[1:45] Amores se vuelven viejos
antes de empezar a amar,
porque el amor es un niño
que hay que enseñar a andar.
El amor es como tierra
que hay que arar y sembrar;
míralo al caer la tarde,
que no lo vengan a pisar.
¿Quién no escribió un poema
huyendo de la soledad?
¿Quién a los quince años
no dejó su cuerpo abrazar?
¿Y quién, cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya,
quién no buscó ese recuerdo
de una barca, naufragar?
Amores se van marchando.