Explicación
Las coanas son los dos orificios posteriores de la cavidad nasal que desembocan en la faringe. Los cornetes son los repliegues óseos de la pared lateral de la cavidad nasal. Los meatos son los espacios entre los cornetes. Las fosas son los conductos anteriores de la cavidad nasal.
El tabique nasal está formado por una parte anterior de cartílago hialino y una parte posterior de hueso (vómer y lámina perpendicular del etmoides). El tejido epitelial recubre la superficie del tabique. El tejido conectivo y el muscular no forman parte del tabique.
La mucosidad tiene varias funciones: lubrica la cavidad nasal, evitando la sequedad y la irritación; humedece el aire inspirado, facilitando su intercambio gaseoso en los pulmones; y atrapa las partículas de suciedad y microorganismos, evitando su entrada en el organismo.
Los senos paranasales son cavidades neumáticas que se encuentran en los huesos de la cara y que se comunican con la cavidad nasal a través de los meatos. Los senos frontales, etmoidales, esfenoidales y maxilares son los tipos de senos paranasales que se nombran según el hueso en el que se ubican.
Los senos paranasales tienen varias funciones: aligeran el peso de la cabeza, al estar llenos de aire; resonan la voz, al amplificar el sonido; y calientan el aire inspirado, al estar revestidos por una membrana mucosa.
El olfato es el sentido que permite percibir los olores mediante las células olfatorias que se encuentran en la parte superior de la cavidad nasal. El gusto es el sentido que permite percibir los sabores mediante las papilas gustativas de la lengua. El tacto es el sentido que permite percibir el contacto, la presión, el dolor y la temperatura mediante los receptores cutáneos. La audición es el sentido que permite percibir los sonidos mediante el oído.
La conducción es el proceso por el que el aire inspirado se calienta en la cavidad nasal al entrar en contacto con la membrana mucosa rica en vasos sanguíneos. La convección es el proceso por el que el aire caliente se mueve de un lugar a otro. La radiación es el proceso por el que el calor se transmite por ondas electromagnéticas. La evaporación es el proceso por el que el líquido se transforma en gas.
Las células ciliadas son el tipo de células que tienen cilios en la membrana mucosa nasal. Los cilios son diminutos filamentos que se mueven de forma coordinada para impulsar la mucosidad hacia la faringe. Las células caliciformes son el tipo de células que producen mucosidad. Las células basales son el tipo de células que se encargan de la regeneración de las células ciliadas y olfatorias. Las células olfatorias son el tipo de células que detectan los olores.
El cornete nasal superior es el tipo de cornete nasal que se encuentra más cerca del techo de la cavidad nasal. Es el más pequeño y el menos visible de los tres cornetes nasales. El cornete nasal medio se encuentra debajo del superior y es el más grande de los tres. El cornete nasal inferior se encuentra debajo del medio y es el más visible de los tres. El cornete nasal accesorio es un cornete nasal adicional que se encuentra en algunas personas.
El seno maxilar es el tipo de seno paranasal que se encuentra en el hueso maxilar. Es el más grande y el más común de los senos paranasales. Se comunica con la cavidad nasal a través del meato medio. El seno frontal se encuentra en el hueso frontal, sobre las cejas. El seno etmoidal se encuentra en el hueso etmoides, entre los ojos. El seno esfenoidal se encuentra en el hueso esfenoides, detrás de la nariz.
La nasofaringe es la región de la faringe que se comunica con el oído a través de las trompas de Eustaquio, que son unos conductos que equilibran la presión del aire en el oído medio. La orofaringe es la región de la faringe que se sitúa detrás de la boca. La laringofaringe es la región de la faringe que se extiende desde la epiglotis hasta el esófago. La hipofaringe es otro nombre para la laringofaringe.
La epiglotis es una estructura cartilaginosa que limita la parte inferior de la orofaringe y que impide que los alimentos entren en la laringe al cerrar el paso entre la faringe y la laringe cuando se realiza la deglución. La úvula es la campanilla al final de la boca. La glotis es la abertura de la laringe por donde pasa el aire. El hioides es un hueso que se sitúa debajo de la lengua y que sostiene la laringe.
La orofaringe es la región de la faringe que se encuentra entre la nasofaringe y la laringofaringe. Se sitúa justo detrás de la boca o cavidad oral. La mesofaringe, la rinofaringe y la faringe media no son nombres válidos para las regiones de la faringe.
