Análisis: La
realidad del mundo globalizado en la educación suena bien, pero puede dejar el
sinsabor de una utopía. Al parecer, el hombre desde antiguo en todas las
culturas del mundo se ha preocupado por la educación y lo ha vivido de
diferentes maneras, algunos con mayor intensidad que otros y es así como se han
dado avances significativos a lo largo de la historia.
Argumentación: Hoy
día la realidad educativa nos muestra una serie de necesidades que urge
implementar para darle la importancia que se merece y optimizar su labor. Esto
conlleva un serio compromiso de cada una de las partes, que van desde las
políticas gubernamentales hasta el pensar y actuar de cada docente en
particular.
Para que se pueda hablar de una verdadera globalización de
la educación, hay que asumir las implicaciones que tiene. No se puede vivir de
ilusiones, sino de realidades. Y las realidades son que se haga más inversión
en la educación, que los docentes se preparen continua y permanentemente. Que
haya más compromiso de los docentes y de paso mayor conciencia educativa de los
estudiantes. ¿Cómo hablar de globalización de la educación en un mundo que al
parecer lo pide, sin tener en cuenta las diferencias y desigualdades tan
grandes que se dan?
Conclusión: Vivimos
en un supuesto mundo globalizado, que al parecer busca la globalización, pero
que, al parecer no propicia los medios de una verdadera globalización. La
globalización es un proceso que involucra a todos los ámbitos: social,
cultural, económico, político, religioso y en este caso, de manera especial,
educativo. La educación es un proceso de formación integral que compromete al
docente y al estudiante, al docente en un proceso de formación continua y
permanente y al estudiante a tomar conciencia de la importancia de formarse
bien para la vida. Es una labor que
alguien debe comenzarla y ahí es donde nos encontramos, enfrentados a nuevos
retos y contra el tiempo, pero dispuestos a sacar adelante sociedades que
puedan hacer frente a los cambios que se generan día a día.