Los conflictos internos de la horda por la promiscuidad, la efectividad de la caza en pequeños grupos y la construcción de viviendas en colectivo llevó a que la horda se fragmentara en grupos llamados tribus. Estas eran agrupaciones humanas que ocupaban un territorio propio, con independencia política y con una lengua y tradición cultural común. La agrupación de esta nueva forma de agrupación, más adelantada y organizada que la horda, se interpretó por parte de los científicos como el inicio del paleolítico superior. En este periodo se incrementó el trabajo con el hueso para elaborar armas, utillaje y adornos; también utilizaron el sílex, el marfil y los buriles como “pinceles” para las primeras obras de arte figurado.