El tejido linfoide es el tipo de tejido que forma las amígdalas faríngeas o adenoides, que son unas masas de tejido que se encuentran en el extremo superior de la nasofaringe y que forman parte del sistema inmunológico. El tejido epitelial es el tipo de tejido que recubre la superficie de la faringe. El tejido conectivo es el tipo de tejido que sostiene y une los demás tejidos. El tejido muscular es el tipo de tejido que permite el movimiento de la faringe.
Las amígdalas palatinas son el tipo de amígdalas que se sitúan en las paredes laterales de la orofaringe y que son fácilmente visibles cuando se inflaman, lo que se conoce como amigdalitis. Las amígdalas linguales son el tipo de amígdalas que se sitúan en la base de la lengua. Las amígdalas tubáricas son el tipo de amígdalas que se sitúan cerca de las trompas de Eustaquio. Las amígdalas faríngeas son otro nombre para las amígdalas adenoides.
La hipofaringe es el nombre que recibe la parte posterior de la laringofaringe que es continua con el esófago. Es la región de la faringe que se extiende desde la epiglotis hasta el comienzo del esófago. La faringe esofágica, el esófago faríngeo y la faringe inferior no son nombres válidos para las regiones de la faringe.
La glotis es el nombre que recibe la abertura de la laringe por donde entra el aire en su camino hacia la tráquea y los pulmones. Es el espacio entre las cuerdas vocales, que son unas estructuras que vibran al pasar el aire y producen el sonido. La epiglotis es la estructura que cierra la glotis cuando se deglute. La laringe es el órgano que contiene la glotis y las cuerdas vocales. La tráquea es el tubo que conecta la laringe con los bronquios.
El hioides es el nombre que recibe el hueso que se sitúa debajo de la lengua y que sostiene la laringe. Es el único hueso del cuerpo humano que no se articula con ningún otro. La mandíbula es el hueso que forma la parte inferior de la cara y que permite la masticación. El maxilar es el hueso que forma la parte superior de la cara y que contiene los dientes superiores. El cigomático es el hueso que forma el pómulo.
La deglución es el proceso por el que los alimentos pasan de la boca al esófago. Es un proceso voluntario e involuntario que implica la participación de la lengua, el paladar, la faringe, la epiglotis y el esófago. La masticación es el proceso por el que los alimentos se trituran en la boca. La digestión es el proceso por el que los alimentos se descomponen en nutrientes. La absorción es el proceso por el que los nutrientes pasan al torrente sanguíneo.
La laringe es el nombre que recibe el órgano que se sitúa entre la faringe y la tráquea y que contiene las cuerdas vocales.
Los anillos cartilaginosos que componen la tráquea tienen forma de «C», es decir, no están completamente cerrados. Esto le da una consistencia semirrígida a la tráquea, que le permite mantenerse abierta y flexible. Los anillos cartilaginosos no tienen forma de «O», «U» o «S».
La tráquea tiene aproximadamente 16 anillos cartilaginosos, que se extienden desde la laringe hasta los bronquios principales.
La laringe es el órgano que se conecta con la tráquea por su parte superior. Es el órgano que contiene las cuerdas vocales y que permite la fonación. La faringe es el órgano que se sitúa entre la cavidad bucal y la laringe. El esófago es el órgano que se sitúa detrás de la tráquea y que permite la deglución. Los bronquios son los órganos que se conectan con la tráquea por su parte inferior y que se ramifican en los pulmones.
La fonación es la función de la laringe que implica el movimiento de las cuerdas vocales, que son unas estructuras que vibran al pasar el aire y producen el sonido. Los movimientos de los cartílagos de la laringe son los responsables de variar la tensión, la longitud y el grado de apertura entre las cuerdas. Esto, junto a la disposición de los otros elementos de la cavidad oral, permite constituir el habla. La protección es la función de la laringe que evita la entrada de cualquier cosa, excepto aire, al pulmón. La respiración es la función de la laringe que favorece el paso del aire a los pulmones. La deglución es el proceso por el que los alimentos pasan de la boca al esófago.
La epiglotis es la estructura que cierra el paso entre la faringe y la laringe cuando se realiza la deglución, lo que impide que los alimentos entren en el pulmón. La epiglotis es una estructura cartilaginosa que limita la parte inferior de la orofaringe. La glotis es la abertura de la laringe por donde pasa el aire. La laringe es el órgano que contiene la glotis, la epiglotis y las cuerdas vocales. La tráquea es el tubo que conecta la laringe con los bronquios.
