El primer juguete óptico que explota la persistencia de la imagen sobre la retina, estaba compuesto de un disco y dos hilos vinculados a las extremidades de su diámetro. Sobre cada cara hay un dibujo; al hacer girar sobre un eje el disco, se ven simultáneamente los 2 dibujos.
Tales instrumentos utilizan una técnica comparable a las modernas películas de dibujos animados.