció. En el siglo xix eran comunes en Austria las variantes del apellido Hüttler, Hiedler, Hittler y Hitler. La teoría del escritor Franz Jetzinger de que el apellido guarda relación con el checo Hidlar o Hidlarcek15 ha sido citada en la literatura en numerosas ocasiones,16 pero es actualmente rechazada: lo más probable es que todas esas variantes deriven de Hütte (choza), con lo que el apellido significaría algo así como «pequeño campesino» o «el que vive en una cabaña».17
La propaganda de los Aliados explotó el apellido original de la familia de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Panfletos portando la frase Heil Schicklgruber fueron lanzados desde el aire sobre ciudades alemanas. Sin embargo, Adolf nació legalmente como Hitler; además, se encontraba también relacionado con Hiedler a través de su abuela materna, Johanna Hiedler.
El nombre Adolf viene del antiguo alto alemán y significa «lobo noble» (Adel=nobleza + wolf=lobo).18 De ahí que uno de los apodos de Hitler puestos por él mismo fuera Wolf o Herr Wolf —comenzó a usar este apodo a principios de los años 1920 y se le dirigían con él solo los amigos íntimos (como «Tío Wolf» por los Wagner) hasta la caída del Tercer Reich—.19 Los nombres de varios de sus cuarteles generales dispersos por la Europa continental (Wolfsschanze en Prusia Oriental, Wolfsschlucht en Francia, Werwolf en Ucrania, etc.) reflejan esto. Incluso Hitler sugirió a su hermana Paula que se cambiara de nombre durante los juegos Olímpicos en Garmisch y se mantuviera en estricto incógnito bajo el apellido Wolff, manteniendo su nombre si quería. Por sugerencia de Paula, se añadió el calificativo de Frau (Señora) para hacer menos sospechoso el cambio de nombre ante sus conocidos (haciendo ver que el cambio de nombre fuera debido a un matrimonio). Hitler era conocido como Adi por su familia y parientes más cercanos.
Hitler dijo que, de niño, era azotado a menudo por su padre. Años más tarde le dijo a su secretaria: «Entonces tomé la decisión de no llorar nunca más cuando mi padre me azotaba. Unos pocos días después tuve la oportunidad de poner a prueba mi voluntad. Mi madre, asustada, se escondió en frente de la puerta. En cuanto a mí, conté silenciosamente los golpes del palo que azotaba mi trasero».20
La familia de Hitler se mudó con mucha frecuencia, de Braunau am Inn a Passau, Lambach, Leonding y Linz. El joven Hitler fue un buen estudiante en primaria. Pero en sexto, en su primer año de enseñanza secundaria (Realschule) en Linz, fue suspendido y tuvo que repetir el curso. Sus profesores dijeron que no tenía «deseos de trabajar». No obstante, quedó cautivado por las lecturas pangermánicas del profesor Leopold Pötsch, quien influyó notablemente en la mente del joven.
En Mein Kampf, Hitler concluyó que su bajo desempeño en la educación fue una rebelión contra su padre, que quería que su hijo siguiera una carrera como agente de aduanas; en cambio, Hitler quería convertirse en pintor. Esta explicación se sostiene aún más por la posterior descripción de Hitler de él mismo como un artista incomprendido. Sin embargo, Alois Hitler deseaba que su hijo llegara a ser funcionario como él, empleo del que se sentía muy orgulloso y al que había llegado prácticamente sin una base académica. Pero al joven Hitler ese futuro no le seducía en absoluto, ya que estaba demasiado alejado de su objetivo, las artes. No obstante, después de la muerte de Alois el 3 de enero de 1903, el trabajo escolar de Hitler no mejoró. A la edad de dieciséis años, Hitler abandonó la educación secundaria sin un título.
Juventud en Viena y Múnich
Véase también: Pinturas de Adolf Hitler
A causa de su mediocre expediente académico Hitler debió abandonar en 1904 la Realschule de Linz y se trasladó a la de Steyr, distante unos ochenta kilómetros. En 1905 su madre mudó la familia a un cómodo piso en Urfahr, un suburbio de Linz, donde Adolf disponía de una habitación propia, llevaba una vida bastante indolente y, con el pretexto de una enfermedad fingida o más probablemente algo exagerada, convenció a Klara de que no podía seguir en la escuela.21 Así pues abandonó los estudios a los dieciséis años, después de haber sido calificado positivamente en la asignatura de dibujo y haberse convencido a sí mismo que su futuro estaba en la pintura.22 Durante tres años, Hitler se mantuvo en Linz sin buscar trabajo, muchas veces en compañía de August Kubizek, probablemente el único amigo que tuvo en su adolescencia;23 según Hitler, estos años serían los «mejores años de su vida».23 Aunque Hitler consideraba que su futuro estaba en la pintura o la arquitectura, era un voraz lector, prefiriendo obras de historia y mitología alemana.24 Para los dieciséis años, Hitler ya era un ferviente nacionalista pangermano, y aborrecía a los Habsburgo y a la diversidad étnica del Imperio austrohúngaro.23
Al cumplir diecisiete años, Hitler viajó a Viena por primera vez y pudo prolongar su estancia en la ciudad dos meses gracias a la ayuda monetaria de su madre y otros parientes.24 Durante su estadía, visitó la Academia de Bellas Artes, donde consultó los requisitos para ser admitido con el fin de convertirse en pintor. En octubre de 1907 regresó a Viena y se presentó a la prueba de admisión; sin embargo, no logró ser admitido al no poseer el talento deseado, lo cual lo decepcionó mucho.25 Al año siguiente lo intentó de nuevo, con peores resultados. El rector de la Academia le aconsejó intentar en el campo de la arquitectura, pero como Hitler no se había graduado del colegio, era muy difícil que fuera admitido en la respectiva escuela.24 Sin embargo, en esos años jóvenes con «talento excepcional» eran admitidos en la escuela de arquitectura sin diploma de secundaria, pero se desconoce si Hitler intentó ingresar alguna vez.26
A pesar de su fracaso, Hitler decidió quedarse en Viena, aunque por unos meses continuó viviendo en Linz con su madre, quien estaba agonizando por causa del cáncer de mama. Después de la muerte de su progenitora, el 21 de diciembre de 1907, Hitler viajó a Viena, donde inicialmente se ganó la vida gracias a diversos trabajos como barrer la nieve, cargar maletas en la estación de trenes y ser un obrero de construcción.26 Sin embargo, sus problemas económicos no terminaron, y un año después de haber llegado a Viena fue desalojado de su apartamento y tuvo que vivir en un miserable hostal, recurriendo a comedores de indigentes para poder aplacar el hambre.26 No obstante, para 1910 su situación económica era más estable, y se mantenía exclusivamente pintando cuadros. Viena, una ciudad cosmopolita, con mucha vitalidad intelectual y multicultural, le fue por completo incomprensible. Aunque en posteriores discursos Hitler afirmaría que Viena era «una perla ante mis ojos», Baldur von Schirach lo contradiría:
Hitler nunca amó a Viena. Odiaba a su gente.27
Sin embargo, su estadía en Viena fue muy importante. De acuerdo con Hitler, su antisemitismo se formó en esta ciudad; aunque su amigo Kubizek lo contradice, ya que asegura que Hitler ya era un profundo antisemita en Linz.28 No obstante, de acuerdo al propio testimonio de Hitler, sus ideas políticas y raciales fueron formadas, o por lo menos moldeadas, en esa ciudad. Hitler mismo reconocería que la ciudad le enseñó todo lo que tenía que saber en la vida:
En este período tomó forma dentro de mí una imagen universal y una filosofía que se convirtió en la base de todos mis actos. Además de lo que entonces creé, he tenido que aprender poco, y he tenido que cambiar nada.29
El 24 de mayo de 1913 y acompañado de Rudolf Häusler, un compañero del albergue para hombres donde residía, se trasladó a Múnich. Debió esperar a cumplir los veinticuatro años para poder cobrar la herencia paterna y, aunque afirmaba querer ingresar en la Academia de Arte muniquesa, probablemente la razón principal de su marcha era eludir el servicio militar, inscripción que llevaba demorando desde 1909, cuando debería haberlo hecho para incorporarse a filas con veintiún años.30 Aparentemente no deseaba servir junto con eslavos y judíos,28 aunque también siempre se había sentido atraído por la prosperidad y fortaleza que mostraba el Imperio alemán, en contraste con el decadente Imperio austrohúngaro. Por su parte, Hitler declaró que abandonó Austria porque la mezcla de razas en Viena le causaba «repugnancia».28 No obstante las autoridades austríacas consiguieron localizarlo y el 18 de enero de 1914 un agente de policía le entregó una citación judicial en la que se exigía su regreso: esquivar el servicio militar era motivo de una importante multa, pero el hecho de abandonar Austria para ello se consideraba deserción y conllevaba pena de cárcel. Hitler debió viajar entonces a Salzburgo, donde fue examinado el 5 de febrero, pero fue declarado no apto para prestar servicio militar.31
Primera Guerra Mundial
Hitler (derecha) junto a varios compañeros durante la Primera Guerra Mundial.
El 28 de junio de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial; una semana después, Hitler se presentó como voluntario en el Ejército alemán y fue asignado a un regimiento bávaro. El inicio de la guerra ocasionó gran entusiasmo en el joven Hitler, quien pensó que había llegado una oportunidad para cambiar su vida:
No estoy avergonzado de decir que, arrastrado por mi entusiasmo, me arrodillé y agradecí al Cielo desde el fondo de mi corazón... por haberme permitido vivir en ese tiempo.32
Después de menos de tres meses de entrenamiento, Hitler fue enviado al frente occidental. Sirvió en Francia y Bélgica, como mensajero de la 1.ª Compañía de la 6.ª División de Reserva Bávara. Participó en la primera batalla de Ypres, donde su unidad fue diezmada en cuatro días. Al finalizar la batalla, de los 3500 soldados iniciales, solamente 600 podían seguir combatiendo.33
Posteriormente, sus oponentes políticos lo acusarían de ser un cobarde, pero la evidencia los contradice.33 En octubre de 1916, en el norte de Francia, Hitler fue herido en la pierna y regresó al frente en marzo de 1917, ascendido al rango de cabo. Sin embargo, no fue promovido más allá de este grado, al considerarse en ese momento que Hitler no poseía dotes de mando. Hitler fue condecorado dos veces: recibió la Cruz de Hierro de 2.ª clase el 2 de diciembre de 1914, y la Cruz de Hierro de 1.ª clase el 4 de agosto de 1918, honor que era raras veces otorgado a un soldado de tan baja graduación.33 De acuerdo con diversos testimonios, Hitler ganó su última Cruz de Hierro por haber capturado sin ayuda a quince soldados enemigos, aunque los registros militares no especifican la razón de esta condecoración.33
El soldado Adolf Hitler durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Hitler era considerado como un soldado «correcto», pero, según se informa, era impopular entre sus compañeros debido a una actitud poco crítica hacia los superiores. «Respetar al superior, no contradecir a nadie, obedecer a ciegas», dijo, describiendo su actitud mientras era enjuiciado por el Putsch de Múnich en 1923. Uno de sus camaradas comentó:
Lo maldecíamos y lo encontrábamos intolerable. Había un cuervo blanco entre nosotros que no quería seguirnos la corriente cuando maldecíamos la guerra.33
En efecto, Hitler nunca se quejaba sobre la suciedad del frente y jamás pidió un permiso para abandonarlo,33 aunque pudo salir cuando estuvo recuperándose de la herida en su pierna en un hospital en Berlín. Cuando regresó, empezó a pronosticar repetidamente que Alemania perdería la guerra por causa de los judíos y los marxistas, a quienes acusó de robar a la nación y no prestar servicio militar.34 En el aspecto personal, Hitler nunca recibía cartas o presentes de amigos o familiares, y no acompañaba a los soldados cuando hablaban de mujeres.33 Durante la guerra, también aprovechó la oportunidad para dibujar algunas historietas y dibujos de instrucción para el periódico del Ejército.
En la imagen, una caricatura ilustra la Dolchstoßlegende: una mujer judía ataca por la espalda a un soldado alemán. Hitler fue un ferviente creyente de esta leyenda, culpando a los judíos y marxistas de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial.
El 13 de octubre de 1918, poco antes del final de guerra, Hitler quedó atrapado en un ataque de gas venenoso británico, cerca de Ypres. Fue trasladado a un hospital de campaña, donde quedó temporalmente ciego por causa de los gases tóxicos.35 El 10 de noviembre se encontraba parcialmente recuperado en el hospital militar de Pasewalk, cerca de Stettin, cuando fue informado que la monarquía había sido depuesta y que se había proclamado la posteriormente conocida como República de Weimar. Cuando se enteró de que al día siguiente iba a firmarse un armisticio y que la guerra se había perdido, Hitler cuenta que se derrumbó, y posteriormente describió así su reacción: «Todo se hizo negro de nuevo ante mis ojos».36
Una investigación realizada por Bernhard Horstmann indica que su ceguera temporal pudo haber sido resultado de una reacción histérica a la derrota alemana.[cita requerida] Hitler expresó metafóricamente que durante aquella experiencia, al quitarse la venda que cubría sus ojos, fue cuando descubrió que el objetivo de su vida era lograr la salvación de Alemania. Mientras tanto, fue tratado por un médico militar y un especialista en psiquiatría, que, según se informa, diagnosticó al cabo como «incompetente para comandar gente» y «peligrosamente psicótico».[cita requerida] Su comandante declaró: «¡Nunca promoveré a este histérico!».[cita requerida] Sin embargo, el historiador Sebastian Haffner, refiriéndose a la experiencia de Hitler en el frente, sugiere que por lo menos tuvo algún tipo de entendimiento con los militares.
La derrota alemana en noviembre de 1918 lo impactó sobremanera, pues en la creencia popular alemana el ejército alemán permanecía invicto. Como muchos otros nacionalistas alemanes, Hitler culpó a los socialdemócratas («los criminales de noviembre») por el armisticio. Una explicación extendida por la derecha conservadora sobre la causa de la derrota fue la Dolchstoßlegende («leyenda de la puñalada por la espalda»), que pretendía argumentar que a espaldas del ejército los políticos socialistas y marxistas habían traicionado y «apuñalado» por la espalda a los alemanes y a sus soldados.
El Tratado de Versalles impuso reparaciones de guerra y otras sanciones económicamente muy perjudiciales para el país, declarando a Alemania culpable de los horrores de la Primera Guerra Mundial. Durante la negociación del documento surgieron controversias entre el afán pacificador de Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos y el revanchismo del primer ministro francés, Georges Clemenceau. La reconciliación nunca estuvo dentro de los objetivos del Reino Unido y Francia porque,[cita requerida] desde mediados del siglo xix, Alemania había rivalizado con estas dos potencias por la hegemonía de Europa y el control sobre los territorios coloniales en África y Asia. El tratado fue considerado por los alemanes como una humillación y fue un importante factor en la creación de las reivindicaciones políticas y territoriales demandadas por Hitler y su Partido Nacionalsocialista al llegar al poder.
Inicios en el nazismo
Artículo principal: Nazismo
Carné de Hitler como miembro del DAP.
Inicio de la actividad política
Al finalizar la guerra, cuya última fase fue sin duda muy importante para su evolución ideológica,36 Hitler se percató que no contaba con dinero, amigos, familiares con conexiones, estudios universitarios o experiencia política;37 por lo que decidió intentar continuar en el Ejército, algo bastante complicado en pleno periodo de desmovilización, aunque consiguió permanecer en sus filas hasta el 31 de marzo de 1920.38
Hitler salió del hospital de Pasewalk el 19 de noviembre y el día 21 llegó a Múnich para reintegrarse a su batallón.39 Después de la abdicación del káiser Guillermo II el 9 de noviembre y la firma del armisticio el día 11, Alemania estaba sumida en el clima de agitación revolucionaria en que nació la República de Weimar y que en Baviera, tras la huida el 7 de noviembre del último rey de la dinastía de los Wittelsbach, Luis III,40 dio paso a la nueva República de Baviera con un gobierno provisional dominado por los socialdemócratas del SPD y sobre todo por el más radical USPD, bajo la presidencia de Kurt Eisner.41 Surgieron consejos de obreros y soldados al estilo soviético y Hitler se encontró a su regreso con que su unidad estaba bajo el control de uno de ellos por lo que, según su propio relato en Mein Kampf, solicitó ser transferido a otro destino y fue enviado al campo de prisioneros de guerra de Traunstein, cerca de la frontera austriaca,42 donde permaneció hasta finales de enero o principios de febrero de 1919.43 Aunque su versión coincide con la de su compañero Ernst Schmidt, la actitud que mantuvo durante estos meses debió ser bastante más ambigua de lo que deja traslucir y hubiera justificado un tratamiento más extenso de haberse opuesto frontalmente al gobierno que posteriormente sería calificado como el de los «criminales de noviembre». No solo Traunstein estaba también regido por consejos de soldados sino que Hitler aparece citado el 3 de abril como representante (Vertrauensmann) de su batallón, un cargo que, entre otras atribuciones, tenía la misión de cooperar con las autoridades transmitiendo a la tropa material propagandístico y que muy probablemente Hitler ostentaba ya desde febrero.44 Además, después del asesinato de Eisner el 21 de febrero, se produjo un periodo de caos y anarquía que culminó con la corta fase de auténtico dominio comunista, con el fin claro de instalar una república «soviética» y que es el estrictamente más conocido como Räterepublik o «república de consejos».41 Al día siguiente de su instauración, el 14 de abril, Hitler fue reelegido representante de su unidad lo que parece indicar un cierto grado de respaldo por su parte a la política del gobierno socialista o como mínimo que se abstuvo de exteriorizar ningún tipo de oposición frontal.45 Este comportamiento, sea de pasividad o de oportunismo, no solo trascendió más tarde ocasionalmente en la prensa,46 sino que también fue objeto de comentarios por parte de algunos dirigentes nazis como Ernst Röhm, Ritter von Epp o Rudolf Hess,47 pero parece fuera de duda su rechazo a la izquierda revolucionaria y es muy probable que los votos que recibió fuesen de soldados que compartían ese criterio y conocían su hostilidad hacia la Räterepublik.48
Después de que el gobierno soviético de Baviera fuera derrocado por el Ejército alemán y grupos paramilitares conservadores, a Hitler se le encargó la misión que le dio la oportunidad de implicarse en la política por primera vez. Su labor consistía en investigar a los miembros de su unidad que habían colaborado con el gobierno soviético. Su trabajo fue apreciado por sus superiores, quienes lo emplearon a tiempo completo, asignándolo al Departamento político de asuntos de prensa del Ejército, a nivel distrital. De esta manera, Hitler se convirtió en un espía militar, investigando a los muchos grupos socialistas que estaban naciendo en toda Alemania. También participó como oficial educador en el «pensamiento nacional», cursos organizados por el Departamento de Educación y Propaganda del grupo bávaro de la Reichswehr. La principal tarea de Hitler era entonces erradicar «ideas peligrosas», como la democracia, el socialismo y el pacifismo.49 Un objetivo clave de este grupo era crear una «cabeza de turco» para justificar la derrota alemana.[cita requerida] Las cabezas de turco fueron encontradas en el Judaísmo Internacional, los comunistas y los políticos liberales, especialmente los miembros de la coalición de Weimar, que eran considerados como los «criminales de noviembre».
En mayo o principios de junio de 1919, Hitler ya aparece listado como V-Mann (Verbindungsmann, término alemán para un espía de la policía) del Comando de Inteligencia (Aufklärungskommando) del Ejército, con el objetivo de atraer a otros soldados de ideas similares. En septiembre, se le ordenó que se investigara un pequeño partido denominado Partido Obrero Alemán (DAP). Aunque este partido era nacionalista, los superiores de Hitler desconocían esto, y sospechaban que podía ser un partido socialista o comunista.49
El 12 de septiembre Hitler asistió por primera vez a un mitin del DAP celebrado en la Sterneckerbräu que debía tener como principal orador a Dietrich Eckart, aunque debió ser sustituido a causa de una enfermedad por Gottfried Feder. Cuando en el debate final uno de los presentes se enfrentó a Feder y comenzó a defender el separatismo bávaro, Hitler replicó con un discurso de tal intensidad que llamó la atención de Anton Drexler, quien le regaló un ejemplar de su obra Mi despertar político y le animó a volver y unirse al partido.50 En la segunda mitad de ese mismo mes ingresó en el partido y, aunque él aseguraría posteriormente ser su séptimo miembro, se le asignó realmente el número 555,51 también ficticio porque por razones de imagen se decidió comenzar la numeración en 501 repartiendo los números en orden alfabético a los primeros militantes.52 Pocas semanas después, el 16 de octubre, Hitler pronunció en la Hofbräukeller su primer discurso público en un acto al que asistieron 111 personas,53 entre las que se encontraba Ernst Röhm, que poco después ingresaría también en el partido.54
Desde ese momento, la figura de Hitler fue cobrando más y más protagonismo, participando a tiempo completo en las actividades del partido y perfilando con nitidez la nueva ideología:
A principios de la década de 1920, Hitler desarrolló un pronunciado sentido de su «misión nacional» (...). La «misión» puede resumirse como sigue: nacionalizar las masas; apoderarse del Estado; destruir al enemigo interno -los «criminales de noviembre» (refiriéndose a judíos y marxistas, más o menos lo mismo para su punto de vista)-; construir defensas; llevar a cabo la expansión «por la espada» para garantizar el futuro de Alemania, superando la «escasez de tierra» (Raumnot) y adquiriendo nuevos territorios en el este de Europa.55
El 24 de febrero de 1920 el partido celebró su primera reunión de importancia en los salones de la Hofbräuhaus de Múnich. Ante unos dos mil asistentes Hitler leyó los veinticinco puntos del programa del partido que habían redactado él y sobre todo Drexler las semanas anteriores. Esos veinticinco puntos se convirtieron posteriormente en la teórica base «inalterable» del programa nacionalsocialista y la fecha del 24 de febrero en un motivo histórico de celebración anual, aunque en su momento tuvo una repercusión muy limitada y hasta el Völkischer Beobachter relegó la noticia a sus páginas interiores.56
El 1 de abril de 1920, el Partido Obrero Alemán cambió su nombre a Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán; ese mismo día Hitler abandonó el Ejército. Poco después organizó escuadrones de veteranos de guerra, liderados por Emil Maurice, para que mantuvieran el orden en las reuniones del Partido, y expulsasen a los que no estuviesen de acuerdo con los oradores.57 El 5 de octubre de 1921, estos escuadrones fueron organizados bajo el nombre de Sturmabteilung (SA), también conocidos como los camisas pardas por el color de sus uniformes. Muy pronto, las SA, bajo el mando inicial de Johann Ulrich Klintzich, dejaron de limitarse a su rol de mantener el orden y empezaron a atacar a los grupos políticos opositores y a los judíos, lo cual acabó convirtiéndose en su actividad principal.58 En la primavera de 1920, Hitler toma como emblemas la Hakenkreuz —la cruz gamada— y el saludo del fascismo italiano del brazo en alto.
Ya a principios de 1921, Hitler era considerado un gran orador, hablando frente a muchedumbres cada vez más grandes. Ganó notoriedad fuera del partido por sus discursos polémicos, atacando el Tratado de Versalles, y a grupos rivales (sobre todo marxistas y judíos). Ese año, Hitler personalmente lideró a los camisas pardas contra una reunión de federalistas bávaros. Aunque Hitler pasó tres meses en la cárcel por la paliza que sus hombres propinaron a los federalistas, al salir no mostró arrepentimiento alguno; por el contrario, estaba más resuelto a emplear la fuerza contra sus adversarios:
En el futuro, el movimiento nacionalsocialista evitará rudamente, si es necesario con la fuerza, las reuniones o discursos que puedan distraer la mente de nuestros compatriotas.59
En el verano de 1921, Hitler era el líder del partido;60 no solo era el principal orador y propagandista, sino que también era la principal fuente de ingresos de ese movimiento revolucionario. No obstante, los fundadores se encontraban resentidos debido a la conducta dictatorial de Hitler, y aprovechando que se encontraba de viaje en el norte de Alemania, planificaron la fusión de su partido con otros grupos políticos; de esta manera, pensaban reducir la importancia de Hitler y cuestionar su liderazgo. Hitler se enteró de estos planes y regresó a Múnich, solicitando poderes dictatoriales en el partido, de lo contrario renunciaría. Drexler respondió publicando una carta en un periódico, denunciado los abusos autoritarios de Hitler, pero este presentó una demanda legal en su contra, y Drexler se tuvo que retractar. Derrotado, Drexler fue retirado de su cargo de presidente y Hitler lo sucedió, convirtiéndose en el líder indiscutible del Partido Nazi. De esta manera, se estableció el «principio del liderazgo», que formó el sistema de gobierno político de la Alemania nazi.61
En estos años Hitler conoció a Rudolf Hess, Hermann Göring, a Ernst Hanfstaengl y Alfred Rosenberg, quienes junto con Eckart, lo introdujeron a círculos sociales más altos, de los cuales pudo obtener generosas donaciones para el naciente partido.
Alentado por el rápido crecimiento, Hitler empezó a idear la toma del poder. Sin embargo, su partido no era todavía la principal fuerza política en Baviera, y era desconocido fuera de este estado, por lo que Hitler concluyó que necesitaba el apoyo de las fuerzas políticas y las guarniciones militares bávaras para lograr este objetivo.62 Influenciado por la marcha sobre Roma de Benito Mussolini, Hitler ideó realizar una marcha similar hacia Berlín, con la que doblegaría al gobierno nacional fácilmente.62
A finales de 1922, contaba ya con una pequeña y creciente banda de seguidores fanáticos, inspirada por la marcha sobre Roma de Mussolini, que empezó a ver en él el deseo de un líder nacional heroico. En este sentido, un libro publicado ese año se refería a Hitler explicando que
el secreto de su personalidad reside en el hecho de que lo que yacía dormido en lo más profundo del alma del pueblo alemán ha cobrado vida en él [...]. Y eso es lo que ha aparecido en Adolf Hitler: la viva encarnación del anhelo de la nación.63
Putsch de Múnich
Artículo principal: Putsch de Múnich
Hitler junto a los demás acusados por el Putsch de Múnich durante su juicio.
En enero de 1923, luego de que el gobierno alemán se retrasase en el pago de las reparaciones de guerra a Francia, esta nación procedió a ocupar la región industrial del Ruhr, devastando la economía germana. El gobierno llamó entonces a la resistencia no violenta contra Francia, pero en septiembre era obvio que esta estrategia no estaba generando resultados. El 26 de septiembre, el canciller alemán Gustav Stresemann decidió reiniciar los pagos a Francia, y cancelar la estrategia de resistencia. Stresemann previó que los nacionalistas y los comunistas iniciarían toda clase de protestas y disturbios ante estas impopulares medidas, por lo que declaró el estado de emergencia ese mismo día.64 De esta manera, el comandante del Ejército, el general Hans von Seeckt, se convirtió en la principal autoridad de la República.64 Hitler vio este período de inestabilidad política como la oportunidad para realizar su propia versión de la marcha sobre Roma.62
No obstante, el tradicionalmente autónomo estado bávaro no estaba dispuesto a aceptar la autoridad central del General von Seeckt. Ese mismo día, el gobierno regional proclamó su propio estado de emergencia y colocó a Gustav von Kahr al mando de Baviera. El gobierno nacional reaccionó exigiendo el arresto de varios líderes nacionalistas y, además, reclamó la supresión del principal periódico nazi, el Völkischer Beobachter. Cuando el Ejército bávaro rehusó obedecer a su comandante en Jefe, el General von Seeckt amenazó con utilizar la fuerza contra Baviera. Hitler se percató entonces de que la situación regional solamente podría empeorar para él ya que, probablemente, el gobierno de Stresemann lograría estabilizar la situación. Cuando Kahr se negó a discutir la situación con Hitler y sus aliados, este último sospechó que el gobierno de Baviera iba a capitular ante el gobierno de Berlín, o peor aún, iba a declarar la independencia de Baviera.65 Hitler decidió entonces realizar una maniobra arriesgada: iba a secuestrar a Kahr, al comandante del Ejército en Baviera y al jefe de la policía regional; una vez en su poder, los iba a convencer de que se uniesen a su bando, y luego, juntos, iban a marchar hacia Berlín para derrocar a Stresemann. Para ganarse el apoyo del Ejército, Hitler decidió usar al general Erich Ludendorff, como figura respetada en su golpe de Estado. El anciano general había sido atraído al movimiento nazi unas semanas atrás.
En la noche del 8 de noviembre de 1923, Hitler y los camisas pardas irrumpieron en una reunión pública liderada por Kahr en el Bürgerbräukeller, una cervecería a las afueras de Múnich. Hitler proclamó una revolución y anunció sus intenciones de formar un nuevo gobierno, junto a Ludendorff, quien no estaba enterado del golpe.66 Antes de iniciar su "Marcha sobre Berlín", que derrocaría al gobierno nacional, Hitler reclamó la ayuda de Kahr y de las fuerzas militares locales. Este último fingió ayudar a Hitler, pero, gracias a la ingenuidad de Ludendorff, escapó en cuanto pudo y retomó el control regional.67 Al amanecer del 9 de noviembre, el Ejército y la policía bávara estaban tomando posiciones contra los golpistas; Ernst Röhm y sus tropas nazis se encontraban rodeados en el Ministerio de Guerra bávaro, y Hitler decidió marchar junto con Ludendorff para liberarlos. El anciano comandante alemán había convencido a Hitler de que los soldados y la policía no dispararían contra él, y que se unirían a su causa.66 No obstante, la policía no se replegó ante Ludendorff y se inició un tiroteo. Catorce golpistas y cuatro policías murieron durante la refriega, entre ellos Max Erwin von Scheubner-Richter, uno de los organizadores del putsch, que recibió un balazo mientras marchaba en primera línea cogido del brazo de Hitler, quien escapó únicamente con un hombro dislocado.68
Hitler saludando a las tumbas de los dieciséis nazis que murieron durante el golpe de 1923.
Hitler se escondió en la casa de Ernst Hanfstaengl, donde redactó su primer testamento político en el que designaba como su sucesor al frente del NSDAP a Alfred Rosenberg y nombraba vicepresidente a Max Amann, pero carecen de fundamento versiones posteriores de los hechos que afirman que intentó suicidarse.69 Fue arrestado la noche del 11 de noviembre,68 acusado de alta traición y Rosenberg se convirtió temporalmente en el líder del partido. Según Joachim Fest, esta subversión fracasada marcó uno de los grandes hitos en la vida de Hitler, pues con ella habría finalizado su aprendizaje y se habría dado paso a su verdadera entrada en la política.70
Su juicio, atrajo atención internacional, y le proporcionó una plataforma política para anunciar su movimiento. Durante su juicio, que se inició el 26 de febrero de 1924, Hitler recibió tiempo casi ilimitado para hablar,71 lo que hizo que su popularidad creciera debido a su poderoso y convincente discurso nacionalista. A diferencia de los participantes en el golpe de Kapp, Hitler asumió la responsabilidad de la intentona golpista, pero negó haber cometido un crimen:
Solamente yo cargo la responsabilidad. Pero no soy un criminal por eso. Si hoy me presento aquí como un revolucionario, es como un revolucionario en contra de la revolución. No existe la alta traición contra los traidores de 1918.72
Durante su juicio en 1924.
El 1 de abril de 1924, Hitler fue sentenciado a 5 años de prisión en la fortaleza de Landsberg, aunque la Constitución estipulaba cadena perpetua contra crímenes de este tipo.73 Hitler recibió un trato privilegiado de los guardias y pudo recibir cartas y visitas de sus admiradores.74 Fue absuelto y liberado el 20 de diciembre de ese mismo año, como parte de una amnistía masiva hacia prisioneros políticos. En total, solo cumplió nueve meses de su condena.
Mein Kampf
Artículo principal: Mein Kampf
Sobrecubierta de Mein Kampf (1926-27).
La estadía de Hitler en la prisión de Landsberg le permitió organizar sus ideas, que dictó a diversos secretarios. El resultado sería una obra titulada Mein Kampf (Mi Lucha), aunque originalmente había planeado llamarla Cuatro años de lucha contra mentiras, estupidez y cobardía.75 Esta obra, dedicada a Dietrich Eckart,76 era una autobiografía y, más importante aún, una exposición de la ideología nacionalsocialista.
A través de sus 782 páginas, Hitler detalló los pasos que un futuro Estado alemán nacionalsocialista debía seguir para finalmente convertirse en el «amo del mundo».77 Primero aboga por la conclusión definitiva de la hostilidad franco-germana, que se lograría con la destrucción de Francia.77 Una vez conseguido esto, Alemania finalmente se encontraría en libertad de expandirse, con el objetivo de conseguir el llamado «espacio vital alemán». Hitler concluye que el Tercer Reich no debe buscar colonias en Asia o África, sino que debe expandirse hacia el este, a expensas de Rusia.77 Aunque reconoce que diversos pueblos ya habitan en Europa oriental, asegura que el pueblo alemán tiene el derecho de desalojar a sus ocupantes:
...la naturaleza no ha reservado esta tierra para la futura posesión de una nación o raza en particular; por el contrario, esta tierra existe para el pueblo que posea la fuerza de tomarla.77
Acerca de la expansión alemana hacia el este.
Hitler considera que la conquista de Rusia será relativamente fácil, ya que los bolcheviques la controlan, y por lo tanto los judíos.78
En cuanto a la política interior del Tercer Reich, Hitler claramente define que el sistema de gobierno será una dictadura:77 Además, el Estado tendrá muy poco que ver con la economía, ya que en realidad será un «organismo racial».78 Después de establecer que la raza aria es superior sobre el resto, asegura que la misma debe subyugar a las demás para poder «preservar e incrementar la cultura».79 Concluye que los alemanes se encuentran en el estado actual debido a que no preservaron su raza pura, y «gradualmente perdieron su creatividad cultural».79 Después de escribir esto, no es sorprendente que determine que el principal propósito del Estado nazi sea:
...la preservación de los elementos raciales originales que confieren cultura y crean la belleza y la dignidad de una humanidad superior.80
Acerca del propósito del Estado.
Asegura que en un futuro distante, la humanidad se enfrentará a problemas que solamente una raza superior, con dominio del mundo, podrá resolver.80
Aunque en la actualidad la interpretación de la historia alemana que Hitler expone en Mein Kampf es considerada grotesca e inexacta, muchos alemanes compartían su visión histórica. Peor aún, cuando Hitler subiese el poder en 1933, se mantendría fiel a sus escritos81 y llevaría a cabo la expansión hacia el este, que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial y en un genocidio de los pueblos eslavos y semitas.
Mein Kampf no solo sirvió para la exposición de las ideas de Hitler, también le proporcionó su principal fuente de ingresos.81 Aunque el libro se publicó en dos volúmenes entre los años de 1925 y 1926, solamente vendió alrededor de 240 000 ejemplares entre 1925 y 1934, aunque en los primeros años las ventas fueron bajas. Hitler pasó esos años esquivando los impuestos aplicables sobre los derechos de autor de su libro, y acumuló una deuda tributaria de cerca de 405 500 marcos. Esta deuda lo perseguiría hasta que se convirtió en canciller.
Reestructuración del partido
Entre 1924 y 1929 los nazis experimentaron pérdidas electorales.
Hitler salió de prisión el 20 de diciembre de 1924.82 Su movimiento revolucionario probablemente estaba en su punto más bajo, el Partido Nazi y sus órganos mediáticos habían sido prohibidos; además, Hitler tenía prohibido hablar en público y el gobierno regional estaba recomendando que fuese extraditado a Austria.83 Durante su ausencia, Gregor Strasser y Erich Ludendorff lideraron el movimiento nazi, y se fueron distanciando de él.
En el aspecto nacional, la inestabilidad política y económica que habían contribuido en el rápido crecimiento del Partido Nazi estaban quedando en el pasado.83 La hiperinflación y los fuertes pagos de indemnización habían sido amortiguados, y los franceses habían aceptado salir de la Renania. Aunque gracias a su fallido golpe Hitler llegó a tener cierta prominencia nacional, el puntal de su partido siguió siendo Múnich y en los meses siguientes el apoyo popular empezó a mermar. En las elecciones parlamentarias de diciembre, los nazis, que participaron bajo el nombre de «Movimiento Nacionalsocialista de Libertad», perdieron la mitad de sus votantes; en contraste, los socialdemócratas estaban recuperando los votos perdidos. Los nazis continuarían en decadencia hasta 1929, mientras tanto, Hitler tuvo que seguir organizando el partido y luchando por mantener el liderazgo del mismo.
Aunque muchos de sus colegas creían que estaba acabado, Hitler salió de prisión con una visión mesiánica de su papel en la historia, y aseguró que los buenos tiempos de la República no durarían.8384 A los pocos días solicitó una entrevista con Heinrich Held, primer ministro bávaro, y luego de realizar promesas de buena conducta, consiguió que legalizase el Partido Nazi de nuevo. Al periódico nazi Voelkischer Beobachter también se le permitió circular de nuevo. Creyendo en las promesas de Hitler, Held le dijo a su ministro de Justicia:
La bestia salvaje está controlada. Podemos permitirnos aflojar la cadena.85
Dr. Heinrich Held sobre Hitler.
Aunque Hitler seguía siendo un autoritario, sus promesas de apegarse a la Constitución eran parcialmente ciertas. Sin embargo, el futuro dictador no había cambiado su ideología, sino su estrategia. Habiendo fracasado en derrocar a la República con un golpe de Estado, ahora perseguía la «estrategia de la legalidad»; esto significaba adherirse a las normas de la Constitución de Weimar para poder ascender al poder legalmente. Algunos miembros del partido, sobre todo los jefes de los «camisas pardas», se opusieron a esta estrategia. Röhm la llegó a ridiculizar, apodando a Hitler «Adolphe Legalité». De esta manera, Hitler ahora se apoyaría en la democracia y las elecciones para acceder al poder, y luego las destruiría:
En lugar de trabajar para conseguir el poder a través de un golpe armado, debemos taparnos las narices y entrar al Parlamento como oposición a los diputados católicos y marxistas. Si superarlos en votos lleva más tiempo que superarlos en disparos, por lo menos el resultado será garantizado por su propia constitución... Tarde o temprano alcanzaremos la mayoría, y después de eso Alemania.86
Acerca de su nueva estrategia constitucional.
El 27 de febrero de 1925, Hitler realizó su primer discurso desde su arresto en 1923, aunque la mayoría de sus hombres de confianza faltaban: Rosenberg, Röhm, Strasser y Ludendorff no asistieron, Eckart había muerto, y Göring estaba exiliado. Sin embargo, Hitler dejó claro que no pensaba compartir el liderazgo con alguien más:
Solamente yo lidero el movimiento, y nadie puede imponerme condiciones mientras yo personalmente asuma la responsabilidad.86
En su primer discurso al salir de prisión.
No obstante, en esta ocasión Hitler no pudo contenerse. Pronto empezó a calificar al Estado, a los judíos y a los marxistas de ser «el enemigo», y los amenazó de muerte.86 De inmediato el Estado bávaro le prohibió pronunciar discursos durante dos años. Desde entonces, la mayor parte de su tiempo lo pasó en Obersalzberg, donde continuó escribiendo Mein Kampf.87 Temeroso de que en cualquier momento fuera deportado, el 7 de abril de 1925, renunció a su ciudadanía austríaca, convirtiéndose efectivamente en un hombre sin nacionalidad, ya que el gobierno bávaro se negaba a concederle la alemana.88
Gregor Strasser, dirigente nazi que en varias ocasiones cuestionó el liderazgo de Hitler.
Sin poder utilizar sus dotes de oratoria, Hitler empezó entonces a trabajar como propagandista y organizador. Fue durante estos años que organizó el Partido Nazi a nivel nacional, y empezó a crear agrupaciones de todo tipo dentro del mismo. Pronto se crearon las Juventudes Hitlerianas y la Liga de Muchachas Alemanas, y se establecieron organizaciones en Austria, Checoslovaquia, el Sarre y la Ciudad Libre de Danzig. Se establecieron las SS como una subdivisión de las SA; sus miembros debían realizar un juramento de lealtad especial hacia Hitler y pronto se distinguieron por ser más confiables que los rudos «camisas pardas». Hitler se colocó a la cabeza de la jerarquía nazi, bajo el título de «Supremo Líder del Partido y de las SA, Presidente de la Organización Nacionalsocialista Alemana de los Trabajadores». Además, creó el «Directorado del Reich», compuesto por los principales jerarcas nazis. Uno de los objetivos de crear esta estructura tan vasta y compleja era la formación de «un Estado dentro del Estado»;89 de esta manera, cuando los nazis finalmente llegasen al poder, Hitler podría destruir la estructura republicana en poco tiempo, y la reemplazaría por la estructura de su Partido.89
Decidido a convertir a su partido en una fuerza nacional relevante, Hitler llamó a Gregor Strasser y le propuso la organización del movimiento en el norte de Alemania.90 La personalidad de Strasser competía con la de Hitler, y la idea de trabajar con independencia en Prusia, Sajonia, Hanóver y la Renania le agradó, por lo que se dedicó a esta tarea junto con su hermano Otto Strasser y un joven secretario llamado Joseph Goebbels. Sin embargo, la personalidad independiente de Strasser y su firme creencia en el elemento socialista del programa nacionalsocialista le ganaron la animosidad de Hitler.9091 En poco tiempo, Strasser se convertiría en la amenaza más seria al liderazgo del último, y esto finalmente le costaría la vida.
El 22 de noviembre de 1925, Strasser realizó una conferencia en Hanóver, donde apoyó la expropiación de bienes de la nobleza depuesta, medida que pronto iba a ser consultada en un plebiscito. De esta manera, la organización nazi del norte, la Arbeitsgemeinschaft der Gauleiter Nord-West, se unió a los marxistas en la campaña electoral.92 Hitler contraatacó el 14 de febrero de 1926, organizando una conferencia en Bamberg, donde obligó a Strasser y a Goebbels a retractarse de su programa. Para complicar la posición de Strasser, Goebbels abandonó su causa unos días después y se unió a Hitler. Sin embargo, este no sería el fin de la enemistad entre Hitler y Strasser.
Después de este encuentro, el partido de Hitler quedó aún más centralizado, y el llamado Führerprinzip («Principio del líder») quedó finalmente arraigado en la organización partidaria. Bajo este sistema, los dirigentes no serían elegidos por su grupo, sino más bien designados por sus superiores, siéndoles delegada la completa responsabilidad ante ellos, al tiempo que exigirían la misma obediencia incondicional a sus subordinados. De acuerdo con Hitler, todo el poder y la autoridad debía ser delegada de arriba hacia abajo.
Ascenso al poder
Artículo principal: Ascenso al poder de Adolf Hitler
El ascenso durante la Depresión
Reunión del partido nazi en 1930.
La Gran Depresión trajo nuevos tiempos para el revolucionario alemán. Durante años Hitler había predicho que llegaría y mientras varios bancos se declaraban en quiebra y millones perdían sus empleos, él declaró su satisfacción, porque entendió que el momento era oportuno para su discurso revolucionario:
Nunca en mi vida he estado más dispuesto e interiormente presto a la lucha que en estos días. Porque la dura realidad ha abierto los ojos de millones de alemanes a las estafas, mentiras y traiciones sin precedentes de los marxistas engañadores del pueblo.93
Acerca de la Gran Depresión.
Un elemento clave del discurso de Hitler fue su capacidad de revivir el sentimiento de orgullo nacional, debilitado en la Primera Guerra Mundial y en el posterior Tratado de Versalles. Después de estos sucesos, Alemania había perdido importancia económica en Europa, junto con todas sus colonias, y además había adquirido una pesada deuda al aceptar la responsabilidad de la guerra. Hitler prometía repudiar al Tratado de Versalles, suspender los pagos de indemnización, generar empleo, combatir la corrupción y controlar a los ricos.94 Sutilmente, los nazis empezaron también a asociar a los judíos con los comunistas y los empresarios corruptos, reviviendo antiguos sentimientos antisemitas.
Hitler posa para la cámara.
La inestabilidad económica de la Gran Depresión pronto se extendió al campo político y benefició a Hitler. En marzo de 1930, Heinrich Brüning fue nombrado canciller de Alemania por el presidente Paul von Hindenburg, ya que el canciller saliente fue incapaz de conseguir la mayoría parlamentaria para gobernar. Brüning tampoco la consiguió, pero se mantuvo en el poder gracias a los decretos presidenciales de Hindenburg. De esta manera, la voluntad del canciller quedó sujeta a la del presidente, y la voluntad del Parlamento alemán fue relegada a un segundo plano. Sin embargo, Brüning era un demócrata, y procedió a llamar a nuevas elecciones, con la esperanza de obtener la mayoría parlamentaria necesaria poder gobernar sin la aprobación de Hindenburg.95 Irónicamente, las elecciones parlamentarias de 1930 no contribuirían en el fortalecimiento de la democracia, ya que convertirían al Partido Nazi en la segunda fuerza política de Alemania y al Partido Comunista en la tercera.
Después de obtener apoyo popular, Hitler procedió a buscar el del Ejército. El discurso nacionalista de Hitler hizo mella en jóvenes oficiales; y una semana después de las elecciones, durante un juicio contra tres oficiales que habían promovido la ideología nazi en el Ejército, Hitler fue llamado a testificar y aprovechó esta oportunidad para intentar ganar el apoyo de los militares, asegurando que «vengaría» la Revolución de Noviembre y que eliminaría los límites impuestos al Ejército alemán en el Tratado de Versalles. El relativo éxito electoral de Hitler también atrajeron la atención de los hombres de negocios germanos. Desde 1931, Walther Funk empezó a presentar a Hitler poderosos industriales; además, varias empresas empezaron a financiarlo, entre las que destaca la aseguradora Allianz.96 Sin embargo, la mayoría de empresas alemanas se negaron a apoyar al futuro dictador.97
Intrigas de Schleicher y Papen
Papeleta electoral de las elecciones presidenciales alemanas de 1932.
Como líder de la segunda fuerza política en el Parlamento, Hitler pronto fue incluido en los planes de los gobernantes de la República de Weimar.98 A finales de 1931 se reunió con el canciller Brüning y el presidente Hindenburg, pero ambos fueron incapaces de conseguir un acuerdo político con él. Fue después de esta primera reunión que Hindenburg aseguró que:
...el «cabo bohemio» era un curioso personaje que podría llegar a ser un Ministro de Correos, pero ciertamente no un Canciller.99
Hindenburg sobre Hitler.
El 7 de enero de 1932, Brüning se reunió de nuevo con Hitler, e intentó persuadirlo de que aprobase la postergación de las elecciones presidenciales de 1932.100 El anciano Hindenburg no quería postularse a la reelección, y todo parecía indicar que Hitler se convertiría en presidente ante la carencia de otros candidatos de peso; si Hitler aceptaba la postergación de las elecciones hasta la muerte natural de Hindenburg, el canciller Brüning luego solicitaría el restablecimiento de la monarquía alemana, aunque bajo un sistema de gobierno similar al británico.101 Hitler se dio cuenta de que esta medida no lo beneficiaría, y después de realizar una serie de demandas que fueron rechazadas de inmediato por Hindenburg, rehusó apoyar el plan de Brüning. De esta manera, Hindenburg fue forzado a aspirar a un segundo período para evitar un triunfo hitleriano.
El 25 de febrero, Hitler finalmente decidió convertirse en ciudadano alemán, y de inmediato presentó su candidatura, en contraposición a la de Hindenburg. A pesar de que Hitler realizó una impresionante campaña electoral,102 Hindenburg ganó con holgura estas elecciones, aventajándolo con más de 16 puntos porcentuales. El candidato austríaco había duplicado los votos de su partido en dos años, pero parecía incapaz de acceder el poder a través de los votos sin comprometerse políticamente con Hindenburg. Fue en este año que la animosidad entre Strasser y Hitler se acentuó de nuevo; a pesar de su derrota en Bamberg en 1926, Gregor Strasser había continuado siendo un importante líder del Partido Nazi, y era más aceptado por el Parlamento y el presidente que Hitler. Debido a su talento político, Hitler lo mantenía en su círculo de asesores más cercano, y junto con Goebbels, Göring, Frick y Röhm, ocupaba el escalafón más alto del Partido en 1932. Sin embargo, Strasser empezó a criticar la postura intolerante de Hitler, quien rehusaba compartir un gobierno con los hombres de Hindenburg.
Saludo fascista, abril de 1932
Después de esta derrota electoral, las «camisas pardas», que ya superaban al Ejército en número, fueron prohibidas. Fue en este momento que el General Kurt von Schleicher, artífice del ascenso de Brüning, empezó a conspirar para provocar su caída. Schleicher contactó a Hitler a través de Röhm; a este último le ofreció legalizar las SA de nuevo, con planes de anexarlas posteriormente al Ejército.103 Por otro lado, le ofreció a Hitler la convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias, a cambio de apoyar a un nuevo gobierno. Como antiguo amigo de Hindenburg, Schleicher logró convencerlo de forzar la renuncia de Brüning, y luego lo persuadió de que nombrase canciller a Franz von Papen. En las nuevas elecciones parlamentarias de 1932, el Partido Nazi se convirtió en la primera fuerza política del Parlamento, pero no alcanzó la mayoría necesaria para gobernar. Con estos resultados, Hitler se negó a apoyar a Papen, y reclamó la Cancillería para él, rehusando de nuevo compartir el poder con la facción de Hindenburg y Schleicher. Con este nuevo fracaso, la corriente de Strasser en el Partido Nazi se fortaleció, y la dirección política de Hitler empezó a ser criticada públicamente por este.
Al igual que su predecesor, el nuevo canciller, resultó ser incapaz de conseguir la mayoría parlamentaria, y Papen llamó entonces a nuevas elecciones, las terceras en 1932. Aunque en estas elecciones los nazis continuaron siendo la primera fuerza política, perdieron votos, y Hitler quedó aún más lejos de alcanzar la mayoría en el Parlamento. No obstante, por esto no cambió su estrategia, ya qu
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Mapamundi de las migraciones de Homo sapiens, con el polo norte como centro. Los patrones de migración están basados en estudios del ADN mitocondrial (matrilinear). Los números representan miles de años. África es el punto de partida, leyéndose desde la parte superior izquierda hasta América del Sur en el extremo derecho.
Estado social y tecnológico del mundo, hacia 1000 a. C.
Cazadores-recolectores
Pastores nómadas
Sociedades agrícolas simples
Sociedades agrícolas complejas/jefaturas
Estados
Deshabitado
La prehistoria (del latín præ-, «antes de», y de historia, «historia, investigación, noticia», este último un préstamo del griego ιστορία) es, según la definición tradicional, el período de tiempo transcurrido desde la aparición de los primeros homininos, antecesores del Homo sapiens, hasta que tenemos constancia de la existencia de documentos escritos,1 algo que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo hacia el 3300 a. C., y posteriormente en el resto del planeta.2 No obstante, en su acepción clásica, se vincula con una prehistoria ligada a la historia natural. Según otros autores, la prehistoria terminaría en algunas regiones del mundo antes, con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a los primeros estados y civilizaciones.
Según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de significado real en el sentido que fue entendido durante generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la llegada del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues estos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.
En ese sentido, el fin de la prehistoria y el inicio de la historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas y mexicas en América, el Imperio de Ghana y el Gran Zimbabue en África o los jeméres en el sudeste asiático, que solamente son identificados con este período por la ausencia de textos escritos que de ellos tenemos3 (los mayas han entrado hace muy poco plenamente en la Historia al haberse descifrado sus glifos, que tienen valor fonético, por lo que forman un sistema completo de escritura).4
Se considera un campo académico o especialidad muy ligada a la Arqueología, la Paleontología y la geología histórica.
Índice
1 Prehistoria, Historia y Arqueología
2 Prehistoria de África
2.1 África subsahariana
2.1.1 Paleolítico del África subsahariana
2.1.2 Edad de los Metales en el África subsahariana
2.2 Noroeste de África
2.2.1 Edad de Piedra en el norte de África
2.2.2 El metal y la entrada en la Historia del norte de África
3 Prehistoria de Oriente Próximo
3.1 Paleolítico en Oriente Próximo
3.2 Mesolítico en Oriente Próximo
3.3 Neolítico en Oriente Próximo
3.4 Edad de los Metales en Oriente Próximo
3.4.1 Edad del Cobre en Oriente Próximo
4 Prehistoria de Asia
4.1 Paleolítico asiático
4.2 Mesolítico asiático
4.3 Neolítico asiático
4.4 Edad de los Metales asiática
5 Prehistoria de Europa
5.1 Edad de Piedra europea
5.2 Edad de los Metales en Europa
5.2.1 Calcolítico europeo
5.2.2 Edad del Bronce en Europa
5.2.2.1 Bronce Antiguo en Europa
5.2.2.2 Bronce Medio en Europa
5.2.2.3 Bronce final en Europa
5.2.3 Edad del Hierro en Europa
5.2.3.1 Hallstatt
5.2.3.2 La Tène
5.2.3.3 La península ibérica durante la Edad del Hierro
6 Prehistoria de América
6.1 Periodo Lítico o Paleoíndio
6.2 Periodo Arcaico
6.2.1 Arcaico Temprano
6.2.2 Arcaico Tardío
6.3 Periodo Formativo
6.4 Umbral de la historia americana
7 Véase también
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
Prehistoria, Historia y Arqueología
Artículo principal: Historia y teoría de la Arqueología
Véase también: Arqueología
Desde el punto de vista más tradicional, se considera que la arqueología prehistórica es una especialidad científica que estudia, por medio de la excavación, los datos de este periodo de la Historia que ha precedido a la invención de la escritura. Los restos arqueológicos son la principal fuente de información y para estudiarlos se utilizan numerosas disciplinas auxiliares, como la física nuclear (para efectuar dataciones absolutas), el análisis por espectrómetro de masas (de componentes líticos, cerámicos o metálicos), la geomorfología, la edafología, la tafonomía, la trazalogía (para las huellas de uso), la paleontología, la paleobotánica, la estadística no paramétrica, la etnografía, la paleoantropología, la topografía y el dibujo técnico, entre otras muchas ciencias y técnicas. De manera que hay un gran número de personas que consideran a la prehistoria como una especialidad dentro de la Historia, pero mucho más tecnificada y pluridisciplinaria.
La metodología de base para la obtención de datos en la prehistoria es la Arqueología, por lo que hasta hace muy poco Prehistoria y Arqueología eran confundidas constantemente. En los ámbitos académicos de la Europa continental, la prehistoria es una especialidad de la Historia, siendo habitual que haya departamentos de Prehistoria dentro de las facultades de Historia y también es normal que la financiación de las investigaciones corra a cargo de instituciones de orientación humanística o la propia administración estatal. En cambio, en América y las islas británicas, la Prehistoria está siendo supeditada a la Arqueología (Arqueología procesual), la cual, a su vez, suele verse como una especialidad de la Antropología, cuyo alcance, en cualquier caso, no se limita a las fases preliterarias de la Historia, sino a cualquier periodo pretérito, aunque sea muy reciente. Además, la organización de los departamentos de Arqueología anglosajones suele ser diferente al asociarse a menudo a las Ciencias Naturales, incluyendo laboratorios propios y sistemas de financiación ligados a organismos enfocados a tales ciencias (en Estados Unidos, por ejemplo, la National Science Foundation y en Gran Bretaña el Natural Environment Research Council) o fundaciones más relacionadas con el sector privado.5
Los últimos estadios de la prehistoria, la protohistoria, englobarían, según algunas interpretaciones, los periodos sin escritura de ciertas culturas contemporáneas de los pueblos históricos, cuyos textos nos dan una información adicional sobre estos grupos ágrafos, y según otras, aquellas sociedades en proceso de formación de un estado, pero que no tienen escritura. Estas definiciones son bastante limitadas, siendo la primera escasamente útil fuera del ámbito europeo. Así, debido a la complejidad del concepto, este es poco usado y las culturas protohistóricas suelen incluirse tanto en el estudio de la prehistoria como en los primeros momentos de la Historia antigua.
Cronología prehistórica.png
Prehistoria de África
África es la cuna de la humanidad y es en la actualidad el continente en el que más poblaciones siguen utilizando tecnologías prehistóricas. Resulta fácil concluir que la prehistoria de África es la más larga y compleja de todo el globo.6 Pero esto no siempre fue visto así, ya que durante el siglo xix y hasta mediados del XX se adjudicaba a Asia nuestro origen. Esta teoría era la consecuencia de que los fósiles de homininos más antiguos con los que se contaba entonces procedían de allí: el Hombre de Java y el de Pekín. Tal visión cambió radicalmente con los trabajos realizados en el África austral y oriental, y publicados a partir de los años cincuenta del siglo xx, que remontaron la antigüedad de los fósiles africanos (de Australopithecus y Homo) a cuatro millones de años atrás.7
África subsahariana
En el África subsahariana nacieron y evolucionaron buena parte de las especies de homininos antepasados nuestros. De allí salió Homo ergaster para colonizar Asia y Europa, Homo antecessor hacia la península ibérica y, finalmente, Homo sapiens para dominar todo el mundo.89 Posteriormente, el corazón del continente vio como florecieron importantes culturas que fueron decayendo, unas por su propia dinámica interna y, otras por la continua sangría provocada por la explotación colonial y/o esclavista iniciada en tiempos de los cartagineses, y perpetuada por los romanos, los árabes y los europeos (estos últimos a partir de la Edad Moderna).
Paleolítico del África subsahariana
En África subsahariana para el Paleolítico suele utilizarse la periodización anglosajona, aunque ésta obvia toda la fase de desarrollo correspondiente al género Australopithecus:
ESA (Early Stone Age o Edad de Piedra temprana) se refiere al periodo comprendido desde la aparición del primer miembro del género Homo, hace más de dos millones y medio de años, hasta hace unos 200 000. Se divide en dos etapas tecnológicas: olduvayense o modo técnico 1 y achelense o modo técnico 2.
La garganta de Olduvai 2011.
La industria olduvayense es la más antigua del mundo. Aunque recibe su nombre del yacimiento epónimo de Olduvai, en Tanzania, los hallazgos más antiguos aparecen más al norte, en Etiopía, concretamente en la cuenca del río Omo, donde la investigadora francesa Hélène Roche ha datado herramientas talladas en el arroyo de Kada Gona (Afar), por medio del potasio-argón, en 2,6 millones de años de antigüedad. La olduvayense es una industria compuesta, fundamentalmente, por cantos tallados y lascas. Se atribuye normalmente al Homo habilis o al Homo rudolfensis, aunque según ciertos investigadores las especies más inteligentes de Australopithecus (por ejemplo el Australopithecus garhi) también pudieron elaborar herramientas, lo cual plantea numerosas controversias.
La industria achelense apareció hace 1,5 millones de años, al parecer ligada a una nueva especie humana, probablemente Homo ergaster,10 aunque existe un cierto hiato evolutivo en cuanto a los fósiles de este periodo. El Achelense africano, sin duda el originario, se caracteriza por el empleo del bifaz, el hendidor, el canto tallado, la raedera, los denticulados y una serie de técnicas y métodos de talla relativamente avanzados (método Levallois y sus variantes africanas, que son muchas más que las europeas).
MSA (Middle Stone Age o Edad de la Piedra intermedia), es el periodo que va desde hace 200 000 años hasta hace 30 000. Se desarrollaron industrias muy parecidas entre ellas, para las que se han establecido numerosas variantes regionales basadas, sobre todo, en la influencia de la materia prima local, que parece condicionar la tecnología y la tipología lítica.
En el África oriental y austral (Pietersburg y Bambata) destaca el Stillbayense, que se extiende por el sur de África hasta Rodesia y la zona oriental. Se caracteriza por las raederas, las puntas triangulares, las puntas foliáceas bifaciales y las lascas laminares. Otra industria propia de las llanuras de Sudáfrica es el Fauresmithiense, que tiene un fuerte componente Levallois y piezas de tradición achelense (bifaces, hendidores...), pero de pequeño tamaño. Las industrias de África central son más arcaicas, como el Sangoense, que parece un Achelense tardío. Es difícil atribuir grupos humanos a cada una de esas industrias; quizás las más arcaicas correspondan a Homo rhodesiensis y las más evolucionadas a los primeros Homo sapiens (tal vez a Homo sapiens idaltu u otra subespecie, cuyos restos se documentan en los yacimientos de Border Cave y Klaisies River Mouth, Sudáfrica, y en Herto, Etiopía).
LSA (Late Stone Age o Edad de Piedra tardía) es el último periodo del Paleolítico del África subsahariana. Las industrias típicas del África oriental son núcleos discoides, piezas foliáceas bifaciales y microlitos geométricos. En África central tenemos el Lupembiense, cuyos artefactos más característicos son unos espesos picos foliáceos finamente retocados. En el sur de África encontramos la cultura aparentemente más sofisticada, el Wiltoniense, de características microlíticas y laminares que fue extendiéndose hacia el norte y perduró hasta épocas históricas, incorporando numerosas innovaciones (llegando incluso, a neolitizarse parcialmente). Por último, en el Sahel hay industrias emparentadas con el periodo anterior y con rasgos protoneolíticos, como ocurre con el Gumbiense de Etiopía (un pueblo de pastores nómadas que conocían la cerámica). En muchos de estos lugares tales tecnologías se mantuvieron sin apenas evolución hasta la expansión bantú o hasta la colonización europea (por ejemplo, la cultura Gwisho).
Edad de los Metales en el África subsahariana
Escultura nigeriana del siglo xvi.
La metalurgia en la región subsahariana no pasó por las clásicas fases del Viejo Mundo (cobre, bronce y hierro), apareciendo solo evidencias de fundición del hierro y en unas fechas muy tempranas respecto a Europa. Hasta mediados de los años setenta del siglo xx se relacionaba la expansión lingüística del grupo bantú por África central y austral (a partir del siglo V a. C. y a costa de, sobre todo, las lenguas joisanas) con la del metal. Pero los datos arqueológicos posteriores han desmentido este modelo de tradición colonialista. Así, las dataciones más antiguas relacionadas con artefactos férreos se sitúan hacia el 1800 a. C. en lo que actualmente es el desierto de Níger. Sobre el 1300 a. C. para algunos puntos de África oriental, el 900 a. C. en el área del Congo y el 500 a. C. en Zambia y Zimbabue.11
El proceso lingüístico bantú está todavía lejos de ser bien comprendido y los estudiosos sostienen diversas teorías acerca de su génesis y desarrollo.11 Puede que los Nok de Nigeria, que vivían en los valles de los ríos Níger y Benué, y eran capaces de fundir y forjar el hierro hace 2500 años estén relacionados con el origen de los bantúes, aunque no hay pruebas.
Aunque la mayoría de los grandes reinos de África centro-occidental mantuvieron fuertes lazos de dependencia comercial con las áreas islámicas, ya históricas, del norte, sus fuentes narrativas siguieron estando basadas en las tradiciones orales. Tenemos noticias de ellos gracias a los viajeros y misioneros musulmanes que alcanzaron el centro del continente y dejaron constancia en sus escritos. Ese fue el caso de un geógrafo que describió en el siglo viii el Imperio de Ghana. Los registros orales fueron puestos por escrito en árabe gracias a historiadores de Tombuctú, que durante el siglo xvii recogieron tradiciones que se remontaban a los siglos XIII-XIV, relacionadas con el Imperio de Malí. En cambio, del Imperio Monomotapa, que floreció entre los siglos XI y XV gracias a los contactos comerciales con los musulmanes asentados en la costa del Índico, no hay documentos escritos hasta la llegada de los portugueses.12
Noroeste de África
El África mediterránea tuvo, durante la Edad de Piedra, una periodización equivalente a la europea, Paleolítico y Neolítico. Después, la influencia de la civilización egipcia y la llegada de colonizadores fenicios aceleraron el ritmo evolutivo respecto a Europa.
Edad de Piedra en el norte de África
El Paleolítico inferior y medio están bien representados desde fechas muy remotas.13 Así, hay numerosas evidencias del olduvayense y del achelense (más en el Magreb que en la zona del Nilo), pudiéndose añadir a las industrias líticas diversos tipos de restos humanos (la mandíbula de Ternifine, en Argelia, que podría ser atribuida a Homo heidelbergensis o el cráneo de Jebel Irhoud, en Marruecos, de aspecto neandertaloide). Durante este periodo existe similitud entre los grupos norteafricanos y los de Europa occidental.
La cultura ateriense parece romper esa tendencia y separa la evolución técnico-cultural (especialmente en la zona del Sáhara) de la de sus vecinos. Aunque es similar al musteriense (modo técnico 3) en algunas de sus técnicas líticas, tiene sus propias particularidades que lo diferencian de aquel, como serían la costumbre de elaborar utensilios pedunculados o una cronología que no podría ubicarse en las fases de la prehistoria europea (48 000 a. C.-30 000 a. C., aunque haya constancia de su pervivencia durante al menos diez mil años más).
Punta pedunculada típica del Ateriense
Punta pedunculada típica del Ateriense
Cráneo neandertaloide de Jebel Irhoud (Marruecos)
Cráneo neandertaloide de Jebel Irhoud (Marruecos)
Cráneo tipo Mechta el-Arbi, con avulsión de incisivos.
La cultura iberomaurisiense es también exclusiva del norte de África, especialmente de las costas magrebíes. Su prolongada cronología se solapa con el Ateriense y parece abarcar el equivalente a todo el Paleolítico superior europeo, apreciándose en él una clara evolución. Se trata de un complejo cultural con industria ósea bien desarrollada y una industria lítica a base de hojas. Con el tiempo tendió a la microlitización, primero laminar y luego geométrica, atestiguándose un temprano empleo de la técnica del golpe de microburil. En cuanto a los restos humanos, destacan los de Mechta el-Arbi (Argelia), de tipo cromañoide.
