Sublevaciones de criollos
Las más importantes sublevaciones de este tipo ocurrieron en Paraguay, Quito, Corrientes (Argentina) y Socorro (Nueva Granada).
El primero de estos movimientos lo inició el cabildo de Asunción contra el gobernador de Paraguay. La Audiencia envió al licenciado Antequera que destituyó al gobernador, pero el propio virrey del Perú envió tropas con orden de reponerlo. La sublevación duró catorce años (1721-1735) hasta que finalmente el virrey logró triunfar y ejecutar a los cabecillas.
Otras insurrecciones contra “el mal gobierno”, fueron las de Quito (1765), provocada contra los estancos y que adquirió carácter independentistas; y la del cabildo abierto de la ciudad de Corrientes que se negó a cumplir las órdenes del gobernador.
El movimiento comunero de Nueva Granada alcanzó mayores proporciones. Comenzó con un levantamiento de la población en Socorro contra el aumento de los impuestos que decretó el visitador real en ausencia del virrey (marzo 16 de 1781) la cual se manifestó también contra los estancos vigentes. Varias poblaciones se sumaron al movimiento, y miles de hombres armados dirigidos por Juan Francisco Berbeo se encaminaron victoriosos a Santa fe de Bogotá. Entonces intervino el arzobispo y se llegó a un acuerdo, pero después las autoridades virreinales se negaron a cumplirlo, aprovechándose de la dispersión de los comuneros. José Antonio Galán que había extendido el movimiento a otras regiones del virreinato, continúo la lucha armada dándole un carácter más popular con la participación de negros liberados e indígenas. Finalmente cayó prisionero y fue cruelmente asesinado.
Estos primeros movimientos predominantemente de cabildos y comuneros, tampoco tuvieron influencia de la ilustración. Se inspiraron en el derecho tradicional del común o cabildo local para fijar sus propios impuestos y disfrutar de autonomía frente al poder central, más opresivo aún desde las reformas borbónicas Por otra parte, ninguno de esos movimientos tenía un claro propósito de independizarse de España (a pesar de que en algunos casos hubo ciertas manifestaciones separatistas); pero sus protagonistas, criollos, mestizos y mulatos con diferentes intereses sociales y económicos, contribuyeron con sus rebeliones a preparar el ambiente para la lucha por la independencia total.
El primero de estos movimientos lo inició el cabildo de Asunción contra el gobernador de Paraguay. La Audiencia envió al licenciado Antequera que destituyó al gobernador, pero el propio virrey del Perú envió tropas con orden de reponerlo. La sublevación duró catorce años (1721-1735) hasta que finalmente el virrey logró triunfar y ejecutar a los cabecillas.
Otras insurrecciones contra “el mal gobierno”, fueron las de Quito (1765), provocada contra los estancos y que adquirió carácter independentistas; y la del cabildo abierto de la ciudad de Corrientes que se negó a cumplir las órdenes del gobernador.
El movimiento comunero de Nueva Granada alcanzó mayores proporciones. Comenzó con un levantamiento de la población en Socorro contra el aumento de los impuestos que decretó el visitador real en ausencia del virrey (marzo 16 de 1781) la cual se manifestó también contra los estancos vigentes. Varias poblaciones se sumaron al movimiento, y miles de hombres armados dirigidos por Juan Francisco Berbeo se encaminaron victoriosos a Santa fe de Bogotá. Entonces intervino el arzobispo y se llegó a un acuerdo, pero después las autoridades virreinales se negaron a cumplirlo, aprovechándose de la dispersión de los comuneros. José Antonio Galán que había extendido el movimiento a otras regiones del virreinato, continúo la lucha armada dándole un carácter más popular con la participación de negros liberados e indígenas. Finalmente cayó prisionero y fue cruelmente asesinado.
Estos primeros movimientos predominantemente de cabildos y comuneros, tampoco tuvieron influencia de la ilustración. Se inspiraron en el derecho tradicional del común o cabildo local para fijar sus propios impuestos y disfrutar de autonomía frente al poder central, más opresivo aún desde las reformas borbónicas Por otra parte, ninguno de esos movimientos tenía un claro propósito de independizarse de España (a pesar de que en algunos casos hubo ciertas manifestaciones separatistas); pero sus protagonistas, criollos, mestizos y mulatos con diferentes intereses sociales y económicos, contribuyeron con sus rebeliones a preparar el ambiente para la lucha por la independencia total.
Edad recomendada: 12 años
Creada por
Eivar Sterling Sandoval
Colombia
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