El tejido muscular es el tipo de tejido que forma las cuerdas vocales, que son unas estructuras que vibran al pasar el aire y producen el sonido. El tejido muscular permite el movimiento de las cuerdas vocales, que se modifica por los movimientos de los cartílagos de la laringe. El tejido epitelial es el tipo de tejido que recubre la superficie de la laringe. El tejido conectivo es el tipo de tejido que sostiene y une los demás tejidos. El tejido nervioso es el tipo de tejido que transmite los impulsos nerviosos.
Los bronquios principales son los conductos que se originan a partir de la bifurcación de la tráquea y que entran en los pulmones. Hay dos bronquios principales, uno para cada pulmón. Los bronquios secundarios son los conductos que se originan a partir de los bronquios principales y que se distribuyen por los lóbulos pulmonares. Los bronquios terciarios son los conductos que se originan a partir de los bronquios secundarios y que se distribuyen por los segmentos broncopulmonares. Los bronquiolos son los conductos que se originan a partir de los bronquios terciarios y que tienen un diámetro menor de 1 mm.
La tráquea tiene anillos cartilaginosos en forma de «C» que le dan una consistencia semirrígida y que le permiten mantenerse abierta y flexible. Los bronquios principales tienen láminas cartilaginosas superpuestas que le dan una estructura similar a la tráquea, pero que le permiten adaptarse a los movimientos de los pulmones. La tráquea y los bronquios principales no tienen anillos óseos, ya que el tejido óseo es más rígido y menos flexible que el cartilaginoso.
El árbol bronquial es el nombre que recibe el conjunto de ramificaciones que forman los bronquios dentro de los pulmones. El árbol bronquial se inicia con los bronquios principales y termina con los bronquiolos terminales. El árbol alveolar es el nombre que recibe el conjunto de ramificaciones que forman los conductos alveolares, los sacos alveolares y los alvéolos. El árbol respiratorio es el nombre que recibe el conjunto de ramificaciones que forman el árbol bronquial y el árbol alveolar. El árbol pulmonar no es un nombre válido para las ramificaciones de los bronquios.
Los alvéolos son las estructuras microscópicas que se encuentran al final del árbol respiratorio y que son el lugar donde se produce el intercambio gaseoso. Los alvéolos son unas bolsas de aire rodeadas de una red de capilares sanguíneos, donde el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos. Los sacos alveolares son los conjuntos de alvéolos que se encuentran al final de los conductos alveolares. Los conductos alveolares son los conductos que se originan a partir de los bronquiolos terminales y que conducen a los sacos alveolares. Los bronquiolos son los conductos que se originan a partir de los bronquios terciarios y que tienen un diámetro menor de 1 mm.
El lóbulo es la parte del pulmón que se divide en varios segmentos, que son unidades funcionales del pulmón. Cada segmento tiene su propio bronquio, arteria y vena. El pulmón derecho tiene tres lóbulos (superior, medio e inferior) y el pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior). El bronquio es el conducto que se origina a partir de la tráquea y que se ramifica en el árbol bronquial. El alvéolo es la estructura microscópica que se encuentra al final del árbol respiratorio y que es el lugar donde se produce el intercambio gaseoso. El bronquiolo es el conducto que se origina a partir de los bronquios terciarios y que tiene un diámetro menor de 1 mm.
La pleura es la membrana que rodea los pulmones y que está formada por una doble hoja y un espacio entre ellas. La hoja interna se llama pleura visceral y se adhiere a la superficie de los pulmones. La hoja externa se llama pleura parietal y se adhiere a la pared torácica. El espacio entre las hojas se llama cavidad pleural y contiene un líquido que lubrica y facilita el movimiento de los pulmones. El pericardio es la membrana que rodea el corazón y que tiene una estructura similar a la pleura. El peritoneo es la membrana que rodea los órganos abdominales y que también tiene una estructura similar a la pleura. La meninge es la membrana que rodea el sistema nervioso central y que tiene una estructura diferente a la pleura.
