Veamos un ejemplo de lo que acabamos de explicar. Supongamos un contexto comunicativo formal que contemple el siguiente enunciado.
En la casa de María, todas las cosas son viejas. Ella todavía conserva los muebles de sus abuelos. Para limpiarlos, utiliza productos especiales.
Como podemos observar, el pronombre "ella" se utiliza para reemplazar a "María", mientras que el pronombre "lo" se utiliza para reemplazar a "los muebles". Asimismo, el pronombre "sus", hace referencia tanto a "los muebles de sus abuelos" como a "María"