Explicación
El año 1919 fue de notable crecimiento económico. Las familias reactivaron el consumo de bienes. Pero los efectos destructivos de la contienda pronto se dejaron notar, causando una crisis económica entre 1920 y 1924.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos emergieron como primera potencia mundial, desplazando al Reino Unido.
A la destrucción y pérdidas por la guerra y las dificultades para reactivar la economía, Alemania sumó la obligación de pagar reparaciones de guerra a las potencias vencedoras.
Los precios se dispararon, ante lo que el gobierno optó por inyectar más dinero en la economía, produciendo una pérdida total del valor (depreciación) de su moneda (el marco alemán pasó de
cambiarse 1 dólar = 493 marcos en 1922 a 1 dólar = 4,2 billones de marcos en 1923).
Ante la subida de precios, el gobierno de la República de Weimar optó por inyectar más dinero en la economía, imprimiendo más dinero que pasó al mercado. Esto, al aumentar bruscamente la masa monetaria circulante, hizo caer el valor de la moneda.
Como respuesta al impago alemán, en 1923, Francia y Bélgica ocuparon la región alemana de Ruhr (productora de acero y carbón). La intención de los ocupantes era quedarse con el beneficio producido por las minas. Sin embargo, los trabajadores alemanes se negaron a producir, poniéndose en huelga, lo que agravó la crisis económica de Alemania. Se temió un nuevo estallido bélico.
Estados Unidos puso en marcha el Plan Dawes (1924): Alemania recibía una rebaja y un préstamo para pagar a los aliados, y así éstos podrían pagar sus deudas a Estados Unidos.
Entre 1922 y 1929 Estados Unidos vivió una etapa de crecimiento industrial. Los avances
técnicos de la Segunda Revolución Industrial se aplicaron a la producción de bienes de consumo.
Con el sistema de trabajo en cadena (fordismo), la producción de las industrias automovilísticas, eléctrica, de los electrodomésticos, química y petrolera despegó. Los grandes grupos empresariales o corporaciones (trust, carteles, holdings) dominaban el mercado, gracias a su tamaño y posición de dominio podían afrontar fuertes inversiones (capitalismo corporativo).
Durante "los felices años 20" la radio se convirtió en el medio más extendido y
comenzó a utilizarse como instrumento de publicidad y propaganda.
En el Pacto Briand-Kellog de 1928 los firmantes rechazaron la guerra como forma de resolver los conflictos internacionales.
Los Estados Unidos se convirtieron en la locomotora de la economía mundial. El modelo de vida americano fue exportado por todo el mundo. El “american way of life” (el modo de vida americano) se convirtió en el modelo a imitar para los europeos que difundía la publicidad de los nuevos medios de comunicación de masas (prensa, radio y cine).