El Cesto de los Tesoros es una actividad de exploración y descubrimiento de objetos de diferentes materiales que se le ofrecen, en pequeño grupo, en una cesta
"Los
objetos, su disposición en el espacio y los intercambios humanos, proporcionan
a l@s niñ@s motivos para desplazarse, observar la realidad y comunicarse con
los demás". El Cesto de los Tesoros es un
"cesto", con unas características determinadas, que presenta unos
"tesoros" determinados. Es una actividad destinada a los niños de 6 a 12 meses.
Elinor Goldshmied
Todo lo que se hace en la Escuela Infantil corresponde a una
imagen concreta del niñ@, a quien va dirigida toda la acción educativa, como un
niñ@ activ@ que construye su propia personalidad y sus propios conocimientos, a
partir de las relaciones y los intercambios que establecemos con él/ella y a
partir de las acciones que realiza con los materiales, las situaciones y las
propuestas que le ofrecemos.
Partimos, por tanto, de un niñ@ que se desarrolla y aprende
mediante la acción, la experimentación y el juego, que es la actividad natural
del niñ@ de estas edades.
El Cesto de los Tesoros es
una actividad de exploración y descubrimiento de objetos de diferentes
materiales que se le ofrecen, en pequeño grupo, en una cesta.
Potencia habilidades de conocimiento sensorial, coordinación de
movimientos, atención, comunicación, creatividad y evolución del pensamiento.
o Aplicar la coordinación visomanual
necesaria para manejar y explorar objetos con un grado de precisión cada vez
mayor en la realización de actividades de la vida cotidiana. o Observar y explorar su entorno
físico-social planificando su acción en función de la información recibida o
percibida, constatando sus efectos y estableciendo relaciones entre la propia
actuación y las consecuencias que de ella se derivan.
o Expresar sentimientos, deseos e ideas
mediante el lenguaje oral, ajustándose progresivamente a los diferentes
contextos de comunicación habituales y cotidianos y a los diferentes
interlocutores.
o Favorecer el aprendizaje por
descubrimiento, el conocimiento de la realidad, la autoestima y el respeto al
ritmo y a las necesidades de cada niñ@.
o Desarrollar
capacidades cognitivas (comprender, relacionar, conocer…), perceptivas (visión,
oído, tacto, gusto, olor), corporales (motricidad gruesa, fina), éticas
(respetar, colaborar…), afectivas (disfrutar, valorar, querer...) y
sociales (colaborar, compartir…)
o Manifestación y regulación progresiva
de los sentimientos, emociones, vivencias, preferencias, intereses, etc.
o Diferentes tipos de objetos, naturales
y elaborados, presentes en el entorno.
o Posibilidades expresivas del propio
cuerpo para expresar y comunicar sentimientos, emociones, necesidades.
- Generalmente de
mimbre, con un diámetro entre 30 y 40 centímetros
y una altura entre 10 y 15 centímetros.
- Lo
suficientemente estable como para que si se apoyan en él, este no se
venza.
- De fácil acceso
a la hora de agarrar los objetos.
- Favorece la capacidad de
coordinar ojo-mano-boca
- Es
el contenedor de los "tesoros" (objetos) que oscilan entre 40 o
50 unidades, clasificados según unas características no arbitrarias, de
uso cotidiano, escogidos con la finalidad de proporcionar estímulos y
experiencias a los cinco sentidos de l@s niñ@s, y del movimiento del
cuerpo. Son objetos que pueden encontrar por casa, no comerciales.
- Facilita poder
acceder a todo aquello que le interesa y por tanto favorece la curiosidad
innata. Aprende solo y por él mismo; el adulto debe observarle para darle
seguridad y confianza.
- Recoge
materiales que ofrezcan al bebé estimulo por los cinco sentidos:
- Tacto: texturas, formas, pesos,
temperatura
- Olfato: aromas y olores diferentes.
- Gusto: sabores diferentes.
- Oído: golpear, arrugar, hacer
sonar.
- Vista: colores, formas, brillo y
dimensiones.
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Los "tesoros" del Cesto.
Antes de iniciar la actividad, como es habitual, les “escribimos” una
carta a los papás y a las mamás, contándoles lo que vamos a hacer y solicitando
su ayuda para recopilar nuestros “tesoros”, siempre con cosas que tengan en
casa y se puedan reciclar, no es preciso comprar nada, ya que entre tod@s
haremos un bonito cesto. En la carta les adjuntamos un listado con los
materiales que pueden traer. Les decimos que preferiblemente no traigan nada de
plástico.
Y, ¿qué pueden traer?Objetos naturales, de madera, de metal, de tela, de cuero, de goma...
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¿Qué hacemos las educadoras?
Nos sentamos cerca de l@s niñ@s, preferiblemente
en el suelo, para ver la evolución del juego. Organizamos el ambiente y
comprobamos que se sienten cómod@s y segur@s. Asimismo hacemos revisiones periódicas de los “tesoros” del cesto,
reponiendo, limpiando, retirando, cambiando…, para que no pierda su poder de
atracción.
Con una mirada o una sonrisa favorecemos y estimulamos la
concentración en el juego. Esto hace que sientan seguridad, y puedan continuar
experimentando el placer de experimentar. No intervenimos ni interferimos en sus
acciones, simplemente les aportamos un punto estable de referencia. Una
referencia adulta que les da seguridad afectiva, somos observadoras disponibles
pero no protagonistas.
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Los niños: descubrimiento y concentración
Estarán sentad@s cerca del cesto de los
tesoros, en grupos reducidos, lo que contribuye a una exploración segura y sin
conflictos.
La gran variedad de objetos, les permite
jugar con tranquilidad, ocupad@s y concentrad@s durante largos ratos. Gozan de
las sensaciones que les provocan los objetos. Su curiosidad y sus
descubrimientos hacen que se llenen de satisfacciones. Van aprendiendo a escoger y a decidir
que es lo que quieren hacer, tienen gran necesidad por probar la consistencia
de las cosas: cogen los objetos, los muerden, los chupan, los manipulan, los
observan, los escuchan, los apilan, los huelen, los cogen y los sueltan, eligen
y descartan los que le atraen y los que no les atraen ... participando todo su
cuerpo.
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Y al final, ¿para qué?
El juego del cesto
de los tesoros, favorece en cada niñ@ de forma individual la:
·
Capacidad
de concentración.
·
Utilización
de las manos y implicación del todo el cuerpo.
·
Capacidad
de escoger entre los objetos.
·
Exploración
entre una gama muy variada, y descubrir sus propiedades.
·
Aprender
autónomamente, sin depender de las
educadoras.
·
Estructuración
del pensamiento.
·
Actuar
a su ritmo.
·
Placer
de la sorpresa.
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Evaluación de la actividad
Habitualmente haremos
unos registros durante el desarrollo de la actividad, anotando los datos más
relevantes, tanto de cada niñ@ individualmente como del grupo. Le pondremos
fecha y también la duración de la actividad.
También revisaremos
los materiales, estando pendientes de que estén en buenas condiciones,
reponiendo o apartando materiales, fijándonos en aquellos que más les atraen,
en aquellos que no les llaman la atención,…
Para saber más
·
Educación Infantil. Respuesta educativa a la
diversidad. Gema Paniagua/Jesús Palacios. Alianza Editorial
·
La Educación Infantil de 0 a 3 años. E.
Goldschmied/S. Jackson
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