1
Cuando se habla de una forma articulada y correcta da a entender al receptor el esfuerzo que hace el emisor por ser entendido. Una vocalización definida indica la claridad mental, pero cuando la vocalización es muy marcada genera tensión, agresividad o desconfianza.
2
Estos elementos poseen un contenido léxico bastante vago, pero tienen gran valor funcional. Algunos de estos elementos cuasi-léxicos son: la mayoría de las interjecciones y de las onomatopeyas, algunas emisiones sonoras del tipo chistar, roncar o gemir y otros muchos sonidos que se utilizan convencionalmente con valor comunicativo.
3
Hace referencia a aquellas palabras que tienen un sonido que se asemeja a lo que significa. Por ejemplo: se lanzó la granada y “boom”; destruyó todo a su paso. Al usarlas, las personas pueden identificar el significado y lo que se quería transmitir con ellas.
4
Pueden ser la consecuencia de un fallo comunicativo o de un fallo en los mecanismos que regulan la interacción. Al igual que las pausas, pueden presentar actos comunicativos, enfatizar el contenido de un enunciado o confirmarlo.
5
No existe una regla que indique la intensidad que se debe tener en cuenta a la hora de hablar, pero por medio de este factor nos puede indicar como la persona se siente o su actitud. Si se habla de manera fuerte o acerba transmite un sentido de superioridad con respecto a los demás; si se hace de manera suave se entenderá como una sumisión. El juego con los cambios de volumen es muy utilizado por los conferenciantes para enfatizar o restar importancia a distintas palabras o frases.
6
Son la ausencia de habla durante un intervalo breve de tiempo comprendido. Su función principal es la de regular los cambios de turno, pero también pueden presentar distintos tipos de actos comunicativos verbales o tener carácter reflexivo o fisiológico.
7
Hace referencia a la fluidez verbal o a la “velocidad” que tiene una persona al hablar. Hace referencia a los intervalos de tiempo entre una oración y otra. Un ritmo lento o entrecortado transmite desinterés, apatía, aburrimiento, frialdad en la interacción, etc. Por otro lado, las latencias rápidas generan desconfianza, temor, tensión, etc. Lo normal es mantener latencias moderadas, aunque dependiendo del tema a tratar se pueden llegar a usar todos los niveles.
8
El tono de voz de la persona da indicios de cómo se encuentra sentimentalmente y, en algunos casos, puede indicar su forma de ser o personalidad. Los tonos agudos están muy ligados a la alegría; los tonos graves, seriedad y madurez.