LA FIGURA DE FRANCO
Arturo Reque Meruvia «Kemer»: Alegoría de Franco y la Cruzada (1948 - 1949).
En la imagen puede apreciarse a Franco, caracterizado como un caballero medieval, y a una multitud de personajes, representados a mucha menor escala, que simbolizan los distintas fuerzas que componían el ejército vencedor (falangistas, requetés o carlistas, soldados marroquíes, ejército de tierra, marinos, aviadores…) y también otros apoyos del régimen (frailes, intelectuales…). La solitaria figura de una enfermera simboliza a las mujeres que colaboraron con la victoria franquista, naturalmente, desempeñando una labor de mucha menor relevancia.
Todos estos personajes se muestran en actitud reverente o de adoración, mirando con arrobo bien al Caudillo, bien a la imagen ecuestre del Apóstol Santiago que aparece sobre el Generalísimo.
Esta pintura refleja el culto a la personalidad de Francisco Franco. La veneración del líder caracterizó a los estados totalitarios, tanto los fascistas, como los comunistas, como a las dictaduras conservadoras de la Europa de entreguerras. Con todo, ningún estado mostró una identificación con la religión predominante en el país, como el régimen franquista y del que es buena muestra la mezcolanza de motivos bélicos y religiosos que se observan esta pintura.
En la imagen puede apreciarse a Franco, caracterizado como un caballero medieval, y a una multitud de personajes, representados a mucha menor escala, que simbolizan los distintas fuerzas que componían el ejército vencedor (falangistas, requetés o carlistas, soldados marroquíes, ejército de tierra, marinos, aviadores…) y también otros apoyos del régimen (frailes, intelectuales…). La solitaria figura de una enfermera simboliza a las mujeres que colaboraron con la victoria franquista, naturalmente, desempeñando una labor de mucha menor relevancia.
Todos estos personajes se muestran en actitud reverente o de adoración, mirando con arrobo bien al Caudillo, bien a la imagen ecuestre del Apóstol Santiago que aparece sobre el Generalísimo.
Esta pintura refleja el culto a la personalidad de Francisco Franco. La veneración del líder caracterizó a los estados totalitarios, tanto los fascistas, como los comunistas, como a las dictaduras conservadoras de la Europa de entreguerras. Con todo, ningún estado mostró una identificación con la religión predominante en el país, como el régimen franquista y del que es buena muestra la mezcolanza de motivos bélicos y religiosos que se observan esta pintura.
Edad recomendada: 15 años
Creada por
Ayrton Cano
Francia
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