La cultura capsiense es otro grupo cultural de origen claramente magrebí.14 Sus comienzos se sitúan hacia el 8000 a. C., dentro del Epipaleolítico local. Destaca por la abundancia de materiales, entre los cuales se encuentran útiles laminares y microlíticos (los hay foliáceos de bella factura), junto a las características botellas fabricadas en huevos de avestruz y los abundantes concheros. La caza, la recolección y el marisqueo debieron ser las fuentes principales de sustento. Hacia el quinto milenio se convirtieron en semisedentarios, adoptando la ganadería (complementada con una agricultura muy rudimentaria) y utilizando la cerámica. Por todo ello, en esta fase final se habla de un Neolítico de tradición capsiense.
Principales yacimientos del Iberomaurisiense y del Capsiense en el Magreb.
Figurilla protodinástica de Maadi.
El Neolítico de la zona del Nilo es particularmente avanzado, con dos focos principales situados respectivamente en el Delta (Merimdé), y en el alto Egipto (el Badariense).15 Aunque ambas tienen sus propias particularidades y diferencias, comparten ciertos rasgos que permiten sostener que existían relaciones entre ellas. Tenían grandes asentamientos completamente sedentarios, cuya economía se basaba en la agricultura y la ganadería. Sus cabañas, hechas con barro, ramas y cañas, contienen hogares, silos para el grano e incluso inhumaciones en fosa con ajuar. La cerámica es variada, mostrando modelos monocromos y otros pintados, y el resto de la cultura material es muy rica: hay cuchillos de sílex con una talla primorosa (tal vez ceremoniales), paletas de esquisto para la mezcla de pigmentos, productos para la confección de tejidos, puntas de flecha, ornamentos en piedras semipreciosas (a menudo importadas), estatuillas de animales y de personas, y (en la etapa final) piezas de cobre. Estos grupos culturales se inscriben en el llamado periodo predinástico de Egipto y son considerados como la etapa previa a la entrada de Egipto en la Historia.
El metal y la entrada en la Historia del norte de África
El Nilo: La eclosión de la civilización egipcia se inició ya en el IV milenio a. C. con el surgimiento de numerosas ciudades, los primeros jeroglíficos y la aparición de dos grandes estados (el Alto y el Bajo Egipto) en el periodo llamado Protodinástico. Estos estados acabaron siendo unificados por el primer faraón, el rey Narmer, aproximadamente en el 3150 a. C. De este modo, la zona oriental de África entró muy tempranamente en la Historia y, además, se convirtió en un foco de irradiación cultural que no solo afectó al Mediterráneo, sino también a gran parte del continente africano.
Paleta conmemorativa del primer faraón, Narmer
Paleta conmemorativa del primer faraón, Narmer
Cita sobre pueblos líbicos en la estela de Merenptah
Cita sobre pueblos líbicos en la estela de Merenptah
Estela púnica de la diosa Tanit
Estela púnica de la diosa Tanit
Tumba del rey númida Masinisa
Tumba del rey númida Masinisa
Líbico representado en una tumba egipcia.
El Magreb, en cambio es un caso muy diferente.16 Mientras que durante el segundo milenio antes de nuestra era buena parte del Mediterráneo comenzaba a ser recorrido por navegantes a la búsqueda de materias primas como el cobre y el oro, el Magreb quedaba al margen de este flujo de contactos e intercambios económico-culturales. La etnia bereber, de la que se desconoce su procedencia (aunque los estudiosos creen que su lengua es de orígenes afroasiáticos), era predominante en la región. La primera noticia de este grupo humano procede de textos egipcios datados en el 2300 a. C., donde se les denomina «téhménow»; posteriormente los citaron en el año 1227 a. C. cuando parece que atacaron el Delta, pero esta vez ya se les denominó libou, es decir, libios. Desde entonces los textos clásicos se refirieron a los indígenas del Magreb como pueblos líbicos. Sus restos funerarios se componen de cistas bajo túmulo, dólmenes (mucho más tardíos que los del occidente europeo) y, en los momentos finales, unos pequeños hipogeos llamados haouanets (por ejemplo, los de Debbabsa, en Túnez).
Desde finales del segundo milenio a. C. se cree que los fenicios frecuentaban las costas del Magreb, fundando las primeras factorías en torno al 1100 a. C. Éstas fueron Útica (cerca de Bizerta) y Oea (en los alrededores de Trípoli), aunque la más importante fue, sin duda, Cartago, en el 814 a. C. La influencia ejercida por los cartagineses se plasmó en la aparición, a partir del siglo V a. C., de las primeras monarquías indígenas en la propia Cirenaica (los colonos griegos hablan del rey Battus, fundador de la dinastía de los Batíadas), en Ghana y en Numidia (donde uno de sus reyes, Masinisa, se hizo legendario por sus cambios de bando en la Tercera Guerra Púnica). Asimismo, los púnicos introdujeron también mejoras agropecuarias, el hierro, el torno de alfarero, la acuñación de moneda y, finalmente, propiciaron la invención de un tipo propio de escritura: el «alfabeto líbico» o tifinagh, que, ha sobrevivido hasta la actualidad entre ciertas tribus de tuaregs.
Inscripciones en alfabeto líbico de la cueva de Tafira (Argelia).
Prehistoria de Oriente Próximo
En nuestro ámbito se suelen usar indistintamente las expresiones "Oriente Medio" y "Oriente Próximo" para designar a la región del Oriente más próxima a Europa, que es sinónimo de Asia sudoccidental. En cualquier caso, desde el punto de vista histórico, el Oriente Próximo es lo que se denomina una zona nuclear, la cual irradió continuas innovaciones y cambios que influyeron decisivamente en el desarrollo tecnológico y social de toda Eurasia.
Paleolítico en Oriente Próximo
El yacimiento de Mugharet et-Tabun (Israel), ofrece una secuencia casi completa de este periodo: las industrias más antiguas son del achelense final (pertenecientes al modo técnico 2), seguidas de niveles con típicas industrias musterienses (modo 3) y, ya en los superiores, piezas laminares auriñacienses (modo 4).
Paleolítico inferior: la presencia del ser humano en la zona está documentada en Dmanisi (Georgia), con la aparición de unos restos denominados Homo georgicus, relacionados con Homo erectus y Homo ergaster. Datados en 1,85-1,6 millones de años de antigüedad, aparecieron acompañados de una cultura material muy tosca, de tradición olduvayense (modo 1).
Los primeros bifaces se encontraron en Ubeidiya (Israel), junto a restos humanos muy antiguos. El achelense típico de la zona comprendería desde hace algo más de 800 000 años hasta unos 150 000 años antes del presente (AP).
Cráneo de Dmanisi
Cráneo de Dmanisi
Bifaz de Um Qatafa
Bifaz de Um Qatafa
Punta de El-Wad
Punta de El-Wad
Hojita Dufour
Hojita Dufour
Paleolítico medio: es muy similar al de toda la cuenca mediterránea, ocupada en aquella época por el Homo neanderthalensis, aunque los fósiles humanos conocidos en la base de la secuencia temporal poseen rasgos casi idénticos a los primeros Homo sapiens que aparecen en la MSA africana, con una antigüedad probada de unos 100 000 años. Han sido hallados en los yacimientos de Skhul y Qafzeh. En cambio, los neandertales son, cronológicamente posteriores, datados alrededor de 60 000 años AP en las cuevas de Amud y Kebara. Todo parece indicar que los humanos modernos llegaron a Oriente Medio desde África antes de que los neandertales llegasen desde Europa. Quizás se encontraron allí o puede que los primeros ya se hubieran ido. El caso es que ambas especies de homininos compartían algunos rasgos culturales: utilizaban la misma tecnología lítica, la musteriense, controlaban el fuego y enterraban a sus muertos.17
Artículo principal: Domesticación del fuego
Paleolítico superior: parecen diferenciarse dos complejos tecnológico/estilísticos paralelos, ambos con microlitos. Por un lado, estaría el Ahmariense, que se caracteriza por una tecnología laminar formada por piezas de dorso y cuchillos, aunque el fósil director es la punta de base retocada o punta de El-Wad. Por otro, distinguiríamos el Auriñaciense levantino, procedente de Europa oriental y que se caracteriza por grandes lascas y gruesas hojas que servirían de soporte para raspadores, buriles y hojas con retoque escamoso; destacarían además las hojitas de Dufour y la industria ósea.
Mesolítico en Oriente Próximo
Comenzó al finalizar la última glaciación. La caza y la recolección siguieron siendo básicas para la supervivencia humana (se inventaron el arco y las flechas), pero, en algunas regiones, los nómadas se fueron transformando en semisedentarios, la caza se especializó en unas pocas especies, intensificándose, y la recolección se convirtió en forrajeo organizado. Así surgieron los grupos mesolíticos más significativos de la región: los natufienses, que vivían en pequeños poblados, asociados a silos, y poseían diversas herramientas para cosechar y elaborar cereales panificables.
Neolítico en Oriente Próximo
El Creciente Fértil.
Datado hacia el 8000 a. C. en la región denominada Creciente Fértil, es decir, Mesopotamia (hoy en día Irak), regiones adyacentes de Turquía e Irán, así como Canaán (actualmente Siria, Jordania, Israel y Palestina). Es una de las áreas nucleares de la neolitización, considerada la más antigua. Allí se domesticaron algunas de las especies de animales básicas para dar lugar a los inicios de la ganadería y se comenzaron a cultivar ciertas plantas sin las cuales no entenderíamos la agricultura. Además:
Se modificaron algunas herramientas, como las hachas pulimentadas.
Se recombinaron elementos conocidos para crear otros nuevos: la cerámica y los tejidos.
Se fundaron los primeros poblados estables (sedentarización).
Por primera vez se produjeron alimentos y otros productos en mayor cantidad de la necesaria, creando excedentes.
Se produjo un fuerte aumento demográfico que hizo que alguna aldea se convirtiera en proto-ciudad: Jericó (Cisjordania).
Edad de los Metales en Oriente Próximo
Aunque en el Próximo Oriente el desarrollo de la metalurgia del bronce coincidió con la aparición de documentos escritos y el nacimiento de las primeras civilizaciones (dejando sin sentido que tratemos la Edad de los Metales como una etapa prehistórica global), la fase calcolítica sigue siendo todavía prehistórica.
Edad del Cobre en Oriente Próximo
Estatua de Kurlil, procedente de las inmediaciones del templo de Ninhursag en El Obeid (dinastías arcaicas).
El Calcolítico o Eneolítico es la Edad del Cobre (en griego cobre se dice Χαλκός = khalkós). El cobre comenzó a ser utilizado durante el Neolítico en forma de objetos martillados a partir de pepitas de metal nativo. Las primeras evidencias corresponden a la cueva de Shanidar (montes Zagros, Irak), donde se hallaron colgantes hechos con cuentas de cobre en niveles correspondientes al 9500 a. C., o sea, del Neolítico inicial.18 Empezó a ser fundido en el sur de Anatolia y el Kurdistán durante el VI milenio a. C. para realizar punzones, agujas y adornos, mientras se seguían utilizando las mismas herramientas líticas (o de otros materiales) del Neolítico, ya que los artefactos metálicos eran menos eficaces que los de sílex u obsidiana.
En Mesopotamia la metalurgia del cobre (y del plomo) aparece en los complejos culturales de Samarra (Irak) y Tell-Halaf (Siria), hacia mediados del VI milenio a. C. En ambos se había empezado a practicar la agricultura de regadío y se elaboraron cerámicas hechas a mano de alta calidad. Los grupos halafienses construyeron santuarios, realizaron pequeñas esculturas y utilizaban sellos. En el sur mesopotámico destacan el yacimiento de Eridu, donde se construyó un templo de pequeño tamaño, y El Obeid, que nos ha legado cerámica hecha a torno, armas y adornos de metal, así como templos monumentales que anticipaban los posteriores zigurat.
Desde el 5000 a. C. en Ugarit (Siria) y desde el 4500 a. C. en Palestina y Biblos (Líbano) comenzaron a manufacturarse pequeñas cantidades de objetos metálicos que en el caso de Biblos no solo fueron de cobre sino también de oro y plata.
A pesar de que los fósiles directores de esta fase son los objetos de cobre fundido, la metalurgia no es la principal innovación asociada con este período. Complejos procesos como la intensificación de la producción, la especialización artesanal o la estratificación social provocaron una serie de fenómenos que desembocaron en la aparición de las primeras sociedades complejas o preestatales, que se transformaron durante el Bronce antiguo en estados.
Véase también: Anexo:Períodos prehistóricos de Oriente Próximo
Prehistoria de Asia
Paleolítico asiático
Cráneo del denominado "Hombre de Pekín", un Homo erectus.
