1
Es el don divino que nos ilumina para aceptar las verdades reveladas por Dios.
2
Este don nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar.
3
Es el don de entender lo que favorece y lo que perjudica al proyecto de Dios.
4
Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día a día de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe.
5
Es el don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar y escuchar
6
Por este don el Espíritu Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues “nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11).
7
Es el don que el Espíritu Santo nos da para estar siempre abiertos a la voluntad de Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría