Implantar y evaluar la solución
Identificar el problema
Generar soluciones creativas alternas
Elegir una solución
En esta etapa se lleva la decisión a la acción y después se verifica si funciona como se pensó. Hay varios motivos por los que es importante monitorear los efectos de una decisión una vez que se ha implementado: monitorear una decisión hará que la acción sea lo más efectiva posible; demostrará que se tomó seriamente la decisión y el compromiso de hacer que funcione.
En esta etapa diseñamos las posibles alternativas de solución para un problema. Es importante pensar en el mayor número de alternativas posibles, ya que cuantas más se nos ocurran más posibilidades tendremos de optar por la mejor.
Una vez que se ha pensado en las alternativas viables y en las consecuencias de cada una de ellas, habrá que escoger la más conveniente o adecuada. Como norma general se accede a la que tenga más ventajas sobre los inconvenientes, o utilizando el procedimiento matemático a la que tenga el número positivo más alto.
Se identifica qué problema está ocurriendo en la organización; indica por qué, dónde y con qué efectos ocurre una situación.