El diafragma es el músculo que se sitúa debajo de los pulmones y que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. El diafragma es el principal músculo de la respiración, ya que al contraerse aumenta el volumen de la cavidad torácica y crea una presión negativa que hace que el aire entre en los pulmones. El intercostal es el músculo que se sitúa entre las costillas y que también participa en la respiración, al expandir y contraer la caja torácica. El abdominal es el músculo que se sitúa en la pared anterior del abdomen y que participa en la flexión y rotación del tronco. El pectoral es el músculo que se sitúa en el pecho y que participa en la aducción y rotación del brazo.
El lóbulo medio es el lóbulo del pulmón derecho que no tiene el pulmón izquierdo. El lóbulo medio se sitúa entre el lóbulo superior y el lóbulo inferior del pulmón derecho y se divide en dos segmentos: el segmento lateral y el segmento medial. El pulmón izquierdo solo tiene un lóbulo superior y un lóbulo inferior, y es menos voluminoso que el pulmón derecho, debido a la presencia del corazón en el lado izquierdo del tórax. El lóbulo superior es el lóbulo que se sitúa en la parte superior de cada pulmón. El lóbulo inferior es el lóbulo que se sitúa en la parte inferior de cada pulmón. El lóbulo lateral no es un nombre válido para un lóbulo del pulmón.
El líquido pleural es el líquido que se encuentra en el espacio entre las hojas de la pleura y que lubrica y facilita el movimiento de los pulmones. El líquido pleural es un líquido seroso que se produce por la filtración del plasma sanguíneo y que tiene una función protectora y antiinflamatoria. El líquido pericárdico es el líquido que se encuentra en el espacio entre las hojas del pericardio y que lubrica y facilita el movimiento del corazón. El líquido peritoneal es el líquido que se encuentra en el espacio entre las hojas del peritoneo y que lubrica y facilita el movimiento de los órganos abdominales. El líquido cefalorraquídeo es el líquido que se encuentra en el espacio entre las hojas de la meninge y que protege y nutre el sistema nervioso central.
El mediastino es el espacio que separa los pulmones y que contiene el corazón y otros órganos, como el timo, el esófago, la tráquea y los grandes vasos sanguíneos. El diafragma es el músculo que se sitúa debajo de los pulmones y que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. La pleura es la membrana que rodea los pulmones y que está formada por una doble hoja y un espacio entre ellas. El pericardio es la membrana que rodea el corazón y que también está formada por una doble hoja y un espacio entre ellas.
El oxígeno es el gas que el aparato respiratorio aporta al organismo, ya que es necesario para la respiración celular y la producción de energía. El dióxido de carbono es el gas que el aparato respiratorio retira de la sangre, ya que es un producto de desecho de la respiración celular. El nitrógeno y el hidrógeno son otros gases que se encuentran en el aire, pero que no tienen una función relevante en el aparato respiratorio.
El alvéolo es la estructura que se encuentra al final del árbol respiratorio y que contiene el aire que se renueva constantemente. El alvéolo es una bolsa de aire rodeada de una red de capilares sanguíneos, donde se produce el intercambio gaseoso entre el aire y la sangre. El bronquio es el conducto que se origina a partir de la tráquea y que se ramifica en el árbol bronquial. El bronquiolo es el conducto que se origina a partir de los bronquios terciarios y que tiene un diámetro menor de 1 mm. El pulmón es el órgano que contiene el árbol respiratorio y los alvéolos.
La membrana respiratoria es el nombre que recibe la membrana que separa el aire alveolar de la sangre capilar y que permite la difusión de los gases. La membrana respiratoria está formada por la pared del alvéolo, la pared del capilar y una capa intermedia de líquido. La membrana alveolocapilar es otro nombre para la membrana respiratoria. La membrana alveolar es la pared del alvéolo. La membrana capilar es la pared del capilar.
La circulación pulmonar es el tipo de circulación que lleva la sangre desde el corazón hasta los pulmones y viceversa. La circulación pulmonar tiene como función oxigenar la sangre y eliminar el dióxido de carbono. La circulación sistémica es el tipo de circulación que lleva la sangre desde el corazón hasta los demás órganos y tejidos del cuerpo y viceversa. La circulación sistémica tiene como función distribuir los nutrientes y el oxígeno y recoger los productos de desecho. La circulación portal es el tipo de circulación que lleva la sangre desde el intestino hasta el hígado y viceversa. La circulación portal tiene como función filtrar y metabolizar las sustancias que se absorben en el intestino. La circulación coronaria es el tipo de circulación que lleva la sangre desde el corazón hasta el propio corazón y viceversa. La circulación coronaria tiene como función nutrir y oxigenar el músculo cardíaco.
