Tiene forma propia, ocupa un volumen determinado, no se pueden comprimir, las partículas son cercanas y no se pueden mover.
No tiene forma propia, adquiere la forma del recipiente que los contiene. Las partículas están desordenadas y pueden desplazarse unas sobre otras.
No tiene volumen ni forma propios, las partículas son muy distantes entre sí, adquieren la forma del recipiente y ocupan todo el espacio posible.
Líquido
Gaseoso
Sólido