Narradora.
Sucedió que un gato encontró a una zorra en un bosque, y él pensó sobre ella:
Gato.
Ella es inteligente y llena de experiencia, y muy estimada en el mundo
Narradora.
por lo que le habló de un modo amistoso:
Gato.
-“Buen día, querida Sra. Zorra, ¿Cómo está usted? ¿Cómo está todo con usted? ¿Cómo está pasando usted esta linda temporada?”-
Narradora.
La zorra, llena de todas las clases de arrogancia, miró al gato de pies a cabeza, y durante mucho tiempo no sabía si darle alguna respuesta o no.
Por fin ella contestó:
Zorra.
“Ah, tú, infeliz limpia barbas, tú, tonto ignorante, tú, cazador hambriento de ratones, ¿qué puedes tú pensar? ¿Te atreves a preguntarme cómo me está yendo? ¿Qué has aprendido? ¿Cuántas artes tú conoces?”-
Gato.
Sólo conozco una”-, contestó el gato, modestamente.
-“¿Y cuál arte es esa?”-, preguntó la zorra.
Gato.
Cuando los sabuesos me siguen, yo puedo saltar a un árbol y salvarme.
Narradora.
En ese momento vino un cazador con cuatro perros. El gato reaccionó con agilidad subiéndose a un árbol, y se sentó en lo alto, donde las ramas y el follaje completamente lo ocultaron.
Gato.
Abra su saco Sra. zorra, abra su saco de astucias
Narradora.
Pero los perros la habían agarrado ya y la sostenían y mordían fuertemente.
Gato.
Ah, Sra. zorra, Le abandonaron sus cien artes en la escapada! Si usted hubiera sido capaz de subir como yo, no habría perdido su vida