Lo más sencillo es lo que cuesta más trabajo porque depende de que tomes la decisión de poner a prueba este paso y darte cuenta que puedes incrementar hasta en un 30% tu velocidad, sólo por poner la mano.
Coloca tu dedo índice sobre el renglón de alguna página y mueve tus dedos a una velocidad mayor al que regularmente sigues cuando lees. Te darás cuenta que si desplazas tu dedo a una velocidad mayor a la que regularmente acostumbras para leer, poco a poco tu vista se irá acostumbrando a esa nueva velocidad
Nuestros ojos responden al movimiento, si tú pones tu dedo sobre la página y comienzas a moverlo para ayudarte a marcar un nuevo ritmo en tu recorrido de los renglones; en poco tiempo te darás cuenta que tu cerebro se adapta a ese nuevo ritmo en tu lectura.
¿Por qué ocurre esto?
¿Así de sencillo es?
¿Cómo hacerlo?