Ejemplar: En su relación con el líder ponen todo su talento al servicio de la organización y sus líderes, asumen sus responsabilidades cabalmente.
Pasivo: Por la influencia del líder no tienen iniciativa, tampoco sentido de responsabilidad, desean una supervisión constante cuando llevan a cabo una tarea asignada y jamás se aventuran más allá de éstas.
Alineados: Se sienten profundamente infelices con su trabajo, dirigen la hostilidad resultante contra el mismo líder, a la larga provocan el resentimiento del líder y de otros seguidores.
Conformista: Asume que la posición de autoridad del líder les da derecho a exigir obediencia y acomodación, conocen su sitito y no cuestionan el orden social.
Pragmático: Evitan mantener una postura firme que pueda enfrentarles con la gente importante. Mantienen los conflictos a un mínimo y siempre cuentan con una escusa apropiada, con su correspondiente rastro de papel en caso de fracaso.