El tercer hombre, de Anton Karas...
Una noche me perdí
y la niebla me envolvió,
cuando de repente vi
algo que a lo lejos se movió
fui corriendo a aquel lugar,
mas nada conseguí,
pues la sombra se alejó de mí.
Intrigado me quedé
y me dije, ¿quién será?
si es el "Tercer hombre" pues
es igual, pues miedo no me da.
Y la calle recorrí,
y aún su sombra vi,
y tras él con precaución seguí.
En la esquina que doblé
la sorpresa me llevé,
pues en vez del "hombre" vi
que al correr, seguía a una mujer.
Me miró, la dije así:
"No sienta usted temor,
déjeme que la acompañe yo".
"Déjeme que la acompañe yo".
Ella contestó que sí.
De la mano la tomé,
paseando, así los dos,
yo no sé ni el tiempo que pasó
y el "suspense" terminó.
Pues al fin yo le ofrecí,
pues al fin yo le ofrecí,
pues al fin yo le ofrecí...
¡mi amor!