Doman investigó
con niños por todo el mundo y comprobó que existen alternativas a la hora
de enseñar a leer a los más pequeños, que el método silábico no es precisamente
el más apropiado, y que los bebés son capaces de reconocer letras y palabras si
estas son suficientemente grandes, y de aprender a leer antes de los tres años,
como explica en su libro 'Cómo enseñar a leer a su bebé'.