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Centra la fuerza y el control en el torso, permitiendo a las extremidades moverse sin riesgo de lesión. Conforme se fortalece el núcleo corporal, se aprende a moverse desde una base estable con máximo control.
2
La extensión de las costillas hacia los lados. Esta técnica permite, al mismo tiempo, mantener los abdominales en posición cóncava y la parte superior del cuerpo relajada.
3
Cuando el cuerpo hace un esfuerzo o se tensa, los músculos de esta zona reaccionan de forma automática y se agarrotan. En lugar de permitir esta respuesta involuntaria, podemos usar estos músculos mientras nos ejercitamos.
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El centro de fuerza y control que impulsa el resto del cuerpo.
5
Los abdominales se expanden en sentido longitudinal cuando se trabaja los abdominales superiores y en diagonal cuando se ejercitan los oblicuos.La técnica Pilates trabaja sobre todo los músculos laterales, conocidos como abdominales transversales.
6
Para mejorar la postura, recuperar la alineación y mejorar la respiración. El cuerpo debe adoptar una postura marcial: cabeza en alto, pecho afuera, hombros hacia atrás y rectos.
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Colocada de manera que las referencias de las espinas de las crestas ilíacas delanteras y superiores, lo que podréis encontrar como EIAS, espinas iliacas antero-superiores, y la sínfisis púbica, el hueso del pubis, forman un triángulo perpendicular al suelo si estás de pie o paralelo al suelo si estás acostados boca arriba.
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Es la clave para alinear correctamente el cuerpo, lo que garantiza un trabajo simétrico y, por lo tanto, seguro. De hombro a hombro y de cadera a cadera, el torso forma una "caja" o cuadrado que sirve como referencia para el resto del cuerpo.
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A cada acción le corresponde una reacción igual y opuesta. el cuerpo se entrena para acentuar estas oposiciones y así incrementar el control, la estabilidad y la fuerza.
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Las energías de cada movimiento son específicas.