Y perdió una de las ovejas.
Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle.
Un hombre tenía 100 ovejas.
Y lleva a la oveja de vuelta a su casa sobre sus hombros.
Y cuando la encuentra se alegra muchísimo!!!
¿No deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Entonces Jesús les refirió esta parábola, diciendo:
Y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.