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Los mandamientos de la Iglesia

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(18)
Observa y escucha atentamente el vídeo para responder las siguientes preguntas.

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Perú

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Los mandamientos de la IglesiaVersión en línea

Observa y escucha atentamente el vídeo para responder las siguientes preguntas.

por Lewis Marvin Galarza
1

¿Para qué sirven los mandamientos de la Iglesia?

Selecciona una o varias respuestas

2

¿Qué nos pide el primer mandamiento de la Iglesia?

Selecciona una o varias respuestas

3

¿Qué nos exige el segundo mandamiento de la Iglesia?

Selecciona una o varias respuestas

4

El tercer mandamiento de la Iglesia nos recomienda:

Selecciona una o varias respuestas

5

¿Cuándo debemos ayunar según el mandamiento que la Iglesia nos indica?

Selecciona una o varias respuestas

6

¿Qué nos pide el Quinto mandamiento de la Iglesia?

Selecciona una o varias respuestas

7

¿Qué son los mandamientos de la Iglesia?

Selecciona una o varias respuestas

Explicación

Los mandamientos de la Iglesia pueden ser cambiados ya que nos ofrece el magisterio de la iglesia a diferencia de los diez mandamientos de Dios, que no no se pueden cambiar.

El primer mandamiento («oír misa entera los domingos y demás fiestas de precepto y no realizar trabajos serviles») exige a los fieles que santifiquen el día en el cual se conmemora la Resurrección del Señor y las fiestas litúrgicas principales en honor de los misterios del Señor, de la Santísima Virgen María y de los santos, en primer lugar participando en la celebración eucarística en la que se congrega la comunidad cristiana y descansando de aquellos trabajos y ocupaciones que puedan impedir esa santificación de esos días (cf CIC can 1246-1248; CCEO can. 881, 1.2.4).

El segundo mandamiento («confesar los pecados mortales al menos una vez al año») asegura la preparación a la Eucaristía mediante la recepción del sacramento de la Reconciliación, que continúa la obra de conversión y de perdón del Bautismo (cf CIC can. 989; CCEO can. 719).

El tercer mandamiento («recibir el sacramento de la Eucaristía al menos por Pascua») garantiza un mínimo en la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en conexión con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana (cf CIC can. 920; CCEO can. 708-881, 3).

El cuarto mandamiento («abstenerse de comer carne y ayunar en los días establecidos por la Iglesia») asegura los tiempos de ascesis y de penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas y para adquirir el dominio sobre nuestros instintos, y la libertad del corazón (cf CIC can. 1249-1251; CCEO can. 882).

El quinto mandamiento («ayudar a la Iglesia en sus necesidades») enuncia que los fieles están obligados de ayudar, cada uno según su posibilidad, a las necesidades materiales de la Iglesia (cf CIC can. 222).

Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo.

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