Están formadas por membranas con una armadura de espinas, cada una recibe un nombre distinto de acuerdo a su ubicación. Sirven al pez para desplazarse a gran velocidad por el agua.
Con ella, abriéndola muy grande, pueden atrapar a otros peces que van nadando cerca de ellos. Tienen dientes muy afilados, y a veces ordenados en dos o tres hileras.
Es una aleta de hueso duro que cubre y protege las branquias. En la mayoría de los peces, el límite posterior del de este marca el límite entre la cabeza y el tronco
Por ellos entra el agua que llega hasta una cavidad que contiene unas células sensoriales que detectan moléculas disueltas en agua.
Son placas muy delgadas que se ordenan en hileras una sobre la otra. Pueden ser de muchos colores distintos, dan un textura suave hacia un lado y áspera para el otro.
Tienen forma casi esférica con una córnea aplanada, pueden moverlos hacia delante y hacia atrás para ver a sus posibles depredadores.
Es un órgano sensorial que les permite mantener el equilibrio y la estabilidad para nadar siempre con el abdomen hacia abajo.