Leer comprensivamente y subrayar
Establecer un horario
Esquemas o mapas conceptuales
Fichas de estudio
Estudiar en un espacio adecuado
Descansar
Evitar distracciones.
Adaptar la metodología de estudio al tipo de prueba
Explicar lo aprendido
Repasar regularmente
Crear un plan de estudio
Reglas mnemotécnicas
Fija las metas que deseas alcanzar y organiza el contenido que estudiarás en los siguientes días, semanas o meses, así como el tiempo que dedicarás a cada uno.
Distribuye las sesiones de estudio en varios días para ir avanzando de forma gradual. De esta forma podrás consolidar mejor los aprendizajes al tratar de recordar y repasar lo estudiado anteriormente.
No todos los exámenes requieren la misma forma de estudio, un tema requiere un estudio muy bien estructurado, que vaya de lo general a lo particular, priorizando el tener una visión conjunta del tema y una estructura bien definida.
Se basa básicamente en asociar conceptos que tenemos que memorizar con otros que nos son más familiares.
Tener un lugar específico con las condiciones adecuadas para estudiar te permitirá concentrarte y rendir mejor. Debe ser un espacio ordenado, silencioso, bien iluminado y cómodo.
Es una técnica más laboriosa, permiten asimilar datos concretos, fechas, números o vocabulario.
Intentar transmitir a otra persona aquello que has aprendido con tus propias palabras, para que ese aprendizaje se consolide en la memoria.