Pretendía que sus tests de inteligencia se utilizaran en cualquier institución que tuviese que gestionar y evaluar un gran número de personas (cárceles progresistas, escuelas de reforma, etc.)
Lo más importante para él era la identificación y el control social de los que se encontraban en los extremos de la escala de inteligencia general, los genios debian ser educados adecuadamente.
Al igual que Galton sostuvo que la inteligencia está determinada por la herencia y no por la educación y que la inteligencia es decisiva para tener éxito.
Puso en marcha un estudio longitudinal para identificar a los superdotados y optó por esquemas eugenésicos para los menos capacitados intelectualmente.
Según él la moralidad no puede florecer y dar fruto si la inteligencia se estanca en el nivel infantil y los débiles mentales debían someterse al control del estado para prevenir su transmisión de la inteligencia.
Al igual que Dewey se concentró en la aplicación de la psicometría en la educación pero expandió sus horizontes más alla del sistema escolar.
Vinculó la evaluación psicométrica al movimiento progresista generando así grandes expectativas para la emergente psicología profesional.
Adaptó el test de Binet para su uso en las escuelas estadounidenses.
Su test denominado Stanford-Binet se convirtió en el estandarte de los tests mentales del siglo XX.
Es el más importante de los primeros psicólogos psicométricos de Estados Unidos.
