El amor, tal como lo entendemos hoy, se inventó en el siglo XII, fue una invención de los trovadores, de los poetas líricos que componían sus obras en la lengua occitana y proponían un arte de amar, el amor cortés, que se convirtió durante ese y el siguiente siglo “en un sistema coherente, aunque dotado de múltiples
Mientras Odiseo sufría por su lejana tierra, Penélope suspiraba, ingeniándoselas para retrasar el terrible día en que tendría que volver a casarse. No quiere a nadie que no sea Odiseo, sus pretendientes nuevos son incivilizados, brutos, glotones y groseros. Penélope no echa de menos a Odiseo por una pasión romántica o un profundo enamoramiento, como podrían hacernos creer nuestros ingenuos ojos del veintiuno contaminados por una larga tradición de historias de amor, novelas rosas,
El otro amor, el «romántico», en realidad no se «descubrió» hasta muchos años después, mucho después de que cayera el imperio romano y mucho después de que se formaran las lenguas romances. Su aparición se debe únicamente a que ya existía otro tipo de amor, uno casi idéntico al que surgiría en Europa en torno al siglo XII
El otro amor, el «romántico», en realidad no se «descubrió» hasta muchos años después, mucho después de que cayera el imperio romano y mucho después de que se formaran las lenguas romances. Su aparición se debe únicamente a que ya existía otro tipo de amor, uno casi idéntico al que surgiría en Europa en torno al siglo XII
El amor cortés, además, debía ser humilde, con protagonistas pertenecientes a la clase cortesana—la dama, sin embargo, con una mejor posición que el trovador— y adúltero. Después, con el tiempo, se volvió a moldear, a reajustar a los valores cristianos, y nació la mujer fría que desdeña al trovador que ama apasionadamente, pero solo de forma espiritual y platónica
El amor, tal como lo entendemos hoy, se inventó en el siglo XII, fue una invención de los trovadores, de los poetas líricos que componían sus obras en la lengua occitana y proponían un arte de amar, el amor corté
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