Estados de agregación de la materia.
Estados de agregación de la materia.Sólido, líquido, gaseoso y plasma.
Estado SólidoLos sólidos se clasifican en cristalinos y amorfos. Los cristalinos presentan formas geométricas regulares.Ejemplos:Sal de cocina, azúcar, grafito, hielo y diamante, entre otros.Los sólidos amorfos poseen arreglos irregulares y sin forma característica. Ejemplos:Plastilina, vidrio, mastique, madera, parafina, plásticos, etc.
Estado LíquidoEn los líquidos las fuerzas de atracción de sus moléculas son mayores que en los gases. Puedes adoptar la forma del recipiente que los contiene. Además los líquidos cambian visiblemente su volumen al variar su temperatura.Ejemplos: agua, alcohol, gasolina, aceite, etc.
Estado gaseoso.En los gases sus moléculas se encuentran en continuo movimiento chocando unas con otras, por lo que no tienen forma o volumen definidos, adquieren la forma y y volumen del recipiente que los contiene. Ejemplos: aire, oxigeno, helio, butano, etc.
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Estado de agregación Plasma
Estado de agregación Plasma.Constituye el cuarto estado de la materia y no es muy común en nuestra vida cotidiana, pero sí en el universo. Algunos ejemplos son las flamas, la porción externa de la atmósfera terrestre (visible como aurora boreal), la atmósfera de las estrellas, entre otros más conocidos por nosotros se encuentran los rayos y relámpagos.
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Factores vinculados a los cambios de estado.
Factores vinculados a los cambios de estado.Presión:Se define como la fuerza aplicada sobre un área determinada de un cuerpo. Cuando las partículas de la materia se acercan unas a otras se incrementa la fuerza de cohesión entre ella. Por ejemplo, los gases pueden convertirse en líquidos si son sometidos a altas presiones.Temperatura:Es una medida de la cantidad de calor que contiene un cuerpo. Entre más alta sea la temperatura, más rápido se mueven las partículas que forman el cuerpo. Las temperaturas a las cuales suceden los cambios de fase reciben los nombres de puntos de fusión, ebullición, condensación y licuefacción. Los valores de temperatura a que se producen los cambios de fase varían de una sustancia a otra.
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