Paleolítico inferior: el primer humano documentado en Asia (exceptuando Oriente Próximo, visto más arriba) es el Homo erectus, hallado en China occidental y Java (Indonesia), con unas antigüedades respectivas de 1,7 y 1,3 millones de años AP. Tradicionalmente se ha creído que más allá de la actual India solo había artefactos líticos pertenecientes al modo técnico 1, pero recientemente se han descubierto bifaces (modo técnico 2) en Mongolia, Vietnam y una región china limítrofe con este último país. Zhoukoudian, cerca de Pekín, es uno de los yacimientos clásicos, donde se han encontrado abundantes restos de homininos, fauna, flora, industria lítica y de uso del fuego.19
Paleolítico medio: en India, China y el Sudeste asiático se desarrollaron también tecnologías líticas de lascas obtenidas mediante el método Levallois (modo técnico 3), aunque no serían propiamente musterienses y siguieron siendo utilizados abundantemente los cantos tallados.20
Paleolítico superior: Homo sapiens desplazó al H. erectus en todo el continente. Hay industrias líticas laminares, lascas y raspadores en el macizo de Altái (a partir del 43 000 AP), China, India, Pakistán, Sri Lanka (desde el 33 000 AP), Tailandia, Borneo (con pinturas rupestres), Corea y Japón (poblado a partir del 25 000-20 000 AP).21
Mesolítico asiático
Al este del Oriente Próximo los grupos epipaleolíticos/mesolíticos son poco conocidos, aunque se han encontrado industrias microlíticas en India (Madrás y Guyarat), en Tailandia, Indonesia, China, Manchuria, Mongolia, Corea y Japón. Corresponden a grupos que practicaban la recolección, la caza, la pesca y el marisqueo.22
Neolítico asiático
Tanto el Subcontinente indio como Asia Oriental y el Sudeste asiático son considerados por la mayoría de los investigadores como áreas nucleares en la neolitización.
Subcontinente indio: a principios del VII milenio a. C. comenzaron a formarse aldeas estables de carácter agropecuario en el alto Indo, que, posteriormente, se extendieron hacia el sur. Durante el VI milenio a. C. ocurrió algo similar en el alto Ganges.
Asia oriental: a finales del VII milenio a. C. se desarrolló un núcleo neolítico autóctono en el Amarillo alto, donde se cultivaba mijo y se domesticaron el cerdo y el perro, mientras en la China meridional se comenzó a cultivar el arroz.
Sudeste asiático: en el VI milenio a. C. en el norte de Tailandia se domesticaron los guisantes y las habas.23
Figurilla femenina correspondiente a la cultura del valle del Indo (hacia 2500-1900 a. C.).
Edad de los Metales asiática
La metalurgia del cobre está presente en la cultura urbana del valle del Indo (o de Harappa), que se desarrolló independientemente de las civilizaciones del Creciente Fértil entre 2700-1700 a. C. Harappa o Mohenjo-Daro fueron auténticas ciudades con casas de adobe y ladrillo estandarizados, urbanismo reticular formando barrios, con murallas y centros ceremoniales. El cobre sirvió inicialmente para producir bienes de prestigio y después para fabricar herramientas y armas.24
En los valles de los ríos chinos Amarillo y Yangtsé se ha documentado la metalurgia del cobre desde mediados del IV milenio a. C., pero no está claro si es autóctona o importada de otras regiones asiáticas. En los grupos calcolíticos de Longshan se aprecian las primeras formas protoestatales, que dieron lugar a la cultura de Erlitou, muy relacionada con la primera dinastía conocida, la Xia y con la generalización del uso del bronce. En Vietnam y Tailandia el cobre fundido se fecha durante el III milenio a. C., pero su conocimiento es de clara influencia india y china. El bronce aparece en Siam a principios del II milenio a. C.; posteriormente, en Vietnam se elaborarán los sofisticados tambores de bronce Dong Son.252627
Prehistoria de Europa
Excavación del yacimiento de Gran Dolina en Atapuerca. En el nivel TD-10, que se observa donde se encuentra el mayor grupo de excavadores, aparecieron herramientas del Paleolítico medio. El nivel inferior, situado debajo de los andamios, es TD-6, donde se han encontrado herramientas del Paleolítico inferior.
Artículo principal: Prehistoria de Europa
Durante toda su prehistoria, el continente europeo fue tributario de las tradiciones culturales de África y Oriente Próximo. Si exceptuamos la cultura musteriense y quizá la auriñaciense, así como el desarrollo del arte paleolítico, el megalitismo, el vaso campaniforme o la cerámica cordada, buena parte de la evolución registrada durante esta fase es el resultado de importaciones foráneas. Solo el desarrollo de la cultura clásica grecorromana (ya histórica) puso a Europa a la altura de las grandes civilizaciones de otros continentes.28
Edad de Piedra europea
La Edad de Piedra europea sigue dividiéndose en tres etapas, siguiendo las propuestas de John Lubbock, que en 1865 separó el Paleolítico y el Neolítico. A estas se unió posteriormente el Mesolítico/Epipaleolítico, gracias al descubrimiento del tardenoisiense por Gabriel de Mortillet, realizado entre 1885 y 1897.29 La definición de las tres Edades de la Piedra fue precisada y enriquecida por las propuestas de Henri Breuil en 1932. Desde entonces, aunque se hayan revisado las referencias y muchos conceptos erróneos, esta división apenas ha sufrido alteraciones relevantes.
El Paleolítico es el periodo más antiguo y largo de la historia europea, comenzando hace aproximadamente un millón de años con la llegada de los primeros humanos: Homo ergaster u Homo antecessor. Posteriormente aparecieron otros tipos característicos del continente: Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis. Homo sapiens sapiens llegó desde África hace unos 50 000 años. Paralelos a la evolución humana se produjeron cambios culturales: durante el Paleolítico inferior la cultura dominante en Europa fue el achelense y en el Paleolítico medio encontramos el musteriense, propio del hombre de Neandertal, aunque quizá el Châtelperroniense sea un epígono de este tipo humano. Con la llegada del hombre moderno30 se sucedieron el auriñaciense, gravetiense, solutrense y magdaleniense (todos ellos pertenecientes al modo técnico 4). Otros elementos importantes para comprender el Paleolítico son las continuas oscilaciones climáticas denominadas glaciaciones, el predominio de una economía de caza-recolección y el desarrollo del arte a partir de la llegada del Homo sapiens.
Bifaz, el artefacto más típico del Achelense.
Bifaz, el artefacto más típico del Achelense.
Proyectiles óseos del final del Paleolítico y del Epipaleolítico.
Proyectiles óseos del final del Paleolítico y del Epipaleolítico.
La punta de Tardenois es un microlito típico del Mesolítico.
La punta de Tardenois es un microlito típico del Mesolítico.
Tumba mesolítica de Téviec (Morbihan, Francia).
Tumba mesolítica de Téviec
(Morbihan, Francia).
El Epipaleolítico/Mesolítico se refiere al periodo que transcurre desde el final del último periodo glacial (hace unos 12 000 años) hasta el comienzo del Neolítico (hace unos 5000 años). Actualmente se discrimina entre grupos epipaleolíticos (aquellos que mantienen el modo de vida propio del Paleolítico, sin cambios sustanciales, como ocurre con el Aziliense, por ejemplo) y grupos mesolíticos (aquellos que muestran una tendencia propia a evolucionar hacia la sedentarización y otros rasgos propios de lo que luego será el Neolítico, como podría ser el caso del Tardenoisiense).
El Neolítico en Europa.
El Neolítico llegó a Europa en el sexto milenio a. C., procedente del Oriente próximo y a través de la península balcánica y la cuenca Mediterránea, aunque hay constancia ya en el VII milenio a. C. de cronoculturas protoneolíticas en los Balcanes: se trata de pueblos acerámicos, con una agricultura rudimentaria e itinerante, con ganadería y numerosas pervivencias mesolíticas (caza, pesca y recolección, hábitats en cuevas, sin hachas pulimentadas, etc.). Aunque los primeros poblados sedentarios son muy pequeños, pronto se desarrollaron yacimientos como Sesklo o Nea Nikomedia, ambos sobre elevaciones del terreno, con murallas y bastiones y, en su interior, construcciones rectangulares con un vestíbulo de acceso, en las cuales se han hallado cerámicas pintadas y figurillas femeninas.
En el Mediterráneo occidental se cree que hubo una fase precerámica fundamentalmente ganadera y relacionada con hábitats en cueva, previa a la aparición de unos grupos de carácter agrícola y ganadero identificados tradicionalmente por un elemento característico, la cerámica cardial. Estas típicas cerámicas decoradas con impresiones de conchas de berberecho (Cardiidae) aparecen tanto en la orilla africana como en la europea del Mediterráneo, desde Dalmacia a la península ibérica (verde claro en el mapa).
La neolitización penetró hacia el centro de Europa durante el quinto milenio a. C. y a través del Danubio; su fósil director es la llamada cerámica de bandas (pardo claro en el mapa), cuya influencia se extendió desde lo que hoy es Hungría hasta los actuales Países Bajos. La cerámica de bandas está decorada en frisos superpuestos con motivos diversos, destacando los meandros, las volutas y las formas angulosas. Los grupos que la utilizaban habitaban en poblados fortificados, algunos de gran tamaño (hasta 40 hectáreas).
Molino neolítico de vaivén
Molino neolítico de vaivén
Cerámica de bandas (Neolítico Danubiano)
Cerámica de bandas
(Neolítico Danubiano)
Hachas de piedra pulimentada
Hachas de piedra pulimentada
Poblado palafítico tipo Lagozza
Poblado palafítico tipo Lagozza
Hacia el 4000 a. C. casi toda Europa estaba neolitizada. Por esas fechas empezaron a aparecer en varias regiones atlánticas (desde Portugal a Dinamarca) y de manera más o menos simultánea, unas estructuras colosales de carácter mayoritariamente funerario (pero no únicamente), englobadas en un fenómeno denominado megalitismo. Este nuevo fenómeno cultural sobrepasó el ámbito neolítico, perdurando durante el Calcolítico y la Edad del Bronce, hasta el 1500 a. C. Hacia los momentos finales se llegaron a construir algunos de los monumentos más impresionantes (como las últimas fases de Stonehenge).
Los monumentos megalíticos han sido interpretados como centros simbólicos y/o rituales de las poblaciones de su entorno, de las cuales se conocen muy pocos datos: algunas cabañas dispersas de madera o piedra, acumulaciones de sílex, fosas y hogares, son las evidencias halladas. La excepción la constituye el interesante poblado de Skara Brae, en las islas Orcadas (Escocia). También se han encontrado en el norte y noroeste de Europa ciertos recintos delimitados por fosos sucesivos, terraplenes y empalizadas, denominados campos atrincherados, que funcionarían, posiblemente, como espacios rituales complementarios de los megalitos.31
Menhir de
Saint-Macaire (Francia).
El dolmen de Axeitos, en Galicia.
Alineamiento de menhires en Carnac, Francia.
Los monumentos megalíticos son construcciones formadas por grandes piedras de hasta varias toneladas de peso. Se podrían diferenciar cinco clases de monumentos:
Menhir: es una gran piedra puesta de pie que marcaría un lugar sagrado.
Alineamiento: es un conjunto de menhires puestos en fila.
Crómlech: es un conjunto de menhires puestos en círculo. Se supone que el alineamiento y el crómlech eran una especie de templos al aire libre
Dolmen: Es un monumento complejo donde se enterraba a los miembros de la comunidad. Constaba de un corredor o pasillo de entrada y de una cámara funeraria, ambos construidos con grandes lajas de piedra. Todo ello cubierto por un montículo de tierra y cascotes denominado túmulo. Todos los difuntos eran depositados en la misma cámara funeraria, ya que se trataba de un lugar de enterramiento colectivo. Junto a los cadáveres se colocaban ofrendas funerarias, como armas, comida y joyas, entre otros elementos.
Trilito: Dos piedras paralelas y verticales, no muy separadas entre sí y una horizontal puesta sobre ella.
Edad de los Metales en Europa
Calcolítico europeo
Artículo principal: Edad del Cobre
Hasta los años 70 del siglo xx los modelos difusionistas establecían que la metalurgia llegó a Europa a través del Cáucaso y Anatolia en el cuarto milenio a. C. Pero las dataciones de carbono-14 demostraron que la balcánica era casi un milenio más antigua que la de sus supuestos inspiradores y, así, investigaciones posteriores establecieron que, hacia el 4000 a. C., en la península balcánica había surgido de manera autóctona una industria minero-metalúrgica del cobre asociada a una rica orfebrería, en un entorno social que algunos autores han llegado a denominar la primera civilización europea. Situados entre el Danubio y Tesalia, los focos principales fueron Vinça, Gumelnitsa, Salcuta, Cucuteni y Tiszapolgar, contemporáneos de los complejos neolíticos griegos. Los grupos balcánicos se extendieron por la actual Serbia, Bulgaria, Rumania, Besarabia, Moldavia, Ucrania y el resto de la cuenca de los Cárpatos.32
Figurilla cicládica de mármol
Figurilla cicládica de mármol
Cerámica de Cucuteni
Cerámica de Cucuteni
Cuenco con decoración incisa de oculados de Los Millares
Cuenco con decoración incisa de oculados de Los Millares
Puñalito de cobre del calcolítico hispano
Puñalito de cobre del calcolítico hispano
Un segundo foco metalúrgico autóctono se sitúa al sur de la península ibérica, en Los Millares (Almería, España) y Vila Nova (Portugal), desarrollándose a partir de finales del cuarto milenio a. C. y a lo largo de todo el tercero. Ambos grupos mantuvieron las tradiciones megalíticas funerarias, aunque su estructura social fue, sin duda, mucho más compleja que durante el Neolítico final: los dólmenes almerienses pasaron a ser sepulcros de corredor con cámara de falsa cúpula, es decir, auténticos tholoi, y aparecieron impresionantes estructuras defensivas en las dos zonas. También aquí, las tesis difusionistas relacionaban el aumento de la complejidad social y tecnológica peninsular con la llegada de unos míticos colonizadores orientales. Y, al igual que en los Balcanes, las dataciones de Carbono 14 establecieron que los materiales occidentales son mucho más antiguos que aquellos. Además, los ídolos oculados, la cerámica acanalada o pintada y las coladas de cobre peninsulares tienen características propias, diferentes de los supuestos modelos orientales. El modelo difusionista ha tenido que ser abandonado y su lugar ha sido ocupado por otro, evolucionista y local.3334
También a finales del cuarto milenio a. C. comenzó a producirse un aumento de la complejidad social en el ámbito del mar Egeo. Aunque los cambios que se produjeron tienen un claro carácter interno,35 no es menos innegable el importante papel que jugaron las redes de intercambio que conectaban el Egeo con Anatolia y Egipto.36 Estas transformaciones socio-económicas constituyen la base de las posteriores culturas clásicas:
En Grecia continental (Heládico inicial) aparecieron los primeros edificios tipo megaron en el interior de recintos amurallados concéntricos.
