Lo que nos muestra la báscula depende no sólo de nuestra masa, sino también de la potencia del campo gravitatorio en el que nos encontremos. Esto significa que, con el mismo cuerpo, podemos pesar más o menos en función de si nos encontramos en la Tierra, en la Luna o en un asteroide. En los cuerpos más importantes del Sistema Solar una persona de 70 kg pesaría: