Al principio, en la tienda del mago Giró solo vendían pequeños y grandes electrodomésticos: lavavajillas, molinillos, frigoríficos... Con el tiempo, también compré piezas difíciles de econtrar: un tornillo, especial, alguna bombilla de recambio.
El mago estaba feliz con su nuevo trabajo, aunque a veces echaba de menos sus trucos de magia.