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Las frutas contienen un gramo o menos de esos macronutrientes, es decir muy bajas cantidades,
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Son las frutas que maduran lentamente y no presentan cambios bruscos en su aspecto y composición,
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Presentan una maduración brusca y notables cambios de color, textura y composición.
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Es la parte comestible y se encuentra en la parte media del fruto.
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Epicarpio glanduloso, mesocarpio esponjoso y el endocarpio tabicado, como por ejemplo el limón.
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Es la capa más próxima a la semilla, rodeándola directamente y generando protección.
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Suele ser una simple película epidérmica lisa como el caso de la uva; con pelo como en el durazno, o recubierto de cera, como en la ciruela.
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Epicarpio endurecido, mesocarpio y endocarpio blando, además de suculento, como ejemplo, podemos mencionar el melón.
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Frutos de mesocarpio carnoso y endocarpio leñoso, en forma de hueso, que la mayoría de las veces contiene una sola semilla en el interior. Por ejemplo podemos identificar al durazno.
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Es la fruta que tras un proceso de desecación artificial se puede consumir meses, e incluso años, después de su recolección como las pasas o los orejones.
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Son las frutas que tienen una cantidad muy elevada de semillas de tamaño minúsculo, por ejemplo la fresa y el higo.
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Es la parte comestible que se desarrolla a partir de la flor, y que contiene las semillas en su interior.
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Se encuentra en mayor concentración en la piel de la fruta, los componentes de la fibra son la pectina, misma que se encarga de eliminar los residuos y toxinas que se encuentran en nuestro organismo.
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Es cuando la fruta se consume de manera inmediata o a los pocos días de su recolección, sin practicarle ningún tipo de preparación o cocinado.
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Frutos de mesocarpio carnoso y endocarpio leñoso, en forma de hueso, que la mayoría de las veces contiene una sola semilla en el interior. Por ejemplo podemos identificar al durazno.
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Hace referencia al endocarpio membranoso, como por ejemplo la pera y el membrillo.
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Constituye más del 80% del peso de la porción comestible, sin embargo oscila entre un 82% en las uvas, un 90% en las fresas y hasta un 93% en la sandía