El alumno identifica características de la sociedad del virreinato.
1
¿Por cuántos grupos se integró inicialmente la sociedad de la Nueva España?
Selecciona una o varias respuestas
2
¿Qué trabajo realizaban los esclavos africanos?
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3
¿Por qué los indígenas fueron separados?
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4
¿Qué dio origen a las castas?
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5
¿Quiénes eran los peninsulares?
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6
Selecciona 3 castas de la Nueva España.
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Explicación
Esclavitud de africanos y afrodescendientes en la Nueva España.
Las labores forzadas a las que eran sometidas las personas africanas eran muy diversas y dependían de los intereses y ocupaciones de quienes los compraban y se ostentaban como sus “amos”.
Se estima que entre el siglo XVI y finales del siglo XIX alrededor de 12.5 millones de africanos y africanas fueron sacados a la fuerza de sus tierras de origen y llevados a América para ser vendidos y realizar tareas forzadas de diferentes índoles. Este comercio trasatlántico de esclavos de origen africano formó parte de un sistema de esclavitud más amplio basado en el racismo y el colonialismo que originó lo que es considerado el movimiento forzado más grande de la historia.
La exploración portuguesa de África y la instauración de centros de comercio en el territorio dio pie a una fuerte demanda de esclavos que pronto creció con el arribo de los europeos a América, pues con su llegada se requirió mano de obra en grandes cantidades para ser utilizada en plantaciones, el trabajo en las minas o las labores domésticas.
Los esclavos eran marcados y transportados en barcos bajo contextos insalubres e inhumanos, lo cual, aunado a diversas enfermedades, daban como resultado un alto número de muertes de africanos que no sobrevivían a las extremas condiciones.
Entre los destinos de arribo de los africanos esclavizados, los cuales eran secuestrados en sus comunidades y vendidos a centros de trabajo donde después eran comercializados para emprender el viaje trasatlántico, se encontraban Sudamérica, el Caribe y por su puesto la Nueva España.
Esclavitud de africanos y afrodescendientes en la Nueva España.
Las labores forzadas a las que eran sometidas las personas africanas eran muy diversas y dependían de los intereses y ocupaciones de quienes los compraban y se ostentaban como sus “amos”.
Se estima que entre el siglo XVI y finales del siglo XIX alrededor de 12.5 millones de africanos y africanas fueron sacados a la fuerza de sus tierras de origen y llevados a América para ser vendidos y realizar tareas forzadas de diferentes índoles. Este comercio trasatlántico de esclavos de origen africano formó parte de un sistema de esclavitud más amplio basado en el racismo y el colonialismo que originó lo que es considerado el movimiento forzado más grande de la historia.
La exploración portuguesa de África y la instauración de centros de comercio en el territorio dio pie a una fuerte demanda de esclavos que pronto creció con el arribo de los europeos a América, pues con su llegada se requirió mano de obra en grandes cantidades para ser utilizada en plantaciones, el trabajo en las minas o las labores domésticas.
Los esclavos eran marcados y transportados en barcos bajo contextos insalubres e inhumanos, lo cual, aunado a diversas enfermedades, daban como resultado un alto número de muertes de africanos que no sobrevivían a las extremas condiciones.
Entre los destinos de arribo de los africanos esclavizados, los cuales eran secuestrados en sus comunidades y vendidos a centros de trabajo donde después eran comercializados para emprender el viaje trasatlántico, se encontraban Sudamérica, el Caribe y por su puesto la Nueva España.
Esclavitud de africanos y afrodescendientes en la Nueva España.
Las labores forzadas a las que eran sometidas las personas africanas eran muy diversas y dependían de los intereses y ocupaciones de quienes los compraban y se ostentaban como sus “amos”.
Se estima que entre el siglo XVI y finales del siglo XIX alrededor de 12.5 millones de africanos y africanas fueron sacados a la fuerza de sus tierras de origen y llevados a América para ser vendidos y realizar tareas forzadas de diferentes índoles. Este comercio trasatlántico de esclavos de origen africano formó parte de un sistema de esclavitud más amplio basado en el racismo y el colonialismo que originó lo que es considerado el movimiento forzado más grande de la historia.
