El docente planifica el trabajo en el aula para organizar las acciones que realizará con los alumnos, buscando coherencia entre las intenciones didácticas y las actividades de aprendizaje.
Es un elemento sustantivo que permite potenciar el aprendizaje de los estudiantes hacia el desarrollo de competencias
Ofrecer información del desarrollo de los procesos de aprendizaje y enseñanza durante el bimestre.
se origina por la correspondencia entre los enfoques pedagógicos de enseñanza, aprendizaje y evaluación.
Ritmos y estilos de aprendizaje, estrategias didácticas, técnicas e instrumentos de evaluación más apropiados, aprendizajes esperados, en ambientes de aprendizaje, recursos y materiales didácticos, competencias.
La evaluación bimestral o de un periodo de corte, debe ser el resultado de las evaluaciones parciales que se han realizado.
Se orienta por los aprendizajes esperados, por lo que sera necesario identificar con claridad que tipo de instrumento se requiere para valorar lo que se planificó y se desarrolló a lo largo de un periodo.
Características de los alumnos, la viabilidad de lo que se propone, los factores que favorecen u obstaculizan el aprendizaje de los niños o adolescentes y los resultados de las evaluaciones que se vayan realizando.
De manera general se sugiere considerar en la planificación actividades didácticas diversificadas, según los estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos, así como retroalimentarlos de manera específica y sistemática.
Crear diversas oportunidades de aprendizaje que promuevan el trabajo colaborativo, fomentar el respeto y favorecer el desarrollo de una conciencia autorregulada del aprendizaje, de modo que el propio alumno sea partícipe de su proceso, aprenda y asuma que él también puede identificar sus dificultades, explicitar su origen y proponer soluciones a ellas.