Evitá herir y enfocaté en elevar y aportar valor en tus interacciones con los demás.
Haz más preguntas, sé paciente, reflexioná, conectá mejor con las demás personas.
Si algo te molesta, busca el espacio apropiado y expresalo claramente desde tu perspectiva (apoderándote de tu comunicación, no echando culpas a los demás).
Evitá vivir desde el ego: aprendé acerca de la compasión, la humildad, la escucha consciente, la apertura mental para vivir mejores experiencias. Esto te ayudará a tener más paz en todos los aspectos.
Evitá suponer aplicando la escucha activa y la comunicación asertiva.
Considerá siempre el bien mayor de todos en cualquier situación.
Aprendé de las diferencias con los demás; integrá y respetá las decisiones de otros.
Sobrepasá tus propias expectativas respecto al cumplimiento de tus compromisos.
Descartá toda comunicación agresiva de tu vida.
Entiendé que el otro es “un otro con sus propios problemas, creencias y dificultades.
Practicá dar un poco más cada día; esforzarte en aquellos aspectos que necesitás mejorar.
Conversá con personas que sean ejemplares según tu perspectiva.
Escuchá el 70% y hablá sólo el 30%.
Aprendé de las biografías, películas que te eleven y experiencias donde aprendas. Ante el fracaso, revalorizalo con el aprendizaje que te ha dejado.
No busques imponer tus deseos por sobre las opiniones de los demás.
Evaluá antes de hablar.
Busca tener más precisión en tu lenguaje para expresar adecuadamente todas tus ideas.
Inspirate en personas que ya lo hicieron: hay millones de fuentes de información disponibles.
Hablá menos y haz más.
Relevá los hechos, enfriá tus emociones durante al menos tres días antes de actuar compulsivamente..
Cuidá tus pensamientos.
Descubrí la fuente inagotable de tu poder personal para ser más excelente cada vez en todos los planos de tu vida.