La exploración portuguesa de África y la instauración de centros de comercio en el territorio dio pie a una fuerte demanda de esclavos que pronto creció con el arribo de los europeos a América, pues con su llegada se requirió mano de obra en grandes cantidades para ser utilizada en plantaciones, el trabajo en las minas o las labores domésticas.
Los esclavos eran marcados y transportados en barcos bajo contextos insalubres e inhumanos, lo cual, aunado a diversas enfermedades, daban como resultado un alto número de muertes de africanos que no sobrevivían a las extremas condiciones.
Entre los destinos de arribo de los africanos esclavizados, los cuales eran secuestrados en sus comunidades y vendidos a centros de trabajo donde después eran comercializados para emprender el viaje trasatlántico, se encontraban Sudamérica, el Caribe y por su puesto la Nueva España.
Esclavitud de africanos y afrodescendientes en la Nueva España.
Las labores forzadas a las que eran sometidas las personas africanas eran muy diversas y dependían de los intereses y ocupaciones de quienes los compraban y se ostentaban como sus “amos”.
Se estima que entre el siglo XVI y finales del siglo XIX alrededor de 12.5 millones de africanos y africanas fueron sacados a la fuerza de sus tierras de origen y llevados a América para ser vendidos y realizar tareas forzadas de diferentes índoles. Este comercio trasatlántico de esclavos de origen africano formó parte de un sistema de esclavitud más amplio basado en el racismo y el colonialismo que originó lo que es considerado el movimiento forzado más grande de la historia.
La exploración portuguesa de África y la instauración de centros de comercio en el territorio dio pie a una fuerte demanda de esclavos que pronto creció con el arribo de los europeos a América, pues con su llegada se requirió mano de obra en grandes cantidades para ser utilizada en plantaciones, el trabajo en las minas o las labores domésticas.
Los esclavos eran marcados y transportados en barcos bajo contextos insalubres e inhumanos, lo cual, aunado a diversas enfermedades, daban como resultado un alto número de muertes de africanos que no sobrevivían a las extremas condiciones.
Entre los destinos de arribo de los africanos esclavizados, los cuales eran secuestrados en sus comunidades y vendidos a centros de trabajo donde después eran comercializados para emprender el viaje trasatlántico, se encontraban Sudamérica, el Caribe y por su puesto la Nueva España.
Esclavitud de africanos y afrodescendientes en la Nueva España.
Las labores forzadas a las que eran sometidas las personas africanas eran muy diversas y dependían de los intereses y ocupaciones de quienes los compraban y se ostentaban como sus “amos”.
Se estima que entre el siglo XVI y finales del siglo XIX alrededor de 12.5 millones de africanos y africanas fueron sacados a la fuerza de sus tierras de origen y llevados a América para ser vendidos y realizar tareas forzadas de diferentes índoles. Este comercio trasatlántico de esclavos de origen africano formó parte de un sistema de esclavitud más amplio basado en el racismo y el colonialismo que originó lo que es considerado el movimiento forzado más grande de la historia.
La exploración portuguesa de África y la instauración de centros de comercio en el territorio dio pie a una fuerte demanda de esclavos que pronto creció con el arribo de los europeos a América, pues con su llegada se requirió mano de obra en grandes cantidades para ser utilizada en plantaciones, el trabajo en las minas o las labores domésticas.
Los esclavos eran marcados y transportados en barcos bajo contextos insalubres e inhumanos, lo cual, aunado a diversas enfermedades, daban como resultado un alto número de muertes de africanos que no sobrevivían a las extremas condiciones.
Entre los destinos de arribo de los africanos esclavizados, los cuales eran secuestrados en sus comunidades y vendidos a centros de trabajo donde después eran comercializados para emprender el viaje trasatlántico, se encontraban Sudamérica, el Caribe y por su puesto la Nueva España.
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