Textos descriptivos

Relacionar Columnas

(33)

Relaciona la descripción con el tipo de texto descriptivo que es.

Descarga la versión para jugar en papel

Duplicar

Crear reto

Imprimir PDF

Sobre Relacionar Columnas

lengua

descripciones

2 eso

Edad recomendada: 13 años

218 veces realizada

Creada por

Inma V.

España

Top 10 resultados

1

JOSEL LUIS

4 de Febrero de 2021

00:39

tiempo

100

puntuacion
2

ADRIÁN

4 de Febrero de 2021

00:44

tiempo

100

puntuacion
3

UNAI

4 de Febrero de 2021

00:48

tiempo

100

puntuacion
4

Javier Camacho Espinar

29 de Abril de 2021

00:51

tiempo

100

puntuacion
5

Daniel Echeza

14 de Enero de 2021

01:41

tiempo

100

puntuacion
6

Javier Martínez

14 de Enero de 2021

01:28

tiempo

81

puntuacion
7

L. B. T.

27 de Enero de 2022

03:17

tiempo

81

puntuacion
8

Santiago Maestre

14 de Enero de 2021

01:34

tiempo

73

puntuacion
9

Belén Coro

14 de Enero de 2021

02:42

tiempo

73

puntuacion
10

Ana Lucía Mascort Bareiro

6 de Febrero de 2024

01:26

tiempo

70

puntuacion

¿Quieres aparecer en el Top 10 de este juego?

Inicia sesión

para identificarte.

Crea tu propio juego gratis desde nuestro creador de juegos

Crear relacionar columnas

Compite contra tus amigos para ver quien consigue la mejor puntuación en esta actividad

Crear reto


Relacionar Columnas Textos descriptivosVersión en línea Relaciona la descripción con el tipo de texto descriptivo que es. por Inma V. 1 En casi todos los momentos de su vida, Andrés experimentaba la sensación de sentirse solo y abandonado. La muerte de su madre le había dejado un gran vacío en el alma y una inclinación a la tristeza. 2 Estaba el Ford tapizado de cuero negro con botoncitos redondos de vez en cuando, haciendo bullones. Y no tenía cristales, sino celuloides de esos con los que hacen las gafas de juguete y las púas de tocar las bandurrias. 3 Era una persona afable y comprensiva. [...] Era tan ameno que en su clase las horas volaban. Así era nuestro profesor. 4 De inmediato se erguían los troncos casi grises del manzano y el limonero, modestos pero frondosos, compartiendo el aire limitado del jardín y el generoso sol del trópico, cual pilares que sostenían un techo de hojas gruesas, venosas, de un color profundo y orgulloso que se confundía con su propia sombra. 5 Mi padre se llamaba Esteban Duarte Diniz, y era portugués, cuarentón [...] y alto y gordo como un monte. Tenía la color tostada y un estupendo bigote negro que se echaba para abajo. [...] Era áspero y brusco y no toleraba que se le contradijese en nada, manía que yo respetaba por la cuenta que me tenía. 6 La bocina era muy hermosa, con la pera negra y tan gorda que yo no podía abarcar con la mano, y para tocarla tenía que tirarle pellizcos... 7 Los tres retrocedieron asustados, pues pensaban que la misma tierra se iba a resquebrajar bajo sus pies. Pero no habían terminado de sobreponerse cuando vieron asomar por el borde del precipicio una cabeza enorme, tan grande como diez cabezas juntas de hipopótamos. Su boca, que iba de oreja a oreja, parecía una prolongación de aquel abismo, estrecha y larga, sin fondo. A la cabeza le siguió un cuello muy largo, recubierto de escamas que parecían estar labradas1 en piedra. Y al cuello, un tronco interminable, del que sobresalían cuatro patas cortas y robustas. Y al tronco, una cola inmensa, que iba estrechándose poco a poco. Descripción objetiva Descripción interna Retrato Descripción externa Etopeya Descripción subjetiva Prosopografía

Relacionar Columnas

Textos descriptivosVersión en línea

Relaciona la descripción con el tipo de texto descriptivo que es.

por Inma V.

En casi todos los momentos de su vida, Andrés experimentaba la sensación de sentirse solo y abandonado. La muerte de su madre le había dejado un gran vacío en el alma y una inclinación a la tristeza.

Estaba el Ford tapizado de cuero negro con botoncitos redondos de vez en cuando, haciendo bullones. Y no tenía cristales, sino celuloides de esos con los que hacen las gafas de juguete y las púas de tocar las bandurrias.

Era una persona afable y comprensiva. [...] Era tan ameno que en su clase las horas volaban. Así era nuestro profesor.

De inmediato se erguían los troncos casi grises del manzano y el limonero, modestos pero frondosos, compartiendo el aire limitado del jardín y el generoso sol del trópico, cual pilares que sostenían un techo de hojas gruesas, venosas, de un color profundo y orgulloso que se confundía con su propia sombra.

Mi padre se llamaba Esteban Duarte Diniz, y era portugués, cuarentón [...] y alto y gordo como un monte. Tenía la color tostada y un estupendo bigote negro que se echaba para abajo. [...] Era áspero y brusco y no toleraba que se le contradijese en nada, manía que yo respetaba por la cuenta que me tenía.

La bocina era muy hermosa, con la pera negra y tan gorda que yo no podía abarcar con la mano, y para tocarla tenía que tirarle pellizcos...

Los tres retrocedieron asustados, pues pensaban que la misma tierra se iba a resquebrajar bajo sus pies. Pero no habían terminado de sobreponerse cuando vieron asomar por el borde del precipicio una cabeza enorme, tan grande como diez cabezas juntas de hipopótamos. Su boca, que iba de oreja a oreja, parecía una prolongación de aquel abismo, estrecha y larga, sin fondo. A la cabeza le siguió un cuello muy largo, recubierto de escamas que parecían estar labradas1 en piedra. Y al cuello, un tronco interminable, del que sobresalían cuatro patas cortas y robustas. Y al tronco, una cola inmensa, que iba estrechándose poco a poco.

Descripción objetiva

Descripción interna

Retrato

Descripción externa

Etopeya

Descripción subjetiva

Prosopografía

Textos descriptivos

Relacionar Columnas

Descarga la versión para jugar en papel

Creada por

Top 10 resultados

Top juegos

Completar frases

Completar un texto en inglés.

Completar frases

partes de una planta

Relacionar Columnas

Textos descriptivosVersión en línea

por Inma V.

En casi todos los momentos de su vida, Andrés experimentaba la sensación de sentirse solo y abandonado. La muerte de su madre le había dejado un gran vacío en el alma y una inclinación a la tristeza.

Estaba el Ford tapizado de cuero negro con botoncitos redondos de vez en cuando, haciendo bullones. Y no tenía cristales, sino celuloides de esos con los que hacen las gafas de juguete y las púas de tocar las bandurrias.

Era una persona afable y comprensiva. [...] Era tan ameno que en su clase las horas volaban. Así era nuestro profesor.

La bocina era muy hermosa, con la pera negra y tan gorda que yo no podía abarcar con la mano, y para tocarla tenía que tirarle pellizcos...