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Transcurrida una semana, proceda a remover la mezcla con una pala. Acción que deberá realizar una vez por semana, a fin de proporcionar las condiciones necesarias para la oxigenación. Igualmente, se recomienda agregar un poco de agua, para mantener el abono húmedo. En los siguientes días, podrá apreciar cómo la preparación comienza a calentarse, debido al proceso de descomposición orgánica. Luego de cuatro semanas de reposo (unido a la manipulación y riego semanal) podrá preciar cómo la preparación disminuye su tamaño.

Abra unos pequeños orificios en la parte inferior y en los laterales, del recipiente plástico a fin de facilitar el proceso de descomposición necesario para la fabricación del abono.

A las doce semanas, tendrá en el recipiente una mezcla de tierra grumosa, húmeda y rica en nutrientes, con la cual podrá rellenar las macetas o el espacio donde vaya a sembrar especias o plantas. Si después del proceso de siembra le ha sobrado abono, éste puede seguir alimentándose con restos orgánicos, a fin de que siempre cuente con una tierra nutrida lista para las semillas.

¿Cómo hacer abono orgánico?

Tome una bolsa grande con la cual forrar el interior del recipiente, tomando en cuenta que la bolsa debe sobresalir bastante del borde del envase.

Coloque, en el fondo, en primer lugar algunas hojas, ramas e incluso aserrín (viruta de madera) a fin de proporcionar al abono una fuente importante de carbono.

Llene las tres cuartas partes del recipiente con la preparación, después de lo cual debe cerrar la bolsa, evitando que el futuro abono orgánico se moje con la lluvia.

Un recipiente de plástico

Pedazos de vegetales, tubérculos o frutas. Restos de cenizas, carbón. Aserrín, hojas, restos de madera

Sobre esta capa, coloque los restos de nuestros productos orgánicos: conchas de plátano, cáscaras de frutas, semillas, trozos de vegetales, conchas de papa. Se aconseja agregar también a la preparación restos de té (bolsitas de té) o la borra del café, a fin de que proporcionen al abono orgánico buena cantidad de nitrógeno. Así mismo se recomienda no agregar al abono restos de pollo, carne, pescado, mariscos o huevos, ya que la descomposición de estos producirá muy malos olores. Igualmente, se aconseja no agregar muchas frutas cítricas, ya que pueden generar mucha acidez en el abono, haciéndose necesario agregar cáscaras de huevo, a fin de atenuar el nivel de acidez de la preparación. Agregue, si cuenta con ellos, restos de ceniza de madera, o carbón vegetal.

Instrucción 5

Título

Instrucción 1

Materiales

Ingredientes

Instrucción 4

Instrucción 3

Instrucción 2

Instrucción 6

Instrucción 7