Bailaban y bailaban sin parar
La madrastra era una mujer de corazón oscuro
Las hermanastras de Cenicienta estaban furiosas
Limpiaba noche y día
La madrastra le prohibió ir al baile
El hada madrina la convirtió en una princesa
Se enamoró nada más verla
Era hermosa incluso con harapos
Sus ropas se transformaron en un bello vestido
A las doce volvió a su casa