Estos mamíferos pueden consumir casi 14.000 kilos de insectos en una sola noche. De esta manera nos ayudan a librarnos de innumerables plagas nocivas. Además, en sus desplazamientos llevan consigo todo tipo de semillas. Contribuyen así, también, a la extensión de los bosques en las latitudes medias y tropicales, así como a la polinización. Pueden dispersar más de 30.000 semillas pequeñas en una noche.
Carroñeros: Mantienen el ecosistema limpio de toda materia en descomposición. Eliminan restos orgánicos, evitando la superpoblación de microorganismos perjudiciales para el entorno. Los restos dejados por los carroñeros son después usados por los descomponedores.
Descomponedores: Se encargan de transformar materia orgánica en inorgánica. Absorben y aprovechan sustancias nutritivas de los restos de animales y plantas. Podría verse como una especie de “reciclaje” que posee la naturaleza para no desperdiciar materia que aún puede ser utilizada.
Estos insectos himenópteros, además de proporcionarnos la miel, son los polinizadores más importantes del planeta. Una cuarta parte de las especies vegetales que florecen dependen de ellas. La sobreexplotación del terreno agrario para alimentar a la población humana está provocando una merma en la población de estos insectos, cuando en realidad, un 70% de dichas cosechas depende enteramente o en parte de su polinización.
Su importancia no reside únicamente en el parentesco, dado que compartimos el 90 % de nuestros genes. Dependemos de su hábitat porque los bosques son importantes sumideros de carbono que liberan oxígeno a través de la fotosíntesis, y por su función de evapotranspiración que influye en las precipitaciones. También son unos excelentes difusores de simientes a través de sus excrementos debido a su dieta rica en frutas. Una de cada dos especies se encuentra actualmente en peligro de extinción.
Polinizadores: Son los responsables de la transferencia de polen desde unas flores a otras, haciendo posible la producción de semillas y posteriores frutos. De ellos dependen los cultivos de todo el planeta, y con ello, parte de nuestra alimentación.