Erikson dice “jugar es la medida de autocuración más natural que la infancia ofrece”. O, en palabras de un niña de 8 años que describía su experiencia en terapia de juego, “aquí saco todo lo que tengo adentro, y me doy sacudidas y sacudidas y sacudidas hasta que, al final, me pongo alegre por todo lo que soy”. Esto es ejemplo del factor...