Rebelión en la oscuridad

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A continuación un relato extraído de Aldo Lauria y Jeffrey Gould. 1932:Rebelión en la oscuridad. Revolución, represión y memoria en El Salvador (San Salvador: Museo de la palabra y la imagen)

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sociología

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Formación Virtual

El Salvador

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1

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10 de Noviembre de 2016

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Rebelión en la oscuridadVersión en línea A continuación un relato extraído de Aldo Lauria y Jeffrey Gould. 1932:Rebelión en la oscuridad. Revolución, represión y memoria en El Salvador (San Salvador: Museo de la palabra y la imagen) por Formación Virtual 1 1932 Durante todo el día, el 22 de enero estuvo tan oscuro como si fuese de noche; las cenizas de los volcanes de Guatemala la cubrían el occidente de El Salvador. Esta ceniza que caía hacía recordar una “tormenta de nieve en Canadá”, escribió en Juayua un pastor protestante. Los campesinos estaban asustados de ver a los pájaros chocar entre ellos, confusos. Mientras la oscuridad del día se volvía oscuridad de la noche, el sonar de las caracolas hacía eco por todo lo largo y ancho de los valles montañosos. 2 1932 En las afueras de Ahuachapán, Sonsonate, Izalco y Santa Tecla, los destellos de los cohetes sobre salían en un cielo cargado y espeso. La gente interpretaba las señales volcánicas con temor o esperanza; pero la mayoría comprendía que el sonar de las caracolas y los destellos de los cohetes anunciaban el comienzo de la insurrección. Esa noche, y antes del amanecer del día veintitrés, entre 5000 y 7000 insurrectos atacaron los cuarteles militares en las cabeceras departamentales de Ahuachapán, Santa Tecla y La Libertad, y tomaron control de varias sedes municipales en el centro y occidente de El Salvador. 3 1932 ¿Quiénes eran los luchadores revolucionarios? Los detalles culturales acerca de los rebeldes tienen una importancia historiográfica debido a la evidente imprecisión de los relatos previos, una deficiencia que ha tenido ramificaciones políticas significativas. Indígenas, ladinos y otros con indeterminadas y fluidas identidades étnicas y de clase participaron lado a lado en la insurrección. La abrumadora mayoría había experimentado el trabajo en las fincas y haciendas cafetaleras de la región. De hecho, lla ambulante fuerza huelguista de los trabajadores de café, constituía la gran mayoría de las tropas insurgentes de Ahuachapán y una minoría de las las fuerzas de Juayúa y Nahuizalco. 4 1932 Muchos informantes del área de nahuizalco alegaban que quienes ocuparon su pueblo llegaron de Turín y Atiquizaya, distinguibles como “mulatos (en ambos sentidos, como ladinos y como gente con características fenotípicas mulatas). Además de aquellos de la región de Atiquizaya/Turín, las fuerzas insurgentes incluían a muchos ladinos de la región de Ahuachapán, cuya identidad cultural los diferenciaba de los indígenas mucho más de lo que lo hacía su apariencia física.

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A continuación un relato extraído de Aldo Lauria y Jeffrey Gould. 1932:Rebelión en la oscuridad. Revolución, represión y memoria en El Salvador (San Salvador: Museo de la palabra y la imagen)

1932

Durante todo el día, el 22 de enero estuvo tan oscuro como si fuese de noche; las cenizas de los volcanes de Guatemala la cubrían el occidente de El Salvador. Esta ceniza que caía hacía recordar una “tormenta de nieve en Canadá”, escribió en Juayua un pastor protestante. Los campesinos estaban asustados de ver a los pájaros chocar entre ellos, confusos. Mientras la oscuridad del día se volvía oscuridad de la noche, el sonar de las caracolas hacía eco por todo lo largo y ancho de los valles montañosos.

1932

En las afueras de Ahuachapán, Sonsonate, Izalco y Santa Tecla, los destellos de los cohetes sobre salían en un cielo cargado y espeso. La gente interpretaba las señales volcánicas con temor o esperanza; pero la mayoría comprendía que el sonar de las caracolas y los destellos de los cohetes anunciaban el comienzo de la insurrección. Esa noche, y antes del amanecer del día veintitrés, entre 5000 y 7000 insurrectos atacaron los cuarteles militares en las cabeceras departamentales de Ahuachapán, Santa Tecla y La Libertad, y tomaron control de varias sedes municipales en el centro y occidente de El Salvador.

1932

¿Quiénes eran los luchadores revolucionarios? Los detalles culturales acerca de los rebeldes tienen una importancia historiográfica debido a la evidente imprecisión de los relatos previos, una deficiencia que ha tenido ramificaciones políticas significativas. Indígenas, ladinos y otros con indeterminadas y fluidas identidades étnicas y de clase participaron lado a lado en la insurrección. La abrumadora mayoría había experimentado el trabajo en las fincas y haciendas cafetaleras de la región. De hecho, lla ambulante fuerza huelguista de los trabajadores de café, constituía la gran mayoría de las tropas insurgentes de Ahuachapán y una minoría de las las fuerzas de Juayúa y Nahuizalco.

1932

Muchos informantes del área de nahuizalco alegaban que quienes ocuparon su pueblo llegaron de Turín y Atiquizaya, distinguibles como “mulatos (en ambos sentidos, como ladinos y como gente con características fenotípicas mulatas). Además de aquellos de la región de Atiquizaya/Turín, las fuerzas insurgentes incluían a muchos ladinos de la región de Ahuachapán, cuya identidad cultural los diferenciaba de los indígenas mucho más de lo que lo hacía su apariencia física.

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