La ventilación alveolar es el proceso por el que el aire entra y sale de los pulmones, debido a las diferencias de presión entre la atmósfera y la cavidad pulmonar. Con eso se consigue renovar la composición del aire de los alvéolos. La respiración es el proceso general que implica la ventilación alveolar, la perfusión capilar y la difusión alveolocapilar. La perfusión capilar es el proceso por el que la sangre poco oxigenada alcanza los alvéolos a través de una red extensa de capilares. La difusión alveolocapilar es el proceso por el que el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos.
La ventilación alveolar es el proceso por el que el aire entra y sale de los pulmones, debido a las diferencias de presión entre la atmósfera y la cavidad pulmonar. Con eso se consigue renovar la composición del aire de los alvéolos. La respiración es el proceso general que implica la ventilación alveolar, la perfusión capilar y la difusión alveolocapilar. La perfusión capilar es el proceso por el que la sangre poco oxigenada alcanza los alvéolos a través de una red extensa de capilares. La difusión alveolocapilar es el proceso por el que el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos.
La membrana respiratoria es el nombre que recibe la estructura que separa el aire alveolar de la sangre capilar y que permite la difusión de los gases. La membrana respiratoria está formada por la pared del alvéolo, la pared del capilar y una capa intermedia de líquido. La membrana alveolocapilar es otro nombre para la membrana respiratoria. La membrana alveolar es la pared del alvéolo. La membrana capilar es la pared del capilar.
La presión transpulmonar es el nombre que recibe el tipo de presión que hace que el aire se desplace hacia la zona de menor presión durante la ventilación alveolar. La presión transpulmonar es la diferencia entre la presión intrapulmonar y la presión intrapleural. La presión intrapulmonar es la presión del aire dentro de los alvéolos. La presión intrapleural es la presión del líquido dentro de la cavidad pleural. La presión atmosférica es la presión del aire fuera del cuerpo.
La circulación pulmonar es el tipo de circulación que lleva la sangre poco oxigenada desde el corazón hasta los alvéolos y viceversa. La circulación pulmonar tiene como función oxigenar la sangre y eliminar el dióxido de carbono. La circulación sistémica es el tipo de circulación que lleva la sangre oxigenada desde el corazón hasta los demás órganos y tejidos del cuerpo y viceversa. La circulación sistémica tiene como función distribuir los nutrientes y el oxígeno y recoger los productos de desecho. La circulación portal es el tipo de circulación que lleva la sangre desde el intestino hasta el hígado y viceversa. La circulación portal tiene como función filtrar y metabolizar las sustancias que se absorben en el intestino. La circulación coronaria es el tipo de circulación que lleva la sangre desde el corazón hasta el propio corazón y viceversa. La circulación coronaria tiene como función nutrir y oxigenar el músculo cardíaco.
La difusión es el mecanismo por el que el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos. La difusión es el movimiento de las moléculas de una zona de mayor concentración a una zona de menor concentración, hasta que se igualan las concentraciones. La ventilación es el proceso por el que el aire entra y sale de los pulmones. La perfusión es el proceso por el que la sangre llega a los alvéolos. La osmosis es el movimiento de las moléculas de agua a través de una membrana semipermeable, desde una zona de menor concentración de solutos a una zona de mayor concentración de solutos.
El intercostal es el músculo que se expande durante la inspiración y que se contrae durante la espiración. El intercostal es el músculo que se sitúa entre las costillas y que participa en la respiración, al expandir y contraer la caja torácica. El diafragma es el músculo que se contrae durante la inspiración y que se relaja durante la espiración. El diafragma es el principal músculo de la respiración, que se sitúa debajo de los pulmones y que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. El abdominal es el músculo que se sitúa en la pared anterior del abdomen y que participa en la flexión y rotación del tronco. El pectoral es el músculo que se sitúa en el pecho y que participa en la aducción y rotación del brazo.
La difusión es el mecanismo por el que el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos. La difusión es el movimiento de las moléculas de una zona de mayor concentración a una zona de menor concentración, hasta que se igualan las concentraciones. La ventilación es el proceso por el que el aire entra y sale de los pulmones. La perfusión es el proceso por el que la sangre llega a los alvéolos. La osmosis es el movimiento de las moléculas de agua a través de una membrana semipermeable, desde una zona de menor concentración de solutos a una zona de mayor concentración de solutos.
La presión intrapleural es el nombre que recibe la presión del líquido dentro de la cavidad pleural, que rodea los pulmones y que influye en la ventilación alveolar. La presión intrapleural es siempre negativa, es decir, menor que la presión atmosférica y la presión intrapulmonar. Esto hace que los pulmones se mantengan adheridos a la pared torácica y que se expandan y se contraigan con el movimiento del tórax. La presión atmosférica es la presión del aire fuera del cuerpo. La presión intrapulmonar es la presión del aire dentro de los alvéolos. La presión transpulmonar es la diferencia entre la presión intrapulmonar y la presión intrapleural.
La inspiración es el proceso por el que se inhala el aire del ambiente exterior hacia el interior del cuerpo, permitiendo la absorción de oxígeno. La inspiración es un proceso activo, que implica la contracción del diafragma y la expansión de los músculos intercostales, lo que aumenta el volumen del tórax y hace que los pulmones se expandan y la presión intrapulmonar disminuya. La espiración es el proceso por el que se exhala el dióxido de carbono y otros gases de desecho. La ventilación es el proceso general que implica la inspiración y la espiración. La difusión es el mecanismo por el que el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos.
El diafragma es el músculo que se contrae durante la inspiración y que se relaja durante la espiración. El diafragma es el principal músculo de la respiración, que se sitúa debajo de los pulmones y que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. El intercostal es el músculo que se sitúa entre las costillas y que también participa en la respiración, al expandir y contraer la caja torácica. El abdominal es el músculo que se sitúa en la pared anterior del abdomen y que participa en la flexión y rotación del tronco. El pectoral es el músculo que se sitúa en el pecho y que participa en la aducción y rotación del brazo.
La presión intrapulmonar es el nombre que recibe la presión del aire dentro de los alvéolos, que varía según la fase de la respiración. La presión intrapulmonar es superior a la atmosférica durante la inspiración y inferior a la atmosférica durante la espiración. La presión atmosférica es la presión del aire fuera del cuerpo. La presión intrapleural es la presión del líquido dentro de la cavidad pleural, que rodea los pulmones. La presión transpulmonar es la diferencia entre la presión intrapulmonar y la presión intrapleural.
La espiración es el proceso por el que se exhala el dióxido de carbono y otros gases de desecho. La espiración es un proceso pasivo, que implica la relajación del diafragma y de los músculos intercostales, lo que reduce el volumen del tórax y hace que los pulmones se contraigan y la presión intrapulmonar aumente. La inspiración es el proceso por el que se inhala el aire del ambiente exterior hacia el interior del cuerpo, permitiendo la absorción de oxígeno. La ventilación es el proceso general que implica la inspiración y la espiración. La difusión es el mecanismo por el que el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los alvéolos.
La inspiración es un tipo de proceso activo, en el que se requiere un gasto de energía para mover el aire. La inspiración implica la contracción del diafragma y de los músculos intercostales, que son músculos esqueléticos que se controlan de forma voluntaria e involuntaria. La espiración es un tipo de proceso pasivo, en el que no se requiere un gasto de energía para mover el aire. La espiración implica la relajación del diafragma y de los músculos intercostales, que son músculos esqueléticos que se controlan de forma voluntaria e involuntaria.
El dióxido de carbono es el gas que pasa de la sangre capilar a los alvéolos durante la difusión alveolocapilar, ya que la sangre capilar tiene una mayor concentración de dióxido de carbono que el aire alveolar. El dióxido de carbono es un producto de desecho de la respiración celular. El oxígeno es el gas que pasa de los alvéolos a la sangre capilar durante la difusión alveolocapilar, ya que la sangre capilar tiene una menor concentración de oxígeno que el aire alveolar. El oxígeno es necesario para la respiración celular y la producción de energía. El nitrógeno y el hidrógeno son otros gases que se encuentran en el aire, pero que no tienen una función relevante en la difusión alveolocapilar.
La espiración es un tipo de proceso pasivo, en el que no se requiere un gasto de energía para mover el aire. La espiración implica la relajación del diafragma y de los músculos intercostales, que son músculos esqueléticos que se controlan de forma voluntaria e involuntaria. La inspiración es un tipo de proceso activo, en el que se requiere un gasto de energía para mover el aire. La inspiración implica la contracción del diafragma y de los músculos intercostales, que son músculos esqueléticos que se controlan de forma voluntaria e involuntaria.