En las islas Cícladas (Cicládico inicial) se intensificó el comercio y se construyeron potentes murallas.
En Creta (Minoico inicial) se configuraron Cnosos y Festos como centros principales, pero sin estructuras defensivas.
Expansión del Vaso Campaniforme.
III milenio a. C.:
Hallazgos campaniformes centroeuropeos.
Vaso campaniforme ibérico (Tipo Ciempozuelos) del 2.º milenio
La introducción del cobre en el resto de Europa está asociada a la extensión de dos grandes fenómenos, claramente diferenciados, pero contemporáneos y, que a veces, se solapan entre sí: el vaso campaniforme y la cerámica cordada.
El complejo del vaso campaniforme fue un fenómeno que afectó a prácticamente toda la Europa prehistórica (salvo las zonas el este y los Balcanes), pero de un modo desigual y manteniendo una gran diversidad. Supuso la expansión de la metalurgia del cobre a las áreas marginales que no conocían todavía este metal. El objeto más característico de este horizonte son los vasos de cerámica de forma acampanada, con decoración incisa o impresa cuyos motivos varían en función de las peculiaridades regionales.
Cuenco campaniforme tipo Ciempozuelos
Cuenco campaniforme tipo Ciempozuelos
Puñal de lengüeta de cobre
Puñal de lengüeta de cobre
Brazal de arquero de piedra
Brazal de arquero de piedra
Puntas de flecha tipo Palmela
Puntas de flecha tipo Palmela
La cronología del vaso campaniforme y su interpretación son controvertidas, habiéndose generado al respecto (y haciéndolo todavía) abundante literatura. Los últimos datos proporcionados por la revisión sistemática de las dataciones de carbono-14 en campaniformes de toda Europa han permitido establecer que los más antiguos serían los encontrados en el área del Bajo Tajo, en Portugal, con una cronología que iría del 2900 al 2500 a. C.37 Según otros autores, su aparición se situaría, en cambio, sobre el 2400 a. C., desapareciendo hacia el 1800 a. C.38
Las tumbas asociadas al horizonte campaniforme consisten en fosas individuales en las que se depositaba el cadáver en posición contraída con un ajuar que suele constar de la típica cerámica campaniforme y otros objetos no menos característicos: puñales de lengüeta y leznas biapuntadas, brazaletes de arquero, puntas de flecha tipo Palmela, adornos en oro de diversa entidad (diademas, pendientes) y botones de hueso perforados en V; siempre en contextos funerarios masculinos.39
Sección de un kurgán calcolítico
Sección de un kurgán calcolítico
Interior de un kurgán calcolítico
Interior de un kurgán calcolítico
Típica cerámica cordada
Típica cerámica cordada
Hacha de combate de los kurganes
Hacha de combate de los kurganes
Los grupos de la cerámica cordada eran originarios, según unos, de las estepas euroasiáticas y, según otros, de Centroeuropa. Están relacionados con las lenguas indoeuropeas y se extendieron por toda la Europa central, nórdica y oriental durante el tercer milenio a. C. Son también conocidos como Kurganes de las estepas, del hacha de combate o de los sepulcros individuales. Sus características principales serían:
Los enterramientos individuales, en una pequeña cámara funeraria semisubterránea en forma de cabaña de madera cubierta por un túmulo (kurgan). El cadáver era colocado en posición de decúbito supino, con las piernas dobladas y rociado con ocre rojo.
El ajuar característico suele incluir las denominadas cerámicas cordadas (decoradas con impresiones de cuerdas), las hachas-martillo con enmangue directo (o hachas de combate, que parecen réplicas en piedra de piezas metálicas sumerias o anatolias), ganado sacrificado y, si el individuo era de alta posición social, piezas exóticas de clara influencia oriental (vasos y apliques de plata, adornos repujados de oro y algunos objetos de cobre, entre otros). Las grandes diferencias entre unos ajuares y otros denotan la existencia de una clara estratificación social
Una economía seminómada y pastoril, propia de las estepas, que, a pesar de todo, nos ha legado algunos poblados, como el ucraniano de Mikailovska, en el bajo Dniéper, de cierta entidad urbana y con casas rectangulares.
Edad del Bronce en Europa
Artículo principal: Edad del Bronce
El bronce es una aleación de cobre y estaño que tiene las ventajas de que se funde a una temperatura más baja y es mucho más resistente. Fue conseguido en el Oriente próximo a finales del IV milenio a. C. y penetró en Europa a través de una extensa red de vías comerciales que recorrían todo el continente, comunicando la península ibérica o el mar del Norte con las civilizaciones orientales, ya plenamente históricas.
Bronce Antiguo en Europa
Entre los años 1800 a. C. y 1500 a. C., aproximadamente, coincidiendo con la plenitud del mundo minoico, Europa comenzó a participar en las redes comerciales creadas por la demanda de materias primas por parte de las civilizaciones del Próximo Oriente y del Egeo. El ámbar del Báltico, el cobre del bajo Danubio y Huelva, el estaño de Cornualles y Galicia, el oro de Irlanda, los metales preciosos de Andalucía y el azabache de Gran Bretaña, eran intercambiados por armas y herramientas de bronce, ornamentos de oro y plata, o perlas egipcias de fayenza azul. Entre las culturas arqueológicas de este periodo destacarían la de Unetice, la de los túmulos armoricanos y la de Wessex. En las islas británicas, durante esta época, siguieron teniendo gran importancia los santuarios megalíticos denominados henges, centros cultuales como el mismo Stonehenge.
Hachas planas de bronce.
La mayor parte de los restos de esta época son monumentos funerarios de tipo tumular pertenecientes, a juzgar por la alta proporción de armas y la gran riqueza de algunos, a las oligarquías guerreras locales, que debían conocer el carro de combate y vivían en poblados fortificados. Los ajuares se componían, fundamentalmente, de los característicos puñales triangulares de pomo macizo, las hachas planas y las hachas-maza de combate de bronce; también aparecen ornamentos metálicos como los brazaletes, las lúnulas o pectorales, jarras de oro o plata repujados, ámbar y perlas de fayenza egipcias. Algunos túmulos llegan a ser tan ricos que han motivado su denominación como «tumbas reales»: las de Leki Male (Polonia) y Leubingen (Austria), de los grupos de Unetice; la de Kernonen (Francia), de los Túmulos armoricanos; o la de Bush Narrow (Inglaterra), perteneciente a Wessex. En ciertas zonas del norte de Italia, los terrenos pantanosos han preservado multitud de objetos de cuero, piraguas de madera, arcos de gran tamaño, ruedas de carro y arreos en hueso.
Túmulo funerario del Bronce Antiguo centroeuropeo
Túmulo funerario del Bronce Antiguo centroeuropeo
Puñal triangular de mango macizo, Bronce Antiguo
Puñal triangular de mango macizo, Bronce Antiguo
Hacha-Maza de combate de la cultura de Unetice
Hacha-Maza de combate de la cultura de Unetice
Lúnula de oro de la cultura de los Túmulos armoricanos
Lúnula de oro de la cultura de los Túmulos armoricanos
En la península ibérica y a partir del 2300 a. C., comenzó a despuntar la denominada cultura argárica en, aproximadamente, la misma área donde se había desarrollado la de Los Millares, aunque, en esos momentos, todavía con una pequeña zona de influencia y numerosas pervivencias calcolíticas. Es una etapa temprana, llamada tradicionalmente «Fase A» en la que destacan los enterramientos en cista con un ajuar que ha querido ser relacionado con influencias del Mediterráneo oriental, pero que ha terminado revelándose como autóctono.
Enterramiento en cista típico de la primera fase de la cultura de El Argar (Almería).
Bronce Medio en Europa
Armas típicas del Bronce Medio de la Cultura de los Túmulos: espada de lengüeta, punta de lanza tubular y hacha de talón.
El Bronce Medio transcurrió, más o menos, entre el 1500 a. C. y el 1200 a. C., lo que significa que coincide con el apogeo de la civilización micénica. Destaca en Centroeuropa la cultura de los túmulos, un complejo que derivó de Unetice, con poblados no muy grandes, de viviendas de madera, edificados sobre colinas de fácil defensa y protegidos por murallas y fosos. Los enterramientos eran tumulares (de ahí su denominación), con túmulos más monumentales que en la etapa anterior, a menudo se agrupaban en grandes necrópolis y la incineración fue cada vez más habitual. En el área de la península itálica se desarrollaron la cultura de las Terramaras y la cultura apenínica, ambas de fuerte influencia balcánica, así como la cultura Sícula, más cercana al mundo micénico, que ya había colonizado las Islas Eolias en esa fase.
Una de las novedades más notables respecto al Bronce antiguo es la aparición de auténticas espadas con largas hojas y sistemas de enmangue más efectivos que los remaches: empuñaduras de lengüeta cuyos mangos son, a veces, ricamente decorados con materiales perecederos (cuero, hueso y maderas de diversos tonos, que, pueden tener incrustaciones de oro y ámbar) que, afortunadamente, se han conservado en algunos ejemplares de la zona nórdica. Asimismo aparecen puntas de lanza tubulares y hachas de talón.
En lo referente a los adornos metálicos, su variedad es innumerable: brazaletes espiraliformes, tobilleras, colgantes, alfileres, anillos, pendientes, pasadores, broches, etc. Mención especial merecen los torques retorcidos irlandeses, que desde su región originaria, se difundieron por toda Europa, recibiendo el nombre de Torques de Tara en honor a este santuario gaélico, la Colina de Tara. Una obra excepcional, que supera el calificativo de mero ornamento, es el carro solar de Trundholm (arrojado como ofrenda al fondo de un pantano en Dinamarca).
Torques de Tara.
Carruaje solar de Trundholm.
En la península ibérica la cultura del Argar alcanzó en esos momentos su fase de plenitud, desarrollándose en el árido sudeste (Almería y provincias limítrofes).40 El número de asentamientos localizados revela un fuerte aumento demográfico respecto a la etapa millarense. Eran poblados fuertemente protegidos, construidos en sitios altos fácilmente defendibles, con gruesas murallas y áreas restringidas tipo acrópolis. Los enterramientos eran individuales y dentro de las viviendas; mientras que en la fase anterior se realizaban en cistas, en ésta pasaron a ser en grandes tinajas o pithoi, con ajuares muy diversos que delatan una compleja estratificación social. Tal estratificación se refleja también en la organización interna de los poblados y en la jerarquía urbana. Aunque El Argar no llegó nunca a formar un auténtico estado, debió generar alguna forma política de carácter pre-estatal. Las formas cerámicas argáricas son muy diferentes de las del resto de Europa occidental con vasos carenados y altas copas sin decoración. El resto del ajuar lo componen brazaletes, cuentas de ámbar, espadas (también diferentes, pues mantienen el sistema de mango macizo sujeto con remaches), alabardas, brazaletes, ornamentos de ámbar, alfileres y unas inconfundibles diademas de plata.
Enterramiento en tinaja de la segunda fase de El Argar
Enterramiento en tinaja de la segunda fase de El Argar
Restos de un cráneo con la típica diadema de plata argárica
Restos de un cráneo con la típica diadema de plata argárica
Ajuar funerario de una tumba argárica
Ajuar funerario de una tumba argárica
Copa argárica de Caniles, Granada
Copa argárica de Caniles, Granada
Aunque el mundo argárico se circunscribió a las provincias de Almería y Murcia, así como parte de las de Málaga y Granada, toda la mitad sur de la península ibérica se vio afectada por su influencia, muy clara en la cultura de Atalaia (sur de Portugal) y en la cultura de las Motillas (La Mancha). A medida que nos desplazamos hacia el norte, la influencia argárica se hace más difusa, aunque se ha constatado que hubo relaciones comerciales con las regiones septentrionales. En la zona galaico-portuguesa parece que hubo unos grupos muy relacionados con el mundo atlántico, como lo demuestran sus manifestaciones artísticas (los petroglifos) o los atesoramientos (como el tesoro de Caldas de Reyes, Pontevedra,41 con más de 25 kg de objetos metálicos fabricados con oro aluvial de la península, pero con paralelos bretones e irlandeses,42 y que está considerado la mayor acumulación de oro de la Prehistoria europea).43 En la Meseta hay una serie de yacimientos (Los Tolmos de Caracena en Soria, Cogeces del Monte en Valladolid, Abia de la Obispalía en Cuenca, y otros más) que permiten hablar de un horizonte denominado Protocogotas (o también Cogeces) que acusa, indistintamente, la influencia argárica y atlántica, sobre un sustrato epicampaniforme.
Bronce final en Europa
Armas propias de la cultura de los campos de urna