Cuando ocurre El Niño, en Ecuador se presentan lluvias intensas, inundaciones, deslizamientos de tierra, pérdidas agrícolas y daños en la infraestructura. Regiones como la Costa suelen experimentar meses de lluvias constantes que interrumpen la vida cotidiana de las personas y afectan la economía local. En contraste, en otras partes del mundo, El Niño puede causar sequías extremas, incendios forestales o incluso inviernos más suaves.