Uno de los primeros dispositivos mecánicos para contar fue el ábaco, cuya historia se 
remonta a las antiguas civilizaciones griega y romana. Este dispositivo es muy sencillo, 
consta de cuentas ensartadas en varillas que a su vez están montadas en un marco 
rectangular. Al desplazar las cuentas sobre varillas, sus posiciones representan valores 
almacenados, y es mediante dichas posiciones que este representa y almacena datos. 
A este dispositivo no se le puede llamar computadora por carecer del elemento 
fundamental llamado programa.