Preocupación, frustración, hiperventilación
No saber dónde dejas las cosas o recordar detalles
Uso de alcohol y sustancias para relajarse
Alergias, acné, problemas cutáneos
Aislamiento social
Falta de energía
Cefalea, dolor de cabeza y migraña
Estado emocional alterado
Cambios frecuentes del estado de ánimo
La tensión vivida durante el día impide conciliar el sueño
Trastornos gástricos y digestivos: diarrea, estreñimiento, acidez gástrica, etcétera
La raíz se debilita al empeorar la circulación y la absorción de nutrientes