1
Pérdida inesperada y repentina de la función cardíaca, respiración y conocimiento.
2
Presión excesivamente alta de la sangre sobre la pared de las arterias.
3
Niveles bajos de azúcar en la sangre.
4
Velocidad excesiva de los latidos del corazón.
5
Coloración azul o lívida de la piel y de las mucosas por falta de oxígeno.
6
Dolor de cabeza intenso y persistente.
7
Disminución del aporte de oxígeno a las células.
8
Es una afección crítica provocada por la baja repentina del flujo sanguíneo.