Una noche en la ópera (escena) (D)Versión en línea Escena de «Una noche en la ópera» (comedia, 1935), de los hermanos Marx. por Hernández Lagunés Roberto Abdiel Ana No, todavía no. Juan ¿Todavía no ha llegado el señor? Juan ¡Me temo que la cena va a echarse a perder! Ana ¡Qué importa que se eche a perder! Es tarde ya para cenar... Ana ¿Quiere ver si está el señor Otis B. Driftwood, por favor? Juan Señor Driftwood... Señor Driftwood... Señor Driftwood... Señor Driftwood... Roberto Botones, ¿quieres hacer el favor de no ir gritando mi nombre por todo el comedor? Yo no grito el tuyo... Ana ¡Señor Driftwood! Roberto Caramba, señora Claypool, ¿qué tal? Ana Señor Driftwood, usted me había invitado a cenar aquí a las siete. Son las ocho y estamos sin cenar. Roberto ¡Cómo que no! ¡Yo acabo de zamparme la mejor comilona de mi vida y usted sin darse cuenta! Ana ¿Qué pretende decir? Yo estoy aquí desde las siete menos cuarto. Roberto ¡Dándome la espalda! Cuando yo invito a una mujer lo menos que puedo pedir es que mire mi bigote. Es el precio que tiene que pagar. Juan Su cuenta, señor. Roberto (Silba dirigiéndose a la otra señorita) ¡Nueve dólares con cuarenta centavos! ¡Vaya un abuso! Yo que usted no lo pagaría. Bueno, señora Claypool, ¿qué vamos a cenar?