como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres,
que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor.
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
Yo confieso ante Dios todopoderoso
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Dios te salve, María, llena eres de gracia
que he pecado mucho
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
ahora y en la hora de nuestra muerte.
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
por los siglos de los siglos.
y ante vosotros, hermanos,
Como era en el principio, ahora y siempre,